ESPN.com 15y

Llevan las de perder

Anquan Boldin y Darnell Dockett

US Presswire

Anquan Boldin y Darnell Dockett no parecen contar con mucha palanca en la mesa de negociaciones.

GLENDALE -- Bien hecho por los Arizona Cardinals.

Apuesto a que no esperaban escuchar un halago tan positivo, ¿no es así? Ciertamente no antes de la campaña pasada, cuando el equipo ganó su primer título divisional desde 1975 y avanzó hasta el Super Bowl XLIII.

Bueno, fórmense en la fila, porque nosotros nunca pensamos escribir esas seis palabras, tampoco. Por lo menos no en esa secuencia en particular.

Pero al negarse a ceder ante las demandas contractuales del receptor abierto Anquan Boldin y el tackle defensivo Darnell Dockett, cada uno de los cuales ha solicitado una nueva y lucrativa extensión contractual, la organización de los Cardinals está demostrando la clase de fortaleza que antes era extraña a la franquicia.

Así que, quizás, los renovados Cardinals impondrán moda en la NFL, ¿no? Bueno, no exageremos. Después de todo, no hace demasiado tiempo la única tendencia que se establecía en Arizona era la de la incompetencia. Pese a su aparición de Super Bowl, no podemos afirmar aún que se trata de una franquicia modelo. Pero al negarse a renegociar con Boldin y Dockett, por lo menos por ahora, los Cardinals están practicando una filosofía contractual que deberían copiar otros equipos de la NFL.

El debilucho empieza a flexionar sus músculos.

Debo hacer notar que generalmente yo alineaba del lado del jugador en asuntos en contra de la gerencia. Pero conforme envejeces, te vas haciendo un poco más conservador en tus puntos de vista. Y así que, pese a que algún tiempo atrás me habría puesto a defender las causas de Dockett y Boldin, es difícil para mí ponerme del lado de los jugadores descontentos de los Cardinals.

¿Por qué?

Bueno, Boldin tiene dos temporadas restantes en una extensión de cinco años y 22.67 millones de dólares que firmó en el 2005. Dockett tiene tres años restando en una extensión de cinco temporadas, por unos 22 millones, la cual acordó en el 2006.

Bajo su extensión, Boldin se embolsó 13.25 millones de dólares en el 2005 y 2006, en lugar de los 830,000 dólares que habría cobrado bajo su contrato original.

En el 2006, Dockett estaba programado para ganar el salario mínimo bajo los términos del acuerdo por tres campañas que firmó como recluta de tercera ronda en el 2004. Con la extensión, consumada en octubre de su tercera campaña en la liga, Dockett esencialmente recibió un bono por firmar de 7 millones de dólares, dividido en dos partes.

Nadie necesita planear un teletón, ni pasar un sombrero, para ninguno de los ex estelares de Florida State. De hecho, lo mismo puede decirse para la gran mayoría de jugadores de la NFL, donde el salario base mínimo para el 2009 es de 310,000 dólares, y el salario promedio en la liga es de siete cifras.

No se puede negar que Boldin y Dockett son jugadores brillantes. Boldin ha promediado más de 80 recepciones por año y es un tres veces Pro Bowl. Dockett no sólo juega bien contra la carrera, sino que provee a la defensiva de Arizona con un raro empujón por el medio sobre le bolsillo, y fue sin lugar a dudas el mejor jugador de la unidad durante la postemporada del 2008.

Entonces, ¿han Boldin y Dockett superado sus extensiones contractuales respectivas? Probablemente sí, dado su desempeño dinámico y los números comparables de otros jugadores en la liga, y los salarios de esos jugadores. ¿Alguien puso una pistola a la cabeza de Dockett o Boldin para forzarlos a firmar sus extensiones en el 2005 y 2006? No, de hecho estaban emocionados por haberlas recibido.

Particularmente cuando sucedió.

Boldin aún tenía dos años restando en el acuerdo original que firmó como novato en el 2003, y una de las cosas que se enfatizó sobre su acuerdo fue que se creyó había sido la primera extensión para un jugador con dos años restante en su contrato de novato.

Dockett estaba en la tercera y última campaña de su contrato de novato cuando firmó su extensión. Aún le quedan tres años restantes del contrato que resultó gracias a la extensión de largo plazo.

