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Lo mejor de su carrera

En una entrevista con una revista hace nueve años, , Randy Johnson abrió una ventana a las lecciones de la vida que lo han marcado. Reveló como se sintió ser un endeble adolescente de 6-pies-8, 180-libras, y como el reto de ser aceptado socialmente lo ayudó a moldear su personalidad.

"Es duro mezclarse con una multitud cuando estás caminando por un pasillo y todo el mundo es un pie más pequeño," le dijo Johnson a la revista Guideposts for Kids. "Recuerdo estar compartiendo con mis amigos, en el centro comercial, y pensando que la gente se me quedaba mirando y hablando sobre mí. Me hizo ser más retraído. Me hizo ser más tímido y quieto."

Si la meta de Johnson era pasar por la vida sin ser notado, escogió la línea de trabajo equivocada.

Los lanzadores están acostumbrados a ser el centro de atención, y eso es especialmente cierto para Johnson. Desde su año de novato con Montreal en 1988, ha lanzado más duro y se ha mantenido más alto – literalmente y figurativamente – que nadie en las mayores.

Ahora con 45 años, Johnson se ubica segundo detrás de Nolan Ryan en la lista de ponches de todos los tiempos en las Grandes Ligas con 4,843 abanicados. Ha sido electo 10 veces al Juego de Estrellas y ha ganado cinco premios Cy Young. Y el miércoles en la noche en el Nationals Park en Washington, tratará de convertirse en el 24º lanzador en entrar al club de las 300 victorias.

En reconocimiento a la búsqueda de Johnson de los 300 éxitos, la edición de esta semana de los 9 Abridores revive los nueve momentos más memorables – buenos y malos – en la carrera de la Gran Unidad. Si puede vencer a los Nacionales, todos esos momentos se moverían un peldaño más abajo en el escalafón.

1

La Gran Emoción (18 de mayo de 2004)

Catorce años después de que Johnson lanzara un partido sin hits para Seattle ante Detroit, se convirtió en el lanzador más viejo en conseguir un juego perfecto. Johnson estaba a cuatro meses de cumplir 41 años cuando paseó a los Bravos para la victoria 2-0 de Arizona en el Turner Field.

Johnson además se unió a Cy Young, Jim Bunning, Nolan Ryan y Hideo Nomo como los únicos cinco lanzadores en lanzar un partido sin hits en cada liga.

Johnson superó a una alineación de Atlanta que no tenía a sus jugadores de doblematanzas Rafael Furcal y Marcus Giles, pero que sí tenía a Andruw Jones y Chipper Jones. Indujo a 28 fallos con swing, lanzó 87 de 117 pitcheos para strikes y llegó a las 98 mph en el radar con su pitcheo final.

El momento más perdurable vino durante la celebración. Luego que Johnson hizo abanicar a Eddie Pérez para acabar el juego, cerró su puño y se preparó para chocar manos con el receptor Robby Hammock. Pero Hammock, atrapado en la emoción, comenzó a saltar como un chiquillo, provocando que Johnson se le saliera una gran sonrisa. Lo que le siguió fue un gran tumulto.

Luego en una gira en la carretera de los Diamondbacks, en Florida, Hammock recibió un reloj Rolex grabado de parte de Johnson para conmemorar su gran noche.

Fue apenas el 56º juego de Hammock en Grandes Ligas y su punto más alto de su carrera, sin duda. Hammock tiene ahora 32 años y juega para el equipo Triple A de Baltimore en Norfolk, Va., donde pasó abril y mayo siendo sustituto del mega prospecto Matt Wieters.

2

El Gran Susto (13 de julio de 1993)

Pocos bateadores zurdos tienen el talento y la suerte de lucir bien ante Johnson. Don Mattingly bateó .381 (16-en-42) ante la Gran Unidad. Barry Bonds bateó .306 en 42 turnos al bate, y Mo Vaughn, Shawn Green y Todd Helton lucieron bien.

Entonces hay tipos como Rafael Palmeiro (1-en-21, .048) quienes no tuvieron esperanza, y un ejército de bateadores zurdos que vienen con cabezas frías y cuellos adoloridos cuando Johnson toma la lomita. Harold Baines y George Brett estuvieron entre los prominentes bateadores zurdos que lucían poco menos que entusiasmados por meterse en la caja de bateo ante la Gran Unidad.

