EFE 15y

Defensas bajas

BERLÍN -- El Bayern Múnich, tras el varapalo sufrido ante el Wolfsburgo en la Bundesliga, ve ahora los duelos de cuartos de final de la Champions League como "casi una misión imposible", aunque el presidente del Consejo Directivo del club, Karlheinz Rummenigge, ha recordado que en el fútbol existen los milagros.

"Es casi una misión imposible, pero por experiencia sabemos que en el fútbol existen los milagros y las sorpresas", dijo Rummenigge.

Rummenigge recordó además el milagro por excelencia del fútbol alemán: el triunfo ante Hungría en la final del 54, tras haber caído apaleado por el mismo equipo en la primera fase.

"En Berna en 1954, en la final, estaba en el campo un equipo al que no le habían hecho cinco sino ocho goles y, sin embargo, salió campeón del mundo", dijo Rummenigge.

En todo caso, es evidente que al Bayern no le hubiera podido tocar un peor momento para encontrarse con el Barcelona.

El golpe encajado ante el Wolfsburgo (5-1) ha puesto al equipo bajo presión y puede aumentar las inseguridades de los jugadores. El entrenador, Jürgen Klinsmann, ha acusado a su equipo de haber tenido una falta de actitud en el duelo ante el Wolfsburgo.

"Los cuatro goles en el segundo tiempo no se debieron a problemas tácticos o a la falta de calidad sino a falta de entrega y de concentración", dijo Klinsmann, que normalmente no critica a sus jugadores públicamente.

Además, la situación personal es difícil. A la baja ya esperada del lesionado Miroslav Klose se ha sumado ahora la del defensa brasileño Lucio, con problemas en los abductores.

El belga Daniel Van Buyten, que tiene una licencia especial por problemas familiares, ha vuelto a los entrenamientos pero todavía no es claro que vaya a viajar a Barcelona.

Klinsmann ha dejado la decisión en manos de Van Buyten que, de viajar, seguramente formaría pareja de centrales con el argentino Martin Demichelis.

Si Van Buyten no viaja, el compañero de fórmula de Demichelis tendría que ser el brasileño Breno, un jugador de 19 años con muchas perspectivas pero que mostró en el partido contra el Wolfsburgo todo el oficio que todavía le falta para encarar partidos de alto nivel.

Por ello, la baja de Lucio es grave y si a ella se suma la de Van Buyten la situación sería todavía peor.

En el ataque la ausencia de Klose es muy sensible. En esta temporada ha estado más acertado que el italiano Luca Toni ante la portería contraria y además ha brillado con asistencias para gol, lo que lo convierte en doblemente importante.

El francés Ribery es un jugador sin duda clave para el Bayern. Y el sábado el Wolfsburgo mostró dos cosas. La primera, que a Franck Ribery, si se le marca inteligentemente, se le puede sacar de un partido. Y la segunda que si Ribery no funciona toda la maquinaria ofensiva del Bayern se oxida.

Por otra parte, el golpe moral de la goleada del sábado puede producir una reacción que en principio es positiva pero que puede convertirse en un arma de doble filo.

El Bayern, obligado a reconciliarse con la afición, saldrá a darlo todo, en un partido para el que de por sí ya está muy motivado. Eso trae consigo el peligro de que se produzca una sobre motivación que le reste claridad al juego bávaro, lo que sería una ventaja adicional para el Barcelona.

En todo caso, en Alemania casi todo el mundo se espera lo peor del miércoles y sólo muy pocos se atreven a creer en milagros.

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