Es bastante común en la NFL recompensar a un jugador que está entrando al año final de su contrato, o que sólo le queda una temporada restando de él, y se enfrenta a la posibilidad de la agencia libre. Otra cosa es, sin embargo, completar una extensión contractual en casos donde claramente el equipo tiene la ventaja.

Al lidiar con los casos de Dockett y Boldin, los Cards mantienen una mano bastante impresionante.

El club podría haber tomado una dura postura y obligado a Boldin a jugar sus dos últimos años del contrato que firmó como novato. Con Dockett, los Cardinals lo habrían podido obligar a jugar lo que le restaba de contrato, extendido una oferta por una año en esa primavera, y obtenido el derecho a igualar cualquier oferta de otro club como agente libre restringido. Para ambos jugadores, los Cardinals hicieron lo correcto, recompensándolos por su productividad y aceptando que estaban ganando de menos bajo sus contratos de novato originales.

El gerente general Rod Graves podría no ser tan generoso esta vez.

Antes que nada, Graves debe llegar a un acuerdo con el apoyador franquicia Karlos Dansby, y otorgarle una extensión al estelar profundo Adrian Wilson, quien está entrando al año final de su contrato. Mientras tanto, Boldin tiene dos años restantes en su acuerdo, y Dockett tres, así que no existe urgencia real de modificar sus acuerdos por ahora.

Ah, claro, los dos veteranos podrían mantenerse fuera de las actividades de la primavera y el campamento de entrenamiento en el verano como protesta. Para ser justos, debemos hacer notar que ambos jugadores atendieron un minicampamento reciente, aunque ambos dijeron tener una lesión en el tendón de la corva y se mantuvieron fuera del campo. Pero boicotear actividades obligatorias bajo contratos válidos haría incurrir a los jugadores en multas. Si el alejamiento se extendiera a la temporada regular, los jugadores se perderían su cheque de juego por cada encuentro en el que no se presentaran.

Los contratos en la NFL ciertamente no valen ni el papel en donde se redactan. Los clubes terminan sumariamente con ellos, especialmente en los años finales de los acuerdos prorrateados a lo largo del tiempo, para evitar pagar mucho dinero a ciertos jugadores. El lamento típico de los jugadores y sus agentes es que las únicas garantías que poseen en la NFL es su bono por firmar. Es un argumento válido, y los dueños han aprovechado esta palanca al máximo por años.

Supongamos por un instante que la gerencia de Arizona obliga a Boldin y Dockett a cumplir sus contratos actuales, los multa por cada práctica o partido perdido, y de hecho los obliga a pagar dichas multas. Sí, es la clase de distracción que ningún equipo desea, especialmente uno que viene de una sorpresiva aparición en el Super Bowl. No es inusual, sin embargo, que jugadores de un repentinamente resurgido club quieran atar al éxito del equipo el tamaño de sus cheques. Pero podría ser el momento para que un equipo adopte una postura fuerte, y quizás Arizona sea ese equipo.

Puedo recordar vívidamente el día de verano del 2005, cuando el agente Drew Rosenhaus llamó a mi celular cuando arribaba al campamento de entrenamiento de los Cincinnati Bengals en Georgetown, Kentucky, para notificarme de la extensión de Boldin. Estaba igualmente sorprendido como asombrado por la llamada. Sorprendido, porque pocos equipos en la NFL, pero especialmente los penosos Cardinals, siquiera piensan en la noción de negociar una extensión cuando a un jugador le restan dos años de contrato. Asombrado porque, sin importar cuáles son las probabilidades, nunca se puede subestimar a Rosenhaus. Las negociaciones de la extensión para Boldin fueron particularmente calladas, pero la falta de publicidad no pareció importar, porque Rosenhaus es un negociador maestro.

La liga ha visto a Rosenhaus sacar varios conejos de varios sombreros. Pero en los casos de Boldin y Dockett, podría requerir habilidades comparables a las de Houdini para obligar a los Cardinals a recompensar a sus clientes con contratos nuevos.

Al lidiar con dos jugadores descontentos, parece, por ahora, que Arizona mantiene la mano más alta.

^ Al Inicio ^