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Vergüenza roja

El gerente general de los Cardenales John Mozeliak es un blanco fácil. Es un tipo sencillo con un porte subestimado, con un sentido del humor despreciativo hacia si mismo y un apellido difícil de pronunciar. Sustituyó a Walt Jocketty, uno de los ejecutivos más exitosos en el deporte, y trabaja junto con un mánager, Tony La Russa, que ostenta una influencia considerable y no tiene miedo de expresar sus opiniones.

En sus 13 años con el equipo, Mozeliak ha aprendido que los fanáticos de San Luis, a pesar que apoyan bastante el equipo, no se van a sentar a aprobar ciegamente las movidas de la gerencia cuando consideran que los dueños no han hecho lo suficiente como para mantenerse competitivos. ¿La prueba de eso? Tal y como Tina Fey dijo en su discurso reciente en los Golden Globes, "Si uno comienza a sentirse demasiado bien sobre si mismo, ellos tienen una pequeña cosa llamada la Internet.''

Cada gerente general en el béisbol que no se llame Brian Cashman está pasando este invierno explicando la razón por la cual su equipo está recortando gastos, pero el descontento es palpable en San Luis. Imaginen como se sentiría Gussie Busch si su nómina fuera de $100 millones y la gente comenzara a tildarlo de tacaño -- un adjetivo que algunos críticos han comenzado a aplicarle al actual presidente de los Cardenales Bill DeWitt Jr.

"La base de fanáticos parece estar molesta,'' dijo el columnista del diario St. Louis Post-Dispatch Bernie Miklasz en un escrito a principios de este mes. "En los programas de radio y en los blogs en la Red, donde la ira sube rapidamente, han habido conversaciones sobre un boicot, de clientes amenazando con regresar sus boletos de temporada completa. Ellos cuestionan el compromiso del equipo con ganar. Estan cansados de las excusas. No piensan gastar otro dolar hasta que las cosas cambien.''

Lo que nos hace preguntar: ¿Acaso los fanáticos de los Cardenales se han preguntado cómo debe ser el seguir el béisbol en el universo alterno conocido como Pittsburgh?

Si Mozeliak quiere más críticas constructivas, podría encontrarlas en el blog Viva El Birdos, donde los lectores han puesto una petición para que "Firmen a Ben Sheets.''.

Digamos que los fanáticos fieles están poco impresionados por el botín conseguido en la temporada baja, el campocorto Khalil Greene y los relevistas zurdos Trever Miller, Royce Ring y Charlie Manning.

Mozeliak personifica la difícil situación de un gerente de un equipo de pequeño o mediano mercado hoy en día. El construir un equipo desde la base es esencial. Pero cuando estás esperando porque tu sistema de fincas te rinda frutos a corto plazo, aunque sean beneficios marginales, eso es una licencia para ser azotado.

"Entiendo que, de muchas maneras, los Cardenales de San Luis son para muchos como un fondo público,'' dijo Mozeliak. "La gente tiene mucha pasión por lo que hacemos aquí, sus expectativas son muy altas. Y así debe ser. Sin su apoyo, no haríamos las cosas que hacemos.

"Pero probablemente hay una minoría más ruidosa que es más crítica de lo que hacemos, y eso no puede usarse de compás para tomar la dirección correcta. John Wooden dijo, 'Si uno falla en planificar, uno planifica para fallar.' Hemos delineado un plan y una estrategia. No tenemos miedo de desviarnos del plan si pensamos que hace sentido, pero no podemos hacer desiciones a la ligera que nos puedan causar problemas en el futuro.''

A pesar que los Cardenales terminaron en cuarto lugar la pasada temporada por primera vez desde 1999, no todo fue malo en San Luis. Los Cardenales mejoraron de 78 a 86 victorias, y estuvieron en contienda por el comodín de la Liga Nacional hasta que una mala racha de 2-10 en septiembre estropeara dicha posibilidad. La ofensiva fue la cuarta mejor en la LN en carreras anotadas y segunda en OPS, y el cuerpo de lanzadores, comandado por el coach Dave Duncan tuvo la séptima mejor efectividad, a pesar de haber obtenido apenas 17 entradas de Chris Carpenter y Mark Mulder.

Oh sí: Y ese tipo Albert Pujols ganó su cuarto Bate de Plata y su segundo premio de Jugador Más Valioso.

Los Cardenales subieron a 11 novatos el año pasado, el segundo total más alto en las mayores el año pasado, detrás de los 24 de San Diego. El jardinero Ryan Ludwick cumplió su potencial al conectar 37 jonrones y 113 remolcadas, siendo electo al Juego de Estrellas, y Rick Ankiel dió un gran paso adelante al lograr 25 cuadrangulares. Algunas de las movidas de Mozeliak también rindieron grandes frutos. Kyle Lohse ganó 15 juegos a cambio de su salario de $4.25 millones, y los Cardenales salieron como claros ganadores en el cambio de Troy Glaus-Scott Rolen en la tercera base con Toronto.

La temporada baja comenzó de manera promisoria. Los Cardenales dieron un golpe preventivo al firmar de vuelta a Lohse con un contrato de cuatro temporadas por $41 millones. Entonces llenaron su hueco en el campocorto al lograr un cambio por Greene, que tuvo una mejora de +64 en su OPS el año pasado en San Diego. Greene todavía es demasiado impaciente en el plato, pero su producción debe mejorar aun más ahora que ha dejado el Petco Park, donde sus batazos largos no llegaban con frecuencia a la cerca. Greene tiene un OPS de por vida de .658 en San Diego y una marca de .802 en el resto de la liga, así que hay razón para sentirse esperanzado.

