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Hablemos de San Antonio

San Antonio Spurs

(Getty Images)

La consistencia de Parker y el progreso de Duncan y Ginóbili son aspectos clave para los Spurs

BUENOS AIRES -- Luego de la derrota de los Spurs frente a los Cavaliers en el Quicken Loans Arena, varios analistas se frotaron las manos y dijeron: "Okey, un problema menos".

A simple vista, el equipo de Gregg Popovich no fue medida para el de Mike Brown. Perdió por 20 puntos, nunca pudo hacer pie y por momentos evidenció ser un equipo pesado, de poco movimiento, con problemas para defender y con pocas ideas para atacar.

Incluso, fue la sexta derrota para San Antonio en siete juegos contra los Cavaliers en serie regular, cayó a un récord de 9-15 contra equipos con .600 o mejor porcentaje de victorias y Brown amplió su récord sobre Popovich a 6-2 (sólo Del Harris lo supera en juegos frente a frente contra el entrenador de ascendencia serbia).

Pero claro, a veces sucede en la NBA que a un equipo le sale todo bien y al rival, todo lo contrario. Y eso fue un poco lo que hizo que el marcador sea tan abultado el domingo. Para los que no crean este tipo de situaciones, sólo hace falta que revisen lo que le pasó el viernes a los Cavaliers en el Amway Arena.

Entonces, el consejo es el siguiente: no saquen conclusiones apresuradas sobre los Spurs. Pese a perder tres de los últimos cuatro juegos, sería un error grave descartarlos en la pelea por el título. Tienen experiencia, tienen talento, tienen defensa. Y aunque parezca ilógico, a fin de serie regular el equipo se está reeducando. La reincorporación de Manu Ginóbili y la llegada de Drew Gooden le dan nuevas posibilidades al equipo, pero a la vez los roles del resto de los jugadores se modifican y eso puede hacer que se de un paso atrás para luego dar dos adelante.

¿Tienen problemas los Spurs? Seguro, hay cosas por mejorar ¿Son solucionables? Definitivamente.

De cara a la postemporada, haremos una radiografía de la franquicia de San Antonio, y trataremos de abarcar la mayoría de los puntos de análisis del equipo:

  • Sobre la defensa general. Todos sabemos que los Spurs son un equipo netamente defensivo, de hecho reciben sólo 93.5 puntos por juego. Entonces ¿Alguien me puede decir la razón por la que el Thunder le hizo 96 puntos, los Pacers 121 y los Cavaliers 101 en los últimos tres juegos? Imagino a Popovich realmente preocupado con este tema. Tomemos el juego ante Cleveland del domingo, un rival directo, para abordar este tema. El balance defensivo fue bueno, pero el problema estuvo con la defensa estacionada. Es cierto, debemos rescatar que LeBron James jugó un partido brillante, pero ¿No fue un error de San Antonio colocarle a Michael Finley de entrada para defenderlo? James tomó confianza en ese primer cuarto, luego lo marcó Roger Mason y siguió igual, luego mejoró con Manu Ginóbili, que lo pudo detener en un par de ataques -claro, la diferencia física sobre estos tres jugadores era alarmante y no valía la pena arriesgar nuevamente el físico del argentino, por la que cambiaban el matchup defensa a defensa- y luego hicieron agua Bruce Bowen primero, Ime Udoka -con el porte físico ideal para defenderlo- y Drew Gooden.

    En cuanto a los atrapes en las esquinas, no estuvieron nada mal. Fueron intensos, con determinación. El problema se dio en la velocidad de piernas de los tres jugadores libres para cubrir los lanzamientos a distancia cuando la pelota giraba en busca del hombre desmarcado: Mo Williams (4-6 en T3) y Delonte West (2-4), verdugos desde detrás del arco, rara vez tomaron tiros incómodos desde las esquinas. Esto se vio también con la defensa del pick and roll. Tras la cortina del interno, jugadores como Williams, James o West, tomaron tiros cómodos y por ende, los transformaron en dos puntos.

