BRISTOL-- Siento mucha pena, vergüenza y hasta indignación por lo que está por sucederle al fútbol en Ciudad Juárez. Alguien les puso el dedo encima, los marcó, los etiquetó y les señaló el camino hacia a la perdición. ¡Están condenados!
La lucha de intereses y de poderes en el futbol mexicano comienza siempre en esta época uno de sus episodios más dramáticos: la decisión de qué equipo va a descender.
La maquinaria de la trampa se puso en funcionamiento desde el año pasado, cuando la Federación Mexicana de Fútbol supo que el Necaxa tendría problemas para descender. Fue entonces que sobrevino una extraña decisión de cambiar el reglamento y abrir el mercado de transferencias para el receso invernal. Ellos, más el poder de una empresa que controla 3 equipos, le dio el poder al conjunto de Aguascalientes para cambiar totalmente su rostro.
Y no sólo eso: El Necaxa recibió las bondades de su hermano menor, el San Luis, que le cedió a Raúl Arias, el entrenador nacional más cotizado y más ganador de la última época.
El Necaxá esta salvado por lo que la lucha por no descender parece destinada a dos equipos: El Puebla y el Indios de Ciudad Juárez.
Pero el Puebla también tiene su historia. Y para darnos una idea de las fuerzas ocultas que impulsan al equipo, basta con acercarse al incidente que les ocupó durante la semana. La decisión gubernamental de tener a Cuauhtémoc Blanco vestido con la camiseta de La Franja debe propiciar todas las suspicacias que significa un encuentro político-deportivo.
"Me llevaron a una comida en casa de gobierno y me dijeron que si estaba interesado en Cuauhtémoc. Yo les dije que sí", cuenta el entrenador poblano José Luis Sánchez Sola.
El gobernador Mario Marín -por razones obvias- ha luchado intensamente en los últimos años por resarcir su imagen. Las elecciones para diputados están próximas en el estado, por lo que el gobierno poblano había ya firmado el cheque por 200 mil dólares para que Blanco jugara al menos 7 partidos. El tema tiene que ver con una cuestión política y seguirá siendo, para Puebla, una cuestión política prioritaria cuando el balón empiece a rodar este viernes por la noche.
La cuestión más importante del descenso, más allá de los refuerzos, del entrenador, del estadio, de la gente y del clima, son los árbitros.
Hay muchos ejemplos en los últimos años de ese tema: los mas frescos se refieren al Colibríes de Morelos y al Gallos Blancos de Querétaro. Basta unir algunas teorías, revisar videos, escuchar testimonios para entender que fue la FMF y sus poderes ocultos los que marcaron el destino fatídico de esas organizaciones. El arbitraje en México funciona como la GESTAPO en los días de Hitler. Es manejado como un grupo de presión para tomar las decisiones que mejor convengan a los intereses de los grupos en el poder.
Al Necaxa lo salva Televisa. Al Puebla lo salva el gobernador y al Indios de Ciudad Juárez no lo salva nadie...