En el Juego de Estrellas de 1993 en Baltimore, John Kruk sufrió en carne propia los síntomas del síndrome llamado "Randy Johnson-itis".

Luego que Johnson lanzara una pelota que llegó hasta la pared detrás del receptor, que alegó que se le había resbalado de la mano debido a la humedad, Kruk fingió sentir palpitaciones. Se retiró rapidamente al hacerle swing a dos sliders de Johnson y tomar su asiento.

Luego del juego, Kruk le dijo a los reporteros que prefería que "le sacaran sus testículos" antes que volverse a enfrentar a Johnson. Prometió vetar cualquier cambio a la Liga Americana si eso significaba tener que medirse a Johnson.

"Si estuvieramos en la novena entrada del séptimo juego de la Serie Mundial y me tocara batear y él estuviera en la lomita, no saldría a batear," dijo Kru. "Le cedería el turno al siguiente bateador. Hey, la vida es demasiado preciosa. Ese tipo lanza demasiado duro y es demasiado salvaje. Puede matar a alguien."

Larry Walker, el ex compañero de Johnson en Montreal, añadió un epílogo a la locura cuando saltó en la caja de bateo del lado derecho durante el Juego de Estrellas del 1997 en Cleveland. Lució como un gran teatro cómico, pero en realidad, Walker fue uno de los pocos zurdos que pudo descifrar a Johnson. Bateó de por vida.393 (11-en-28) ante la Gran Unidad.

3

El Gran Juego (2 de octubre de 1995)

Luego que los Marineros superaran un déficit de 13 juegos para forzar a un juego de desempate con los Angelinos por el cetro de la División Oeste de la Liga Americana, era justo que Johnson ocupara la lomita para el gran espectáculo.

La Gran Unidad logró récord de 18-2 con 294 ponches en 214 entradas en el 1995, y lució como un maestro en la victoria de Seattle 9-1 sobre California.

Johnson congeló a Tim Salmon con un slider para el out final, entonces levantó sus brazos al aire y comenzó la celebración en la lomita. Lucía como la versión Humana de la Aguja Espacial de Seattle. El estadio Kingdome se volvió una especie de manicomio, y parecía que la mitad de la fuerza policiaca de la ciudad escoltara a los Marineros hasta el aeropuerto para el vuelo a Nueva York para comenzar los playoffs.

Para el récord, en sus seis salidas finales de 1995, , Johnson hhizo 119, 122, 122, 127, 133 y 125 lanzamientos. Eso es un caballo de trabajo: Johnson sobrepasói los 140 lanzamientos en cuatro salidas previas, y llegó al tope con un increíble total de 158 en una victoria sobre Cleveland en julio.

"Cuando se pone en su modo de juego, no hay nadie como él," dijo el ex coach de la banca de Seattle John McLaren. "Tiene corazón de león. No es que uno pensara que podías tener oportunidad de ganar ese día. Uno sabía que uno iba a ganar ese día. Así de bueno era."

4

La Gran Sorpresa (4 de noviembre de 2001)

No es secreto que Johnson y Curt Schilling no eran los mejores amigos durante su tiempo en Arizona. Schilling adoraba expresar sus opiniones y parecía amar la publicidad. Johnson podía parecer hosco y distante, y pasaba la mayor parte del tiempo en un capullo.

Pero la cortesía profesional reina por encima d todo, y Schilling habló por mucha gente luego de la Serie Mundial del 2001 cuando dijo, "Esa aparición en relevo es todo lo que necesitamos saber sobre Randy Johnson."

Un día después de lanzar siete entradas y 104 pitcheos para vencer a los Yankees 15-2 en el Juego 6, Johnson salió del bullpen para hacer 17 lanzamientos y conseguir los cuatro outs finales del Juego 7 para darle a Arizona el campeonato. El valiente relevo de Johnson creó el escenario para el climático hit de Luis González ante los envíos de Mariano Rivera en la novena entrada.

Johnson le confió al jardinero Steve Finley antes del partido que estaba listo para lanzar, pero era natural preguntarse cuanto le quedaba en el tanque.

"Es todo adrenalina," dijo Johnson en medio de la celebración post juego. "Para esto es que jugamos."