Aún así, el enfoque mayor en San Luis es acerca de lo que los Cardenales no han hecho en este invierno. Ellos exploraron posibles cambios por Matt Holliday y Robinson Canó sin encontrar a nadie para dar a cambio. Perdieron en la puja por Brian Fuentes a pesar que le ofrecieron más que los $17.5 millones en dinero garantizado que Fuentes recibirá de los Angelinos.

Así que ahora, pendientes del sello de aprobación de La Russa, los Cardenales se irán con el joven Chris Pérez o Jason Motte como cerrador. Y el éxito de la rotación abridora pesa en los hombros de Carpenter, quien intentará recuperarse de sus problemas del brazo. Una rotación de Carpenter, Adam Wainwright, Lohse, Piñeiro y Todd Wellemeyer luce bastante bien en el papel. La pregunta es, ¿que pasaría si Carpenter sigue atormentando al equipo con sus continuos problemas de rehabilitación?

Mientras la base de fanáticos clama por Sheets o Jon Garland, los Cardenales se resisten a gastar $10 millones en un lanzador con problemas de salud o con un récord regular. En cambio, le darán la oportunidad a Mitchell Boggs, quien tuvo marca de 9-3 para el equipo Triple-A Memphis el año pasado y lideró la Liga de la Costa del Pacífico con efectividad de 3.45. Y si Boggs no es la respuesta, P.J. Walters, Clayton Mortensen y Jess Todd podrían estar esperando tu turno.

Sin que sea una sorpresa, el modo cauteloso de operar de Mozeliak tiene motivos económicos. Las ventas de boletos de temporada completa han sufrido una merma debido a la recesión, y los Cardenales se están preparando para la posibilidad de que se queden cortos de llegar a los 3 millones de fanáticos por segunda vez en 12 temporadas. En una entrevista con el escritor del diario Post-Dispatch Derrick Goold la semana pasada, el presidente del equipo Bill DeWitt III aceptó que el sentimiento en la ciudad ha sido "algo negativo'' en este invierno. Eso es correcto.

Si hay razones para sentirse optimista, es que la corriente de talento está más fuerte que nunca. En el 2005, la revista Baseball America catalogó el sistema de fincas de San Luis como el peor del deporte. Gracias a varios turnos productivos en el sorteo, bajo la dirección del gurú de escuchas y desarrollo de jugadoresJeff Luhnow, los Cardenales ahora tienen el 8º mejor sistema de fincas. Antes los Cardenales solían aferrarse a una luz brillante -- un Daric Barton aquí o un Dan Haren allá -- pero ahora el sistema de fincas está desarrollando jugadores élites y alguna profundidad.

Brett Wallace, seleccionado en primera ronda desde Arizona State, parece que está destinado a batear .330. Podría quitarle la tercera base a Glaus en el 2010. Y el jardinero central Colby Rasmus tiene 1,533 turnos en las menores en su résumé y a punto de llegar al estrellato. Rasmus bateó .251 en Triple-A el año pasado, pero tiene apenas 22 años.

Luego de negarse a jugar pelota invernal en República Dominicana para pasar la temporada baja ejercitándose, Rasmus llegó al Calentamiento Invernal del equipo luciendo en forma y listo para jugar.

"Podría estar bien que juegue Triple-A por par de meses, pero creo que va a jugar en Grandes Ligas este año,'' dijo Luhnow. "Ciertamente tiene el talento para hacerlo. A mucha gente le va a recordar a Jim Edmonds por la manera en que se comporta en el terreno. Sabe leer bien los batazos y lo hace lucir fácil. Tiene tanto alcance como cualquier otro jardinero que hayamos visto en mucho tiempo.''

En lo que vale, el resto de la División Central de la Liga Nacional no ha sido un bastión de actividad en este invierno. Los Rojos añadieron a Willy Taveras y Arthur Rhodes. Milwaukee se quedó corto en retener a CC Sabathia y podrían perder también a Sheets. Houston es un centro de rehabilitación con Mike Hampton y Russ Ortiz como candidatos a la rotación, y Pittsburgh firmó a Ramón Vázquez mientras cancelaron el propuesto cambio de Jason Jaramillo-por-Ronnie Paulino.

La temporada baja de los Cachorros ha sido una mixta, con la partida de Mark DeRosa, la apuesta de tres años en Milton Bradley, la adición de Joey Gathright y el ex Cardenal Aaron Miles, y los cambios que le costaron los prospectos Felix Pie y José Ceda en cambio por ayuda en el pitcheo.

No es seguro que Mozeliak haya terminado sus tareas en el 2009. Quizás cambie un jardinero -- digamos, Ankiel o Chris Duncan -- antes del Día Inaugural. Y los Cardenales no firmaron a Lohse hasta el 13 de marzo del año pasado, así que una adquisición en el entrenamiento primaveral no se descarta.

Hay un sentido de anticipación en San Luis este año con la llegada del Juego de Estrellas por primera vez desde 1966. Siguiendo la tradición, gran parte del Busch Stadium estará decorado con rojo.

¿Habrá béisbol de octubre en San Luis? Ahora mismo, los locales están escépticos.

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