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Con él, no hay problema

CLEARWATER, Fla. -- Mike Schmidt sabe que no habla a nombre de todos los miembros del Salón de la Fama que están vivos, pero si Alex Rodríguez se une a dicho grupo algún día, Schmidt dice que él le daría la bienvenida a dicha fraternidad.

"¿Qué si yo le daría la bienvenida? Claro, yo lo haría -- si lo eligen al Salón de la Fama," dijo Schmidt el miércoles luego de llegar al campo de entrenamiento primaveral de los Filis de Filadelfia como instructor especial.

Schmidt fue electo al Salón de la Fama en el 1995 con el 96.5 por ciento de los votos, el tercer total más alto de la historia en aquel momento -- detrás de Ty Cobb y Hank Aaron -- de cualquier jugador de posición. Al serle preguntada la razón por la cual no tendría reparos en aceptar un usuario confeso de esteroides como compañero en Cooperstown, Schmidt dijo que él ve los dos lados de este asunto.

"Soy un hombre. Siempre parecía que estuviese caminando por encima de todo, por el mismo medio de la cerca," dijo. "Puedo entender a los tipos de la vieja guardia que utilizan los términos, 'Él hizo trampa, él hizo trampa, él hizo trampa.' Y [entiendo] a los otros tipos que dicen, 'Era algo cultural en ese entonces, y si tu jugaste, también te debieron haber tentado a hacerlo.'"

De hecho, cuando se le preguntó a Schmidt de manera directa sobre si pensaba que hubiese sido atrapado utilizando drogas para mejorar el rendimiento siendo parte de su era, él respondió: "Muy probablemente. ¿Por qué no?"

"Un término que pienso que se ha sobreusado demasiado, especialmente por parte de Alex, es 'cultural' -- la cultura de la era en la que jugó," dijo Schmidt. "Nosotros tuvimos una cultura cuando yo jugué. Hubo una cultura en la era en la que Babe Ruth jugó. Y en los 60, hubo una cultura. Así es que funciona en la vida. Y aparentemente -- yo no estuve involucrado, pero por lo que he escuchado de todo el mundo -- esa era la cultura en los 90 y principios de los 2000. La tentación tuvo que haber sido tremenda para los jugaodres de Grandes Ligas en ese entonces."

Pero cuando se le preguntó si pensaba que el ser "joven y estúpido" era una explicación aceptable para lo que hizo A-Rod, Schmidt dijo: "Joven y estúpido quizás suene mejor cuando uno tiene 12, 13, 14 años, contrario a cuando tienes 23, 24, 25 y 26."

Schmidt había dicho en el pasado que identificaba a Rodríguez como un tipo con problemas para conquistar la parte mental del juego. Así que no es sorpresa que Schmidt sienta, de parte de un tipo en medio del fuego, que Rodríguez "lo ha manejado muy bien -- de la mejor manera que uno puede hacer control de daños, supongo."

"Pienso que él está haciendo lo mejor que puede hacer, basado en quien es y la ciudad donde juega y la presión que tiene," dijo Schmidt. "Él tenía dos alternativas -- enfrentarlo o esconderse. Y no creo que haya nada entremedio de eso. Hemos visto algunos tipos que se han escondido, y hemos visto como han cambiado sus vidas. Y pienso que el enfrentarlo cara a cara es la mejor manera para alguien como Alex."

Schmidt admitió que le sorprendió muchisimo la noticia, como a cualquier otro fanático, diciendo, "Como un fanático, sentí mucho la noticia también." Pero dijo que no estaba particularmente interesado en seguirle preguntando cosas a A-Rod o seguirle sacando sonidos.

"Lo miro más del lado psicológico," dijo. "Esto es lo que es interesante -- cómo los fanáticos de los deportes escogen a sus héroes, cómo nosotros como raza humana escogemos a nuestros héroes, y cómo nuestros héroes parecen siempre decepcionarnos. Sabes, cuando escoges un héroe del deporte, él en algún punto te decepciona. ...

"Mi punto de vista en todo esto es, más allá de tener a Alex Rodríguez como un héroe, o a Roger Clemens como un héroe, ¿que les parece tener a alguien peleando en la guerra en Irak, o un cirujano del corazón, o a Barack Obama?. ¿Por qué no enfocarnos más en personas que realmente importen algo en el mundo?"

El escritor senior Jayson Stark cubre béisbol de Grandes Ligas para ESPN.com.