5

La Gran "Golpe" (24 de marzo de 2001)

Johnson logró récord de 21-6 en el 2001, lideró la Liga Nacional en ponches y efectividad, capturó el premio Cy Young y fue nombrado el JMV de la Serie Mundial. Pero no fue factor en la votación del Hombre Audubon de Sociedad del Año.

En quizás el incidente más bizarro en el béisbol desde que Duane Kuiper conectara un jonrón, Johnson lanzó una recta en entrenamiento primaveral al bateador de San Francisco Calvin Murray en el mismo momento en que una paloma volaba frente al plato. La desafortunada ave "se desvaneció," de acuerdo con Murray, y se desintegró entre una nube de plumas, pero fue inmortalizado para la eternidad en el portal de videos YouTube.

El manager de Arizona Bob Brenly bromeó que Johnson podría ser arrestado por "cazar palomas fuera de temporada," pero la reacción predominante fue de asombro. La paloma terminó a 10 pies detrás del plato, y el segunda base de los Gigantes Jeff Kent la recogió y apunto con ella hacia Johnson antes de llevarla al dugout.

"Nunca había visto algo así, y probablemente nunca lo vea nuevamente," dijo el receptor de Arizona y maestro de lo obvio Rod Barajas.

6

Los Grandes 20 (8 de mayo de 2001)

Cuando Johnson ponchó a Deion Sanders y Juan Castro en la novena entrada del juego de Arizona-Cincinnati en Phoenix, se unió a Roger Clemens y Kerry Wood como los únicos lanzadores en ponchar 20 bateadores en nueve entradas.

Los bateadores de los Rojos confirmaron que el repertorio de Johnson ciertamente sonaba formidable.

"Ellos nos dijeron que no le hicieramos swing al slider y que nos concentráramos en la recta, pero no podiamos diferenciar una de otra hasta que la tenías encima, y para ese entonces ya era muy tarde," dijo el jardinero Alex Ochoa, quien se ponchó tres veces. "Estaba lanzando rectas de 97 mph y sliders de 88 mph y todo lo que uno podía decir era, 'Oh, Dios.'"

El reportero del diario Dayton Daily News Hal McCoy, quien cubrió el juego perfecto de Tom Browning y los juegos sin hits de Tom Seaver y Rick Wise en sus 29 años cubriendo a los Rojos, catalogó la actuación de Johnson como la mejor que haya visto en un lanzador de Grandes Ligas.

Mark Grace de Arizona, quien jugó la primera base la noche de los 20 ponches, había jugado la inicial para los Cachorros la noche en que Wood ponchó a 20.

"Me siento bendecido de haber visto esto dos veces," dijo Grace. "Cuando un tipo está lanzando de esa manera, uno se pone el guante en la cabeza porque no lo vas a necesitar."

7

El Gran Batazo (19 de septiembre de 2003)

El ex jugador del cuadro de Seattle Jeff Huson una vez dijo que la escena de ver a Johnson corriendo por las bases era comparable con ver a una jirafa bebe dar sus primers pasos.

"Deberían mostrarlo en el Discovery Channel – superimponerlos uno encima del otro," dijo Huson. "Sería grandioso."

Johnson hizo la vida considerablemente más fácil para si mismo ante Doug Davis de Milwaukee, cuando se disfrutó su primer y único jonrón a los 39 años. Johnson conectó una recta en conteo de 2-0 por encima de la cerca del jardín izquierdo, y cuando volvió al camerino le esperaba una multitud de choques de manos y palmadas de parte de sus compañeros.

"Él sabe poner la bola en juego, pero yo no sabía que tenía poder," le dijo Davis a los reporteros luego del juego. "Y garantizo que él tampoco lo sabía."

Para récord, el jonrón vino en el turno 437 de Johnson en su carrera, y se colocó a uno del total de Sandy Koufax de dos.

8

El Debut en la Gran Manzana (10 de enero de 2005)

Johnson nunca le tuvo miedo a los grandes escenarios, pero su personalidad introvertida y temperamental parecía que no encajaría bien en el incesante escrutinio de la capital de los medios deportivos de Estados Unidos.

Esto fue confirmado antes de que se completara el papeleo de su contratación.

Luego que los Yankees aquirieran a Johnson desde Arizona mediante cambio en diciembre del 2004, la Gran Unidad solo tenía que pasar un examen físico para hacer oficial la transacción. Pero primero, tenía que sobrevivir la caminata por Madison Avenue sin ningún incidente.

