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Un caso clínico

NUEVA YORK -- Lo impredecible es la norma cuando de Manny Ramírez se trata. Puede dedicar un día libre de pretemporada para practicar cricket. Se ha puesto la ropa de sus compañeros sin pedirles permiso. Una vez, cuando jugaba en Boston, se fue a orinar detrás del Monstruo Verde durante el cambio de un lanzador.

La lista de episodios estrafalarios del jardinero dominicano a lo largo de 16 años en las mayores es interminable.

A algunos les causa gracia su desfachatez y alegría. Pero también despierta fastidio y hay quienes lo ven como alguien que no se toma en serio su trabajo.

Entonces, no sorprende que para escribir una biografía de Manny Ramírez se hizo necesaria una psicóloga.

"Becoming Manny" es una autobiografía autorizada del jugador, pero con la peculiaridad de que escrita por la psicóloga Jean Rhodes y el periodista Shawn Boburg.

El libro no es sólo un compendio de la carrera de Ramírez, desde su niñez en el barrio neoyorquino de Washington Heights hasta su actual paso con los Dodgers de Los Ángeles, sino también un estudio que busca desentrañar su enigmática forma de ser.

Y no fue una tarea fácil, puesto que la misma tomó cuatro años por las propias dificultades del sujeto central.

"Hubo una ocasión en la que Manny llegó a olvidarse por completo del proyecto", contó Rhodes, profesora de psicología en la Universidad de Massachusetts. "Tuvimos que recordárselo todo".

Boburg, ganador de un premio Pulitzer y actualmente reportero del diario The Record en Nueva Jersey, se encontró con el obstáculo que Ramírez había cambiado su número de teléfono celular.

"Lo cambia todo el tiempo. Tuve que volver a rastrear a gente conocida", dijo Boburg.

Se puede decir que el libro intenta desmenuzar el porqué de la conducta contradictoria de Ramírez y el mundo a su alrededor.

"Soy una persona que le gusta su privacidad y no dejo que nadie penetre en mi mundo", dice Ramírez. "Lo mío es jugar e irme a casa. Eso es todo".

Ramírez realmente habla poco en el libro y cuando lo hace no entra en grandes detalles. Rhodes y Boburg se encargan de darle la voz y explicar sus andanzas.

"Lo que la gente no ve es que es una persona muy introvertida y tímida", dice Rhodes. "Sólo cuando encuentra a una persona con la que toma confianza es cuando se siente cómodo".

"Una vez que abre su santuario, es la persona más amigable", añadió Boburg.

Tal vez las mejores partes del libro se refieren a su infancia y adolescencia, período en el que fácilmente Ramírez pudo haber caído de los tentáculos de la delincuencia por la pobreza a su alrededor.

Pero desde niño se puso como claro objetivo llegar a las Grandes Ligas, exigiéndose con largas horas corriendo en condiciones de frío y calor.

Algo que muchos ignoran es el papel preponderante que influyó Carlos "Macaco" Ferreira, su coach de Pequeñas Ligas, mentor de toda la vida y prácticamente un segundo padre. Fue quien le dijo que Juliana, su esposa brasileña, era la mujer de su vida, y quien le ha consolado en malas rachas con el bate.

Tras debutar con los Indios de Cleveland en 1993, Ramírez firmó como agente libre con los Medias Rojas en 2001.

Si bien ganó dos campeonatos de Serie Mundial durante una estancia de ocho años y medio, nunca se sintió a placer en Boston y el fanatismo extremo que rodea a los Medias Rojas.

"Había gente fuera de mi apartamento a las 3 de la madrugada", cuenta.

Su manera de tomarse las cosas a la ligera le trajo problemas en Boston, como cuando dijo que una derrota ante Cleveland en un juego de playoffs en 2007 no significaba el fin del mundo.

Esta es una característica que sus propias colegas destacan.

"El entiende que este deporte es un juego", dijo el tercera base Mike Lowell, ex compañero suyo con los Medias Rojas. "No es una cosa de vida o muerte, y muchos fanáticos lo ven así".

Para Rhodes, el secreto del éxito radica "en su habilidad supernatural de concentrarse en lo que le que le corresponde e ignorar lo que ocurre a su alrededor".

"Ese tipo de actitud de vivir el momento es lo que ha causado cierta mala imagen. Pero la realidad es que Manny ha sido el mismo de siempre, desde que era un niño", añadió.