    Debemos hacer un párrafo aparte para Bowen y Udoka, dos especialistas defensivos del equipo que se encuentran en un bajísimo nivel de confianza. Y eso se traduce en minutos sobre el parquet: Bowen promedió 17 minutos en cancha en los últimos cinco juegos y Udoka 13.6.

    Otro punto abordable desde la defensa tiene que ver con el puesto de ala-pivote. Matt Bonner es una garantía a la hora de anotar, sobre todo en triples, pero en defensa no da el mismo trabajo que daba Fabricio Oberto al quinteto y que le da actualmente Kurt Thomas cuando ingresa, dos perros de presa defensivos. El caso de Gooden, un jugador en adaptación, responde a la lógica de Bonner: aporta en ataque pero aún está en deuda en defensa. Bonner promedia 3.4 rebotes por juego y Gooden 3.2, en los últimos cinco. Demasiado poco.

    Con Tony Parker, sus puntos en ataque están tapando los problemas que tiene para defender el puesto de perímetro. Deja muchos lanzamientos libres, le cuesta presionar el pique y los bases rompen fácil la primera línea de defensa. Sin dudas, un punto a mejorar para esta versión en ascenso del francés.

    La vuelta de Ginóbili y la llegada de Gooden. Una de las mejores noticias para los Spurs en los últimos tiempos fue la reincorporación de Manu Ginóbili a la rotación, tras su lesión de tobillo -ante los Cavaliers salió golpeado en la zona y no jugó en el último cuarto, esperemos que no sea nada grave-. El escolta argentino es fundamental en este equipo, tanto para atacar como para defender. Todavía está un poco indeciso a la hora de penetrar hacia el aro y confía demasiado en su tiro de tres puntos, siendo quizás uno de los mejores tiradores de la Liga en situaciones de presión. Pero esto debería ir mejorando juego a juego ¿Qué le da Ginóbili en lo inmediato a los Spurs? Es uno de los mejores pasadores en 45º, por lo que Duncan recibirá mucho más juego que el que estaba teniendo -tomemos el partido ante Cavaliers como excepción a la regla- y es un tirador letal desde la línea de libres, sobre todo en segundos cruciales.

    Hoy en día hay una superpoblación de perimetrales en el equipo, por lo que se tuvo que abordar con la ausencia de Manu: Finley, Mason, Hill, etc. El domingo, Ginóbili jugó de dos pero también tuvo que cumplir funciones de alero pequeño, cuando Mason y Finley estaban en cancha con él. Todavía se está trabajando sobre la readaptación de roles para que no se "choquen" entre sí los jugadores. El argentino está bien, pero, siempre y cuando su tobillo permanezca sano, irá de menor a mayor. Su mejor versión estará en la postemporada, no hay que apresurarse a sacar conclusiones antes de tiempo.

    Sobre Gooden, ha sido una gran adquisición para este equipo. En ataque es una opción más que valedera, y lo demostró ante los Cavaliers al dominar bajo los tableros en el tercer cuarto, cuando Duncan era sólo una sombra de lo que habitualmente es. Gooden debe mejorar en defensa y terminar de consolidar su aprendizaje en los sistemas de los Spurs. Va por el buen camino, pero todavía puede darle más a este equipo.

    ¿El monstruo de tres cabezas? Hace ya varios años que conocemos el terceto maravilla de los Spurs: Tony Parker, Manu Ginóbili y Tim Duncan.

    Pero la realidad, es que por ahora parece ser un monólogo de Parker. El base francés ha mejorado mucho su producción ofensiva y casi ha sido por necesidad: Duncan y Ginóbili no han estado en plenitud física y alguien tenía que cubrir al resto de las estrellas.

    Parker acopló a su capacidad de penetración en velocidad, un tiro de media distancia que antes no tenía. Sus números han crecido mucho en cuanto a anotación -promedió en los últimos partidos 20.8 puntos y 6.2 asistencias por juego-, y se han mantenido en asistencias. Por definición, Parker es un base de explosión, que le da al juego un vértigo inusual, al romper las defensas con pique como muy pocos jugadores pueden hacerlo.

