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Leyes parejas para todos

BUENOS AIRES -- Los hinchas de Lanús están muy ilusionados con la posibilidad de ser campeones por segunda vez en su historia. Y tienen chance, ya que están al frente del campeonato con un punto de ventaja sobre Vélez y dos sobre Huracán, sus más inmediatos perseguidores.

Su técnico, Luis Zubeldía, incluso, se animó a decir que "Lanús demostró que es un gran equipo", después del ajustadísimo y polémico triunfo ante San Lorenzo.

Nosotros, desde esta columna, decimos que Lanús contra San Lorenzo no jugó como el equipo que supo ser durante gran parte del torneo y esta vez dependió de la buena voluntad del juez Gustavo Bassi, quien sancionó un insólito penal para que el 2-1 que anotó José Sand cuando promediaba el encuentro.

Ya sabemos qué es lo que va a ocurrir. Algunos hinchas de Lanús, cegados por el fanatismo, escribirán comentarios descalificando la opinión de quien firma esta columna, ya que es más que evidente que no son capaces de aceptar opiniones que no concuerden con su idea.

Así está la Argentina, cruzada por escarches de los grupos reaccionarios sobre aquellos que piensan diferente. Total... todo vale. El mundo del pensamiento, evidentemente, ya pasó a un segundo plano y sólo queda la acción directa para descalificar, sea opinando en un blog, en un sitio de Internet o tirándole un huevazo o un piedrazo por la cabeza al adversario ideológico. Y todo amparado en el anonimato. Porque, equivocado o no, el que escribe estas líneas o el que levanta la mano en diputados a favor de alguna ley le pone la firma y su cara a la opinión, mientras que los que agravian se bautizan con nombres de fantasía o se esconden en las multitudes. Allá ellos...

Decíamos entonces, antes de la digresión, que Lanús no está jugando bien y que, además, está sumando los viejos vicios del fútbol argentino, como hacer tiempo fingiendo lesiones, esconder la pelota cuando va ganando y otras peculiaridades que hacen que su imagen global se vaya desdibujando.

Si a eso le sumamos que parece ser el equipo favorito del poder (la AFA), ya todo se pone mucho más espeso.

¿Por qué Lanús es el equipo del poder? Por descarte y no por acción directa. En Vélez, se sabe, está uno de los principales opositores al gobierno de Grondona en la AFA, Raúl Gámez, a quien responde el presidente Fernando Raffaini. Y por el lado de Huracán, parece ser que Ángel Cappa se cavó su propia fosa, cuando opinó que el Gobierno Nacional debería avanzar en el proyecto de ley de Radiodifusión, para así permitir que todos los argentinos tengan la posibilidad de ver fútbol sin pagar. Y ya se sabe que, aquellos que manejan las comunicaciones en la Argentina, están poniendo todos los cañones para defender el status quo. Y Cappa, con esa opinión, se les puso en la vereda de enfrente.

Sea como fuere, está más o menos claro que Lanús está siendo beneficiado por los arbitrajes. ¿Lo decimos sólo por el penal que cobró Bassi? No sólo por eso. Si alguien tiene la chance de ver el partido otra vez, observará que todas las pelotas divididas fueron para Lanús y que en cada uno de los centros que llovió sobre cualquiera de las áreas, se produjeron penales iguales o peores de los que cobró Bassi sobre el final del partido.

¿Quién será el campeón? El tema está abierto todavía. No dejamos de soñar con que, frente a tanta presión por lo que está ocurriendo, la definición se torne más pareja, con menos favoritismo para uno de los involucrados.

Los tres están en igualdad de condiciones aunque seguimos pensando que Vélez es el mejor equipo de los tres, que Huracán es el elegido del pueblo y que Lanús bajó mucho sus acciones con este tipo de situaciones que ensombrecieron su imagen.

Así puestas las cosas, esperamos que gane el mejor. Y no el que es señalado con el dedo por aquellos que se creen dueños de la pelota.

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