Johnson estaba en camino al hotel Four Seasons para su reunión con los doctores de los Yankees cuando una cámara de TV de una estación local de noticias se apareció en su camino. Él no estaba contento.

"No te metas en mi cara," le dijo Johnson el camarógrafo, Vinny Everett. "No me importa quien seas, no te metas en mi cara."

Johnson se disculpó rapidamente, citando la "gran" cantidad de eventos que tuvo en días anteriores que lo habían puesto en tensión. Pero el daño ya estaba hecho.

El diario New York Daily News hizo un gráfico con varios corajes de Johnsony lo llamó "La Hoja de Vida de Randy." Entre otras cosas, el diario resaltó su confrontación con su ex compañero de Seattle David Segui por el volumen de la música en el camerino, y recordó el incidente en 1988 en el que Johnson golpeó una pared y se rompió la mano mientras lanzaba para el equipo Triple-A en Indianapolis.

Johnson tuvo marca de 34-19 en dos temporadas en Nueva York, pero tuvo récord de 0-1 con efectividad de 6.92 en tres apariciones en octubre. En diciembre del 2006, pidió un cambio para estar más cerca de su casa en Arizona luego que su hermano falleciera de una aneurisma en el cerebro. Cuando los Yankees cambiaron a Johnson a los Diamondbacks un mes después, ambas partes estaban listas para una separación.

9

El Ataque del Big Mac (24 de junio de 1997)

Johnson ponchó a 19 bateadores y no dio bases por bolas en una derrota 4-1 ante Oakland, pero ese no fue el principal tema de conversación entre los fanáticos que abandonaron el estadio Kingdome luego del juego. La mayor atención estuvo en el espectáculo en la quinta entrada entre Johnson y su ex compañero en la Universidad del Sur de California Mark McGwire.

Con dos outs, Johnson le lanzó una recta de 97 mph en conteó completo a McGwire. La pelota saltó del bate de McGwire a 105 mph y aterrizó a ocho filas en el segundo piso en el jardín izquierdo central en el Kingdome. La distancia fue estimada inicialmente en 538 pies, pero luego se corrigió a 474 pies.

Johnson tuvo alguna diversión con el encuentro al día siguiente, llamando a una improvisada "conferencia de prensa " y preguntándose a viva voz si McGwire le había puesto corchó a su bate. Entonces Johnson produjo un souvenir para el Día de Niños, un bate con un corcho de vino pegado a la punta.

En retrospectiva, es fácil menospreciar el jonrón de McGwire debido a las alegaciones de uso de esteroides en su contra. Pero la gente en Seattle ese día no estaban pensando en esa mejora química.

"Cuando conectó esa pelota, eso fue surreal," dijo John McLaren, quien estaba sentado en el dugout de los Marineros al lado del manager Lou Piniella. "Todos dijimos, 'Dios, ¿viste eso?'"

Johnson y los Marineros no fueron los unicos que se sorprendieron con la medición del batazo de McGwire. El compañero de McGwire en aquel entonces, José Canseco, bromeó acerca del poder de su compañero.

"No es humano," le dijo Canseco a los reporteros. "No cuenta. Verifiquen su sangre. Mac' es un extraterrestre del futuro que vino atrás en el tiempo para enseñarnos como jugar el deporte."

Menciones honorables

Wade con hijo: En 1990, Johnson se convirtió en el primer lanzador zurdo en ponchar el perenne campeón bate Wade Boggs tres veces en un juego. "Tiene una gran recta – justo al lado de Dave Righetti y Dan Plesac,'' dijo Boggs luego del partido.

El pitcheo para sacar de out : Johnson se refirió por primera vez a su slider como "Sr. Snappy'' en un comercial de Grandes Ligas en 1995.

El cómico : Johnson dio la línea de cierre en el comercial de Tim Lincecum para promover el juego MLB 2K9 esta primavera. En el anuncio, Johnson se acerca a Lincecum en el camerino de los Gigantes, reconociendo la desnudez del clon virtual de Lincecum junto con el Lincecum real y le dice, "Él debería ponerse una toalla.'' Nunca un ser tan inexpresivo de 45 años había sonado tan bien.

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