    Ahora bien, esto no es lo que más beneficia a un equipo como San Antonio, que necesita que las opciones de de tiro en cada ataque estacionado sean Duncan, Duncan y Duncan. Entonces, no sirve desde lo grupal que Parker haya tomado 68 tiros en los últimos cinco y Duncan sólo 53. La mayor efectividad está debajo de los tableros y Duncan en los postes es una garantía. Esperemos que Parker no caiga en el virus de los Rockets de principio de temporada, constituido por el combo tirador de Alston y Brooks con Yao de espectador de lujo. Con Ginóbili de regreso, todo está dado para que Tony se dedique más a asistir que a lanzar, de esa forma estarían nuevamente los frentes cubiertos en SA.

    En otro aspecto, el domingo vimos una versión desconocida de Timmy D, y eso sí que tiene que cambiar urgente para que los Spurs tengan chances. ¿Cómo puede ser que Duncan haya tenido sólo 2-7 en tiros de campo (6 puntos) y siete rebotes contra los Cavaliers que no contaban en con Ben Wallace ni Anderson Varejao? Tomémoslo como algo inusual en Duncan, pero no está de más hacer sonar una alarma a tiempo.

    Sobre el ataque estacionado. Finalmente, es interesante ver lo que ha hecho Gregg Popovich al colocar a Matt Bonner desde el arranque. Chequeemos la última alineación de San Antonio: Parker, Ginóbili, Finley, Bonner y Duncan. ¿Les hace acordar a algo? Refrescaré la memoria: Alston, Lee, Turkoglu, Lewis y Howard. Sí, es la misma fórmula del Magic: un interno y cuatro tiradores abiertos listos para la descarga. Si no te lastima Duncan, que te lastimen los perimetrales. El problema acá se suscita con el interno estrella ¿Es hoy Duncan tan determinante como Howard en Orlando? Habrá que ver en playoffs si demuestra estar en óptimas condiciones.

    Los Spurs tienen como idea ponerle la pelota a Duncan en el poste bajo y quien pasa, cortar al lado débil para que el interno juegue uno contra uno contra su defensor. Cuando esto se hace seguido, el equipo tiene mejores resultados, porque es el propio interno el que ataca el aro o abastece de juego al resto de sus compañeros, que pueden cortar hacia el canasto en busca de una penetración o bien esperar un tiro cómodo.

    Los Hornets acostumbraron, como en los playoffs pasados, a marcarle a San Antonio una zona 3-2 que los complicó mucho. Si bien el equipo de SA tiene muy buenos lanzadores a distancia, el problema pasó por la velocidad para rotar el balón. Cuando no recibía Duncan en el tiro libre -uno de los puntos clave para atacar una defensa zonal es que el interno suba al poste alto-, la pelota no giraba rápido: alguno de los jugadores de los Spurs hacía uno o dos piques y luego rotaba el balón. De esa forma, el negocio era siempre para la defensa, que aprovechaba ese segundo y medio de duda para llegar a tapar al tirador desmarcado.

    RUMBO A PLAYOFFS
    Si bien los Spurs tienen varios puntos por mejorar, son un equipo sólido, con mucha experiencia en instancias definitorias y con posibilidades claras de eliminar a cualquier equipo en esta serie regular.

    El progreso de Duncan y Ginóbili, la consistencia de Parker, la adaptación de Gooden y el movimiento de piezas acorde de la estructura grupal, son las cuestiones fundamentales de San Antonio rumbo a la postemporada.

    Rockets, Blazers, Hornets, Jazz o Mavericks. Cualquiera de estas franquicias puede ser el primer adversario del equipo de Popovich en primera ronda de playoffs. ¿Cual elegir? Imposible decirlo de antemano.

    Eso sí: estoy seguro que ninguno de estos potenciales rivales quiere medirse ante los Spurs en una primera ronda. Menos en un año impar.

    Seguramente, la mayoría sabe de qué estoy hablando.