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En busca de la supremacía perdida

MÉXICO -- Hace mucho tiempo que Estados Unidos dejó de ser un cheque al portador para México a nivel de selecciones. México no ha sido capaz de vencerlo en su casa desde el 3 de marzo de 1999. Fue en una Copa USA por marcador de 2 goles a 1. Manuel Lapuente era el técnico; Joaquín Beltrán y Joel Sánchez, los centrales; Alberto García Aspe, Salvador Carmona y Cuauhtémoc Blanco eran titulares indiscutibles. Otros como Rafael García, Raúl Rodrigo Lara y José Manuel Abundis están ya retirados.

Desde entonces México ha acumulado frustraciones que dejan claro el crecimiento del futbol estadounidense y el rezago del mexicano. La supremacía en la zona de Concacaf se ha perdido, no se tiene más.

El recuento es obligado desde el momento en que los dos grandes rivales del área aparecieron frente a frente en la jornada uno del Hexagonal Final rumbo a Sudáfrica 2010. Febrero 11 en Columbus, Ohio, una fecha que de inmediato quedó marcada en el calendario.

"En todos los partidos que jugué contra ellos sentía que podían hacernos daño", recuerda Luis Hernández, 93 veces internacional a nivel mayor por México. "Se les competía en su terreno, se sacaban buenos resultados, empates o triunfos. De un tiempo a la fecha, finales de los noventa, nos hemos acostumbrado tristemente a perder, cosa que es terrible en el futbol", comenta Ricardo Peláez, seleccionado mayor de 1989 a 1999.

"Al principio menospreciamos el futbol de Estados Unidos, y ha crecido muchísimo. Yo lo viví cuando jugué en la MLS. Primero me di cuenta que son unos atletas y también muy disciplinados", dice Carlos Hermosillo, quien jugó para Galaxy de Los Ángeles en 1998.

Estados Unidos ha vencido a México en los últimos nueve años no sólo en territorio estadounidense en partidos amistosos y oficiales, sino también en terreno neutral en la Copa del Mundo de 2002, sin duda la más dolorosa de todas las caídas, con el boleto a cuartos de final en disputa. El único lugar en el que México sigue dominando es cuando juega como local, en el Estadio Azteca.

El crecimiento estadounidense se remonta a mediados de los noventa según Steve Sampson, entrenador mundialista en 1998: "Fue a raíz de la creación de la MLS, ha sido consistente desde 1996. Gracias a eso tenemos jugadores a nivel profesional, junto con otros en Europa que nos han ayudado. Además EU ha clasificado a todos los Mundiales desde 1990".

EL PROCESO DE EMPAREJAMIENTO
El nivel futbolístico se ha igualado en el pasado reciente. Cuando buscamos explicaciones, saltan de inmediato a la vista razones que lo han provocado.

Mientras Estados Unidos llega con un crecimiento ordenado y consistente, México ha registrado constantes cambios en su filosofía. Bob Bradley fue asistente de Bruce Arena, su antecesor que venía de dos procesos mundialistas. Arena estuvo a su vez involucrado en la selección sub 23 de Estados Unidos cuando Sampson era el responsable de la mayor. Sampson trabajó con Bora Milutinovic rumbo al Mundial de 1994. Si nos damos cuenta, el proceso lleva una trayectoria definida. Los resultados están a la vista.

Sin ir más lejos, México le apostó a Ricardo La Volpe para el Mundial de 2006 y su sucesor fue Hugo Sánchez, con ideas futbolísticas totalmente diferentes. Cuando Hugo fue relevado, se buscó a Sven-Göran Eriksson. A la fecha hay dudas en relación con lo que el sueco pretende en la cancha.

El Matador Hernández comenta que México empieza a perder la supremacía ante Estados Unidos "en el momento en que cambia entrenadores y pierde continuidad. Además, en nuestro tiempo nos costaba mucho trabajo llegar. Hoy juegas cinco o seis partidos en Primera División, y ya estás en Selección".

"Ahora llevamos diez años ejecutando el Plan 2010. El reto es ganar el Mundial en 2010, sabemos que es muy difícil, pero con decirlo cumplimos el primer paso", dice Sampson. "El segundo paso es que las selecciones nacionales a nivel juvenil y la mayor ya están jugando contra equipos grandes como Inglaterra, España, Italia, Brasil, etc. Tenemos que jugar fuera del área de Concacaf para aumentar nuestro crecimiento. México tiene que hacer lo mismo. Sin jugar contra los mejores no vamos a progresar".

La realidad es que México no está haciendo lo mismo. La Federación Mexicana de Futbol se ha llenado de compromisos amistosos de poca exigencia en la Unión Americana para cumplir con un contrato de promoción de partidos con la empresa Soccer United Marketing (SUM), muy lucrativo en lo económico pero poco provechoso en lo deportivo.

