<
>

Héroe singular

LOS ANGELES -- Como todo un veterano del béisbol, Ichiro Suzuki se preparó mentalmente para hacer su trabajo en la décima entrada del juego final del Clásico Mundial de Béisbol. Y como en la mayoría de las ocasiones, su preparación rindió frutos.

"No me dieron la base intencional, pero eso no me sorprendió. Además, después de mí, venía Nakajima, que es un bateador peligroso. Así que había la posibilidad de bases llenas, y yo sabía que tenía que luchar contra eso, así que no estaba tan sorprendido", dijo Suzuki.

El jardinero perteneciente a los Marineros de Seattle en las Grandes Ligas conectó el sencillo remolcador de la victoria para Japón en la décima entrada, que eventualmente le dio la victoria a los japoneses y su segundo trofeo mundial consecutivo. Pero recalcó que esta victoria tuvo algo especial.

"Con la presión y las expectativas del bicampeonato sentía que era imposible mejorar mi actuación bajo dicha presión. Pero personalmente, creo que hubo mayor dolor y sufrimiento que usualmente yo no siento, pero que esta vez sí sentí. En el caso de Corea, sentía que era un equipo demasiado fuerte, realmente lo sentí", afirmó Ichiro. "Cuando llegué a la segunda base, actué de la manera que siempre lo hago. Si no lo hago así, no podría seguir siendo quien soy".

Con dos cetros del Clásico Mundial en su bolsillo, Suzuki no quiso soltar prenda sobre su futuro en la novena japonesa para futuros eventos.

"Esa es una pregunta realmente difícil. Quedan cuatro años para el próximo Clásico (2013). Ni siquiera sé si estaré vivo en ese entonces", dijo riéndose Ichiro.

RESPETO PARA EL RIVAL

Aún en la victoria, el mánager del ahora bicampeón mundial Japón, Tatsunori Hara, no quiso menospreciar la calidad de su rival Corea, a quien venció 5-3 en un emocionante final en 10 entradas en el Clásico Mundial de Béisbol.

"Creo que el béisbol coreano tiene un gran estilo. Es un gran país que tiene un estilo impresionante. Tiene poder organizacional y velocidad. Su béisbol está a nivel mundial", dijo Hara. "Jugamos contra Corea cinco veces y tuvimos marca de 3-2. Tuvimos una ligera ventaja. Pero el hecho de que dos asiáticos llegaran a la final del Clásico dice mucho de nuestro béisbol".

Japón se llevó a casa su segundo trofeo seguido del evento gracias a un sencillo remolcador de Ichiro Suzuki en la décima entrada, empujando las dos anotaciones que le dieron la victoria a los nipones.

"Creo que ese hit de Ichiro es algo que nunca voy a olvidar. Es una imagen que quedará por siempre en mi mente. Esperaba ganar, pero el hecho de que fuera un juego tan cerrado lo hace más especial. Somos los número uno del mundo. Me siento agradecido de haberlo logrado", afirmó Hara.

Sin embargo, la victoria no estuvo exenta de controversias, ya que Yu Darvish, quien había lucido dominante hasta el momento en el torneo, flaqueó al entrar en labor de relevo por los japoneses en la novena entrada, al permitir las carreras del empate para los coreanos.

"Bueno, en el bullpen tenía varios lanzadores, pero escogí el que yo creí que era el mejor. Por eso lo puse ahí", dijo Hara.

El capataz nipón tampoco quiso comentar sobre la alegada falta de comunicación entre los peloteros coreanos, que desembocó en que Ichiro no recibiera el boleto intencional en la décima entrada, lo que le permitió conectar el hit remocador decisivo.

"Bueno, no hay nada que pueda decir al respecto. Sólo puedo decir que en ese momento pensé que querían jugar directo contra nosotros. Esa es la manera en que lo vi. Así que no sé qué decir sobre eso", afirmó Hara.

Por su parte, el lanzador abridor Hisashi Iwakuma, quien registró un gran partido a pesar de no salir con la victoria, dijo que pudo establecer su plan de juego según establecido.

"Con respecto a los hits coreanos, sentía que ellos bateaban derecho, así que tenía que mantenerme controlado y lanzando bajo. Logré calmarme y pude hacerlo. Sentí que pude dar lo mejor de mí", dijo un emocionado Iwakuma.

Finalmente, tanto Iwakuma como el dos veces JMV del Clásico, Daisuke Matsuzaka, afirmaron sin duda que quieren mantenerse en el equipo japonés para futuros Clásicos.

"Mientras siga siendo jugador, quiero seguir siendo invitado a esto. Así me siento", dijo Matsuzaka. "Esta fue mi primera vez y me divertí mucho. Fue por el orgullo de Japón, y si es posible, quisiera participar nuevamente", finalizó Iwakuma.