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Dos peleadores, una meta

Roy Jones, a los 39, no tiene intenciones de dejar el boxeo AP

Para Joe Calzaghe, el fin de una de las carreras más exitosas en la historia del boxeo británico está en puerta. A los 36 años de edad y después de 45 victorias consecutivas y numerosas victorias de campeonato, Calzaghe planea retirarse en la cima cuando se enfrente a Roy Jones Jr. en el evento principal de una cartelera Pague-Para-Ver de 12 rounds el sábado en el Madison Square Garden.

Mientras tanto, Jones no ve un final inmediato para su fabulosa y exitosa carrera. El campeón del mundo de cuatro pesos cumple 40 años de edad en enero pero siente que está pasando por un momento excelente a pesar de que los críticos lo desacreditarán como acabado.

La pelea de semipesados podría no cumplir con las expectativas de la velada Battle of the Super Powers pero sin dudas tiene el poder de capturar la imaginación.

Esto se da en parte a causa del impactante resurgimiento de Jones, después que todo parecía llegar al final.

Pocos boxeadores cayeron de la cima como Jones. Desde uno de los puntos más altos de su carrera con la victoria por el título de los pesados ante John Ruiz en el 2003, hasta cuando quedó tirado en el piso en manos de Glen Johnson en una impactante pelea 18 meses más tarde.

Después de la derrota de Jones por nocaut en dos rounds ante Antonio Tarver, la gran caída contra Johnson se vio particularmente devastadora.

De todas maneras aquí se encuentra peleando en su segundo Pague-Para-Ver consecutivo en el predio más famoso del mundo.

Jones ya no es el boxeador rápido que solía ser, y su velocidad de manos ya no es la misma, pero la victoria contra Félix Trinidad sugiere que aún puede ser competitivo al nivel más alto.

"Ahora me siento magnífico", le dijo Jones a ESPN.com. Nunca se trató de un tema de confianza. Se trataba del trauma de pasar de la categoría de pesados a semipesados. Mi cuerpo se deshidrató tras haber perdido tanto peso, eso es todo. Ahora mi cuerpo está completamente reajustado".

Cuando Jones venció a Trinidad regresó de un lento comienzo para anotar dos derribamientos, y por un momento parecía que iba a detener al popular puertorriqueño. "Tenía una lesión de bicep en mi brazo izquierdo tres semanas antes de la pelea", dijo Jones mientras explicaba por qué no pudo liquidar el pleito.

Jones parecía estar pasándola bien contra Trinidad, y se mostró relajado y afable en los momentos previos a la pelea. Su cordial relación con Calzaghe podría parecer sorprendente en una era cuando los boxeadores suelen intercambiar insultos, pero Jones viene haciendo esto hace tiempo y ya está por encima de estas cosas. "Joe y yo estamos realizando una co-promoción, tenemos que ser socios de negocios", dijo Jones. "Podemos ser enemigos por una noche y socios cuando todo termine".

Claramente Jones está disfrutando estar sobre el escenario y no quiere abandonarlo; mientras tanto Calzaghe busca terminar la pelea con prosperidad.

Calzaghe ha sido reconocido en Gran Bretaña como un boxeador elite, desde su victoria contra Chris Eubank hace 11 años, pero no fue hasta que Calzaghe venció a Jeff Lacy en marzo de 2006 que se convirtió en una superestrella a nivel global. Desde entonces ha cementado su status con victorias contra Mikkel Kessler y Bernard Hopkins.

Si, admite Calzaghe, es verdad que sintió que debía silenciar a los críticos, especialmente en Estados Unidos, donde era visto como un boxeador protegido. Culpa a las políticas del boxeo --dificultades con promotores y managers en las grandes peleas.