Sampson continúa con un tema que sigue sin ejecutarse como es debido en el futbol mexicano. "Otro paso es que cada equipo profesional tenga fuerzas básicas Sub-12 hasta Sub-19. La federación ha identificado a los ochenta mejores clubes juveniles de los Estados Unidos y ha creado una liga de alto nivel. Todo esto más la inversión de millones y millones de dólares en becas para jugar en las universidades ha ayudado mucho".

Más allá del quinto partido en un Mundial, con el que el futbol mexicano parece obsesionado, habría que preguntar si se está haciendo algo de lo anterior. Esos cimientos son los que provocan un cambio estructural, real, sólido en el futbol de un País. Recursos, talentos, medios, instalaciones y afición en México existen, falta un plan maestro como el Reto 2010 que lleva una década ejecutándose en Estados Unidos.

Peláez toca un punto fundamental. "Hay que cuidar nuestra Liga. Si lo hacemos vamos a tener mejores jugadores, va a ser más competitiva. La Selección se alimenta de la Liga… Hay que trabajar en el aspecto físico. Ser más veloces, más explosivos y sumar esos elementos a la técnica individual. Ni hablar de la parte mental".

LA PARTE MENTAL
Un Estados Unidos contra México se enfrenta hoy distinto a como se hacía hace quince años. Los vecinos del norte no entran más como víctimas propiciatorias.

Steve Sampson recuerda que "antes de 1992 los jugadores de Estados Unidos estaban muy nerviosos con entrar a una cancha a un partido contra México. No se tenía el carácter necesario. Cuando Bora Milutinovic llegó, empezó a cambiar la mentalidad no sólo para enfrentar a México, a cualquier rival del mundo… Ahora no tememos a nadie, a nadie".

Peláez aporta un ejemplo de cuando fue Director de Selecciones Nacionales en el Mundial de 2002. México había clasificado a octavos de final con Javier Aguirre y esperaba rival. "Escuché jugadores y directivos que preferían que nos tocara una potencia y no Estados Unidos. Ya íbamos perdiendo el partido antes de jugarlo. No queríamos que fuera EU porque existía cierta obligación de ganarle". A fin de cuentas México quedó eliminado ante EU en Jeonjú por 2-0.

La parte futbolística
Volvamos al 11 de Febrero. El partido en Columbus, Ohio, representa el punto de partida de una eliminatoria en que se reparten tres boletos directos y uno vía repesca para Sudáfrica 2010. Las cosas no terminan después de ese partido. Como tal hay que entenderlo.

México no contará con los suspendidos Fernando Arce, Gerardo Torrado y Carlos Vela, ni con el lesionado Johnny Magallón. Además las exhibición es más recientes como visitante ante Jamaica, Canadá y Honduras dejan pocas conclusiones positivas. Bob Bradley ha trabajado con un grupo de 22 jugadores de la MLS desde el 4 de enero. Sven-Göran Eriksson apenas pudo sumar sus primeras horas de trabajo en cancha en este 2009 hasta poco antes del juego.

"Creo que se va a buscar algo diferente. Siempre salimos a proponer y nos ganan con contragolpe o pelota parada. Ha sido la historia de muchos partidos contra EU. (Esta vez) si no me quieres atacar, no te ataco. Trabamos el juego en medio campo y a mi portería no llegas, con un buen esquema defensivo. Estamos en una eliminatoria, me traigo el empate de tu casa, que es benéfico", es lo que Peláez espera para el 11 de febrero.

"EU juega un futbol de mucha marca a presión que a México le incomoda. Tenemos buenos jugadores, pero ellos tienen un conjunto muy sólido, que sabe lo que quiere", comenta Hermosillo. "México tiene que ser un equipo muy concentrado, debe jugar fácil, rápido y recuperar la posición".

Sampson comenta: "Será un partido de mucha presión para los dos. Pero en realidad significa muy poco respecto al reto grande para los dos equipos. Ambos van a clasificar al Mundial. Lo más importante es llegar a la tercera ronda y nada menos que eso".

No hay duda de que el juego es especial, que el ánimo se polarizará sea cual sea el resultado. Pero el futbol mexicano no puede olvidar dos cosas muy importantes. Primero que es apenas el inicio de la eliminatoria. Segundo, y más importante, preguntarnos si el trabajo que hay detrás de la Selección Mexicana es el debido. ¿Se están haciendo correctamente las cosas a todos los niveles? ¿Qué tan sólidas son las bases para tener un mejor futbol mexicano? ¿Vale la pena llenarnos de partidos amistosos de poca monta nada más porque es buen negocio? ¿Qué tan competitiva es nuestra Liga con un sistema que no fomenta la excelencia? ¿Qué tanto se provoca el surgimiento de nuevos valores en los equipos profesionales para nutrir a las diferentes selecciones? No lo perdamos de vista.