Por amor a la camiseta

BUENOS AIRES -- Nadie duda del talento de José Acasuso. Dueño de un gran saque y una derecha demoledora, el misionero demostró que puede ganarle a cualquiera cuando está enchufado. Sin embargo, muchas de sus victorias y derrotas dependen justamente de eso: de su ánimo y de su motivación. Este no fue el mejor de los años para el Chucho, pero ahora tiene un objetivo a mano y hará cualquier cosa por lograrlo.

El hombre de 26 años, nacido en Posadas, es una buena opción para el dobles y una alternativa para jugar un single y tiene experiencia en instancias definitorias en este torneo: de hecho, disputó el quinto punto de la final 2006 de Argentina ante Rusia, que perdió en Moscú.

NIÑO MARAVILLA
José tuvo una rápida inserción en el circuito profesional: en 1999, ganó su primer future, en Rosario, al derrotar en el mismo torneo a David Nalbandian y Guillermo Coria, por entonces campeones junior del US Open y Roland Garros, respectivamente. Al año siguiente, ya estaba entre los mejores.

En febrero de 2001 dio la gran sorpresa cuando, en su primer torneo ATP, Acasuso llegaba de la qualy para avanzar hasta la final, nada menos que ante el entonces Nº 1 del mundo, el brasileño Gustavo Kuerten, justo en Buenos Aires. Terminó la temporada por primera vez en el top-100, en el puesto 86°.

En 2002, tras una irregular primera mitad de año (cuyo mayor logro fue la conquista de la Copa Mundial por Equipos), Chucho tuvo una gran gira sobre el polvo de ladrillo europea y ganó su primer título de ATP, en Sopot. Luego llegó a su tercera final de ATP en Bucarest (cayó, justamente, ante el español David Ferrer) y siguió de racha en Palermo, donde volvió a alcanzar la final. Terminó el año en el puesto 41° del mundo.

FORTALEZAS Y DEBILIDADES Por Paola Suárez
FORTALEZAS •  La experiencia que tiene de haber jugado distintas instancias de Copa Davis. Estuvo en una semi y respondió muy bien. Y también jugó una final. •  Su servicio. Es un gran sacador y puede aprovecharlo en este tipo de superficie. DEBILIDADES •  El armado de la derecha es demasiado largo, demasiado amplio para una superficie tan rápida. •  Puede sufrir cierta falta de confianza, porque no fue uno de sus mejores años.

Tras un mal 2003 (cayó más de 60 puestos en el ránking), comenzó bien la temporada 2004 con semis en Buenos Aires y Costa do Sauípe, pero una lesión le impidió jugar en Roland Garros y encadenó una racha de malos resultados: seis derrotas consecutivas en primera ronda. Cortó la racha nefasta al llegar otra vez a la final de Sopot. Esta vez perdió ante un adolescente Rafael Nadal.

Ese mismo año consiguió su segundo torneo ATP en Bucarest, además de conseguir su primer título ATP en dobles y llegar a otras dos finales en esa modalidad.

En 2005 retomó su gran nivel: llegó a semis de Buenos Aires y St. Pöelten, en Roland Garros alcanzó su mejor actuación en un torneo de Grand Slam llegando a octavos de final y ganó dos títulos de dobles en seis finales disputadas. Terminó el año como 40° del ránking y demostró en la temporada siguiente que no era casualidad: ganó su tercer ATP, en Viña del Mar, llegó a semis del Masters Series de Hamburgo, a la final de Stuttgart (otra vez cayó con Ferrer) y alcanzó su mejor ubicación en el ránking al llegar al 20° lugar.

No se le dieron tantas alegrías desde entonces. Jugó su tercera final en Sopot, en 2007, y volvió a caer ante un español: Robredo. En 2008 apenas se destacó una semi, en Acapulco. Pero sus mejores actuaciones se vieron en Copa Davis donde casi siempre, y sobre todo como local, es una garantía.

EN LA DAVIS
Su aparición en la Copa se dio en un año histórico: debutó en 2006, cuando el equipo llegó a la final por segunda vez en su historia, y por primera vez desde 1981. En esa temporada dejó en claro que se sentía muy cómodo representando a su país: ganó como local los dos puntos de singles ante Suecia (Thomas Johansson y Bjorkman) en primera ronda, volvió a ganar junto con Nalbandian, el dobles ante Croacia (Ljubicic-Cilic) en Zagreb y se lució al vencer en una actuación notable a Lleyton Hewitt en el Parque Roca.

Ese punto resultó clave en el paso de Argentina a la definición del torneo. Y tuvo su premio: en Moscú, jugó ante Rusia el quinto punto de la serie. Si ganaba, le daba el primer título de su historia al país. No jugó mal, manejó bien la presión y -de hecho- se quedó con un set ante Marat Safin (llegó a estar 1-1 en sets). Pero perdió en cuatro y el festejo fue ruso.

En 2007 ganó un single y jugó el dobles (fue derrota, junto con Prieto) contra Austria, pero no lo llamaron para el duelo de cuartos ante Suecia. En esta temporada fue parte del duelo de primera ronda ante Gran Bretaña: hizo dupla con Nalbandian para ganar el dobles y se impuso a Bogdanovic el domingo, cuando la serie estaba definida. Volvió a jugar en el duelo ante Suecia, aunque cayó jugando mal en su duelo ante Soderling. Contra Rusia ni siquiera estuvo en el equipo.

Ahora vuelve. Quiere demostrar que sigue siendo copero. En total ganó siete partidos y perdió tres. Probablemente juegue el dobles frente a España, junto con Nalbandian o Calleri. Si amplía su récord positivo de victorias en esta final, Argentina tiene buenas chances de hacer historia.