"Antes de la pelea con Lacy yo estaba frustrado", le dijo Calzaghe a ESPN.com. "He querido peleas de unificación desde que vencí a Eubank en 1997 y pensé: ¿por qué demoraron tanto? Quería pelear contra los campeones. No es una coincidencia que haya vencido a seis ex campeones del mundo, cuatro de ellos justo después que hubieran perdido sus títulos. Tenía todo por perder y nada por ganar. Ese fue el caso previo a la pelea de Lacy. Después de pelear contra Lacy, claramente vencí a Peter Manfredo, luego me senté y pensé: 'tengo que empezar a tomar control de mi carrera'. Insistí en la pelea de Kessler y la de Hopkins. Esas dos peleas mostraron de qué estoy hecho, fueron las más difíciles para mí, pero salí airoso".

"Creo que después de la pelea con Lacy me saqué muchas presiones de encima. De ahí en adelante sólo quería peleas importantes. Creo que Roy Jones será la cereza en el postre de mi carrera, y luego ya será hora de retirarme. Boxeo hace 25 años. Las cosas se ponen más complicadas a medida que vas creciendo, y ya logré lo que quería lograr, gané todos los títulos que quería y derribé a los nombres más importantes. Creo que después de la pelea de Jones no hay mucho más por hacer".

Vencer a Jones no es un resultado inevitable, claro está. Sólo un par de años los separan en edad. Jones está en tierra local en los Estados Unidos y aún hoy mantiene cierta aura, pero Calzaghe parece tener un estilo, velocidad y fuerza que se presentan como una verdadera amenaza para la leyenda del ring de Pensacola, FL.

Calzaghe ha demostrado la habilidad de cambiar tácticas en una pelea, y también demostró que puede levantarse del piso para ganar, como hizo con Hopkins y en peleas iniciales contra el peligroso Byron Mitchell y Kabary Salem. En la pelea con Hopkins, Calzaghe se sobrepuso a un mal comienzo y se llevó la victoria. Duró más que Hopkins esa noche.

"En términos amplios, tengo que mantenerme activo", dijo Calzaghe, "Pero Roy es un muy buen contra-boxeador y puede tener muchas ideas de mi pelea con Hopkins --pero no boxee a mi máximo allí. Tengo que tener cuidado. Tengo que usar mi presión, pero ser más inteligente. Roy es muy rápido y es peligroso con la mano derecha y el gancho izquierdo, que son los golpes ideales para derrotar a un zurdo. Creo que voy a dominar la pelea en la segunda mitad".

"Es realmente emocionante. Hace dos meses fui al Madison Square Garden cuando estábamos promocionando la pelea, sólo para sentir la atmósfera. Estoy realmente contento de formar parte de la historia, decir que boxee en el Garden, y creo que es una forma maravillosa de terminar mi carrera --boxeando en el Garden contra un grande como Jones".

De todas maneras, Jones no ve un final inmediato a una carrera profesional que comenzó hace casi dos décadas. "Dios me dio un don", le dijo Jones a ESPN.com "Y lo voy a usar hasta que desaparezca. El mundo verá la pelea la noche del 8 de noviembre".

Su despliegue de confianza hace que sea fácil empezar a creer que va a ganar la pelea. Después de todo, ganó sus últimas tres peleas. Sin embargo, la pelea del sábado probablemente sea una muy agotadora y más complicada que la que tuvo contra Trinidad. Desde el cuarto round Jones fue capaz de dirigir la pelea. Pero Calzaghe es rápido y muy rítmico a diferencia de Trinidad.

Jones establecerá el ritmo, intentando golpear a Calzaghe, con lo que inicialmente se va a tratar de una pelea de ingenio. Gradualmente lo más probable es que Calzaghe incremente su caudal de golpes al punto de tener a Jones desconcertado.

Cuando Jones vaya contra las cuerdas, Calzaghe va a acelerar sus asaltos.

La elección es Calzaghe por decisión --con la chance de una detención a último momento si puede mantener a Jones bajo fuego lo suficiente, como para que el árbitro sienta que su intervención es apropiada.