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La prueba que necesitaba

Juan Carlos Gómez (der.) está muy confiado, pero Vitali Klitschko no se caracteriza por intimdarse AP

A sus 35 años de edad, y a sólo unos días del duelo ante el ucraniano Vitali Klitschko, Juan Carlos Gómez dice sentirse "mejor que cuando era un jovencito en el boxeo".

La frase suena a cliché, claro. Aunque al verlo, si se tienen en cuenta todas las batallas que ha librado el cubano – tanto dentro como fuera del cuadrilátero --la verdad es que no hay por qué no creerle.

Gómez no pierde desde agosto de 2004 (incluyendo ocho combates) y a pesar de que el próximo sábado en Stuttgart no saldrá como favorito, tiene ante sí la enorme oportunidad de convertirse en el segundo latinoamericano en alzarse con el título de los pesados, después del puertorriqueño John Ruiz.

Tras una buena campaña como aficionado --aunque no logró representar a su país en Juegos Olímpicos-- Gómez (44-1-0-1, 35 KOs) escapó del régimen de Fidel Castro durante un torneo en Halle, Alemania, en marzo de 1995, y firmó contrato con la poderosa promotora germana Universum Box Promotions.

Debutó como profesional en mayo de 1995 y sólo tres años más tarde se consagró como campeón crucero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al derrota al argentino Marcelo Domínguez.

Tras nueve defensas exitosas, este zurdo de gran técnica renunció al cetro. Eso sí, durante esos casi cuatro años de reinado Gómez había demostrado ser invencible en ese peso. Porque si bien es cierto que en aquella época no había grandes figuras en la división, el cubano le sacaba una gran ventaja al resto.

Hacia principios de 2002 Gómez realizó su incursión entre los pesos completos.

Tras algunas victorias que hacían pensar en que su talento estaría a la altura de las circunstancias en esa nueva división para él, sin embargo el cubano comenzó a tener problemas con su promotora y con el fisco alemán y decidió mudarse a Miami, en 2003.

Pero esa iba a resultar una de las peores decisiones de su vida. Porque estando allí no tomó su carrera con seriedad. Como resultado, sufrió una inesperada y contundente derrota por nocaut en el primer asalto ante su compatriota Yanki Díaz, en agosto de 2004.

Gómez arregló los asuntos pendientes con la promotora Universum, con la que de todas maneras seguía teniendo una relación tirante y volvió a Alemania.

Pero en octubre de 2005 sufrió otro duro revés, cuando tras vencer por puntos al estadounidense Oliver McCall su control antidopaje resultó positivo de cocaína.

El cubano siempre mantuvo su inocencia, y hasta llegó a culpar a la promotora, aduciendo que se trataba de una venganza. No obstante, tuvo que cumplir una sanción de un año y el resultado de la pelea con McCall se cambió a Sin Decisión.
Ya bajo el ala protectora de otra promotora (Arena Box Promotions), en octubre de 2007 Gómez volvió a vencer a McCall, esta vez por una eliminatoria del CMB.

En una segunda eliminatoria, Gómez venció también claramente al ucraniano Vladimir Virchis y aseguró así su oportunidad mundialista.

La chance, entonces, será el próximo sábado ante el mayor de los hermanos Klitschko, que a sus 37 años decidió regresar al boxeo. Y lo hizo con un categórico triunfo ante el nigeriano Samuel Peter, en octubre pasado.

¿CUÁLES SON LAS CHANCES DEL CUBANO?

Por un lado, Klitschko ha hecho sólo una pelea en los últimos cuatro años. Y en aquella victoria ante Peter prevaleció únicamente gracias a su mayor potencia, ante un rival lento, que rara vez lanza combinaciones.

Por el otro, si bien nadie duda de las habilidades boxísticas de Gómez, es cierto que éste nunca se enfrentó a oposición de real nivel en este peso.

Sus mejores victoria fueron ante veteranos como McCall y Virchis, lo cual no tiene mayor trascendencia. Y, aún así, el cubano ni siquiera pudo imponerse con contundencia, debido quizás a su falta de pegada en esta división.

Por eso, sus posibilidades ante Klitschko no son demasiadas. Por un lado, tendrá que cuidarse permanentemente de una derecha envenenada, sin garantías de que su mandíbula logre resistirla.
Esto, por el otro, hará que se dificulte más de la cuenta su propio trabajo ofensivo. Considerando la gran ventaja de tamaño a favor de Klitschko, Gómez tendrá que esforzarse mucho para imponer su mejor boxeo sin morir en el intento.

Pero la realidad es que en sus últimas presentaciones el cubano lució bastante lento, quizás debido a que su físico reflejaba excesos. Por ende, si su recurso clave – la velocidad para contragolpear, metiéndose por entre la guardia del ucraniano – no funciona en toda su capacidad, Gómez tendrá una noche muy complicada.
Lógicamente, la Pantera Negra opina exactamente lo contrario.

"Nunca he estado tan preparado. Vitali se sorprenderá con lo que puedo hacer. Destrozaré la leyenda de Klitschko. Soy más joven y rápido que él. Seré demasiado rápido para ese robot. Vitali no podrá golpear lo que no puede ver", afirma.