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Es hora de cambiar

Mis primeras memorias de la Serie Mundial, de 1973 y 1974, son vívidas. Recuerdo haber visto a Willie Mays quedarse fijo mirando al sol mientras trataba sin éxito de seguir un elevado, y luego haberlo visto abogar sin éxito luego que un compañero de los Mets -- Bud Harrelson, creo -- fuera out en el plato. Un año después, los Dodgers, mi equipo favorito, perdió ante los Atléticos de Oakland, pero en el camino, hubo un momento memorable cuando Joe Ferguson -- un receptor con un brazo poderoso que fue cambiado al jardín derecho -- cortó frente a un compañero de equipo para atrapar un elevado a plena luz del día, y luego sacó fuera a un corredor en el plato.

Adoraba cuando los juegos de la Serie Mundial se jugaban de día porque ráramente me permitían ir a la casa de un vecino para ver los juegos de postemporada en la noche. (Mi familia no tenía televisión.) En un mundo perfecto, los juegos de la Serie Muindial son jugados bajo el sol antes que comience el clima de otoño.

Pero he aquí el asunto: El mundo perfecto no existe. El béisbol de Grandes Ligas se seguirá jugando en una temporada regular de 26 semanas y 162 juegos. Seguirán habiendo tres niveles de series postemporada. Cada tres años, el Clásico Mundial de Béisbol llevará el calendario de béisbol hasta inicios de noviembre por lo menos. Naturalmente, mientras más lejos llegues en el otoño, más probable es que te encuentres con una farsa como la que vimos en Filadelfia, donde la Madre Naturaleza tensó sus músculos y forzó a los peloteros a jugar con sombreros de nieve. (En la primera parte del Juego 5, también pudieron haber usado aletas y gafas para nadar.) Muchas de las entradas que vimos en Filadelfia no fueron menos que una farsa.

Esas serán algunas de las razones por las que una idea de una Serie Mundial en un sitio neutral será inevitablemente traída en las siguientes reuniones de béisbol. Y, ¿saben qué? Dadas las circunstancias en juego -- entre ellas, el hecho de que nunca volveremos a los tiempos donde la Serie Mundial se jugaba en tardes brillantes -- esa es una idea que hace sentido.

Si el béisbol algún día adopta este paso, los poseedores de boletos por toda la temporada inicialmente crearán un alboroto porque sentirán como si les hubiesen quitado algo. Sin embargo, cualquiera que va a juegos de postemporada sabe que el alto costo de la Serie Mundial generalmente sobrepasa de todas maneras los presupuestos de muchos de los que van a los juegos de temporada regular. Las concurrencias de postemporada tienen un sabor diferente porque muchos de los fanáticos incondicionales se quedan en su casa a ver los partidos por televisión.

Con un escenario neutral, el béisbol podría darle a los poseedores de los boletos de toda la temporada la primera opción para comprar boletos para la Serie Mundial. De hecho, se les podrían hacer arreglos que incluyan boletos de avión y habitaciones de hotel como parte del evento.

Y no hay duda alguna que el béisbol de Grandes Ligas podría convertir la Serie Mundial en un evento increíble porque podría planificar y tener una amplia variedad de opciones para los fanáticos, al estilo del Super Bowl. Por ejemplo, digamls que el sitio neutral sería Phoenix en el 2011. La Serie Mundial podría comenzar un miércoles, y jugarse siete juegos en siete días. Eso reflejaría mayormente la manera en que las Grandes Ligas juegan su temporada regular, sin días libres y poniendo a prueba la profundidad de los rosters y las rotaciones de los equipos.

En el camino, MLB podría hacer arreglos para que miembros del Salón de la Fama se presenten a funciones para fanáticos, paneles y sesiones de firmas de autógrafos y seminarios. Los gerentes generales podrían reunirse en esa semana, y podrían sostener conversaciones con los fanáticos acerca de sus equipos. Los escritores de béisbol podrían anunciar, diariamente, los ganadores de los grandes premios individuales -- los novatos del año el primer día, los mánagers del año el segundo día, los ganadores del Cy Young el tercer día y los Más Valiosos en el último día.

El Salón de la Fama podría anunciar su clase entrante para el verano siguiente. En un sitio como Phoenix o San Diego, podrían haber torneos benéficos de golf diarios, y los fanáticos podrían participar de ellos. MLB podría tener el John Smoltz Desert Classic el primer día, el Jeff Francoeur Invitational el segundo día, y así por el estilo.

Lo mejor de todo, es que los partidos se jugarían en las mejores condiciones posibles. Los lanzadores no tendrían que preocuparse por si podrán agarrar bien la pelota para hacer su lanzamiento rompiente (me pregunto si ese fue un factor en la doble jugada clave que Pat Burrell le hizo a J.P. Howell), los corredores no tendrán que flotar en el agua alrededor de las bases, y los bateadores no tendrían que pestañear entre gotas de lluvia y sus propias nubes de aliento por el frío.

Quiero que el béisbol de postemporada se juegue como cuando era un niño. Pero se que no será así. Así que es tiempo de moverse a la próxima mejor cosa.