Jeff Bradley 15y

Detrás de la historia

No es inusual que una idea cambie de la presentada a la impresa.

En mis 11 años en The Magazine, no puedo decirles cuántas veces ha sucedido. Usted presenta una idea a su editor y es aprobada, sólo para descubrir durante la etapa de reporteo que hay una historia mejor, o al menos una diferente, allá afuera.

Regularmente, el cambio de ángulo es rápido, cuestión de horas, quizás días. Pero en el caso de Manny Ramírez, el proceso tomó casi un año.

Todo comenzó el pasado mes de mayo cuando varios escritores de béisbol del Mag se encaminaron a hacer una historia sobre el "Nuevo Manny". ¿Recuerda cómo se estaba abriendo a los medios por primera ocasión? ¿Más cómodo con sus destrezas de inglés?

¿Hablando sobre cómo leyó el libro "The Secret" y era, para todos efectos, una persona más positiva?

Bueno, nosotros no lo creímos -- habían demasiadas historias que decían lo contrario. Esperábamos compilar las mejores historias de "Manny es Manny" y entendíamos que el "Nuevo Manny" era sólo otro momento de hacer una crónica en el camino.

Comencé a hablar con miembros de los Medias Rojas sobre qué hace a Manny diferente y continué con los Dodgers esta primavera -- aún cuando Manny no había firmado todavía con la novena. Resultó que no hay respuesta fácil a esa pregunta. Pero consideré que no hay jugador más observado en el béisbol que Manny Ramírez. Desde sus rituales antes del juego a todos los elementos de su swing, hasta su actitud despreocupada, los jugadores quieren saber exactamente cómo Manny es quien Manny es.

Cuando me le acerqué a Manny en Boston y le extendí mi mano para estrechársela, se rehusó. En vez de ello, me abrazó. "¡Qué bueno verte, hombre!", dijo Manny palmoteándome la espalda. Cuando le pedí por algunos minutos de su tiempo, me dijo "¿más tarde, hombre!"

No valió la pena esperar.

Manny tenía un puñado de líneas que había ensayado, o así parecía. Habló mucho sobre cómo, con su contrato, estaba en una "gran situación" y que entendía que "es un negocio". Dijo que para él estaría bien con "lo que pasara".

Para cuando fue canjeado a los Dodgers en la fecha límite del 31 de julio, esas frases lucían ridículas. Menos mal, teníamos un presentimiento que "Manny habla de Manny" no era la manera de acercarse a este artículo.

En vez de ello, buscamos historias de personas cercanas a Manny, y creo que agarramos algunas buenas. Jonathan Papelbon, por ejemplo, me contó una historia sobre cómo él trató de bromear con Manny sobre usar la misma ropa dos días corridos -- "¿Con todo el dinero que ganas?" -- pero Manny no se rió. En vez de ello, insultó a Papelbon. "No tenía mala intención con ello", dijo el cerrador de los Medias Rojas. "Pero me di cuenta bien rápido que necesitaba disculparme. No creería que una persona como Manny sería tan sensitiva, pero aprendí algo ahí".

También conocí, a través de un ejecutivo de los Medias Rojas, que Manny era tacaño con su dinero.

"Se volvía histérico sobre el pago de sus imprevistos en la factura del hotel", dijo el ejecutivo. "Pero había una época en que pasaba un mes sin depositar una cheque de bonificación de seis cifras. Le pregunté si se daba cuenta el interés que había perdido al no poner ese dinero en una cuenta. Pero eso no le molestaba a Manny. Todavía estaba furioso por el cargo de diez dólares por la Internet".

De la manera que la campaña del 2008 se desarrolló, la historia de "Lo mejor de" nunca se materializó. No parecía apropiado, dado todo lo que estaba cambiando a diario en el Mundo de Manny. La "gran situación" de la que habló se estaba convirtiendo en una agria y fea disputa.

Luego de dejar de esforzarse con los Medias Rojas (un hecho que él ni siquiera disputa en su autobiografía "Being Manny", que será publicada pronto), Manny promedió .396 con 17 jonrones y 53 impulsadas en 53 partidos con los Dodgers. Probó que cuando está en la onda de batear, Manny está en una liga aparte.

"Una liga más alta", me dijo Casey Blake, de Los Ángeles. "Y él es el único que juega en ella".

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