EFE 15y

Se armó una polémica

LONDRES -- El argentino Juan Mónaco acusó al español Nicolás Almagro de fingir una lesión y de presionar a los árbitros durante todo el partido de la ronda inicial de Wimbledon, una actitud que aseguró no haber visto nunca antes en toda su carrera.

"Es muy importante ganar, pero éste es un deporte en el que es importante ser buena gente y tener un respeto. A este chico le enseñaron a jugar bien, pero buenos modales parece que no", criticó un Mónaco visiblemente afectado por la derrota.

El argentino, que cayó ante Almagro después de haber ganado los dos primeros sets y tras perdonar un punto de partido, reconoció que la "presión" que le metió el español al encuentro pudo afectar a su juego, aunque incidió en que la responsabilidad de la derrota fue suya por fallar en el momento clave.

"Pudo influirme un poco. Yo lo veía que se quejaba de la muñeca y justo después conseguía 13 "aces" seguidos", se lamentó el jugador, de 25 años.

"Durante todo el partido estuvimos conversando, aunque yo de buena onda, pero él se lo tomó por el otro lado y llevó el partido hacia una situación que yo no me esperaba y que, además, no es normal en el tenis", subrayó.

Mónaco también criticó que Almagro presionara a los árbitros y protestara por pelotas "que se habían ido de la línea por 20 centímetros", sobre todo en el segundo set.

"Cuando me metió un revés buenísimo le dije: 'Ahora no te duele la muñeca', pero a buenas, felicitándole. Y él me dijo que si quería me enseñaba a jugar al tenis", afirmó.

El tenista argentino recalcó que Almagro "ya ha tenido problemas con muchos jugadores" y señaló que los silbidos del público hacia el español pese a haber conseguido la victoria coinciden con su visión de lo acontecido en el partido.

"Es la primera vez que me pasa algo así", insistió Mónaco, quien reconoció sentirse "triste" por la derrota.

Almagro remontó para triunfar por 6-7 (3-7), 6-7 (7-9), 7-6 (7-5), 6-4 y 8-6, en un larguísimo partido, acalorado verbalmente, y luego dio su versión de lo sucedido con el sudamericano y, bromeando, admitió que se sentía "apoteósico".

Después de un intercambio de impresiones con Monaco en la pista, no siempre amables, Almagro explicó lo sucedido, o al menos su percepción de la historia en este partido, en el que se vio cómo los tenistas se acaloraban y en el que el argentino se mostró molesto con la actitud del español.

Entre otras cosas, Mónaco opinó que su rival ejerció una supuesta presión al juez de silla y dudó de los problemas físicos que exhibió Almagro.

El de Murcia, sorprendido al conocer las declaraciones hechas por su rival, señaló que lleva padeciendo "problemas en la mano" y que su médico le había recomendado retirarse si sentía dolor.

"Hay un momento en el partido que yo juego con un vendaje y pierdo sensibilidad en los dedos y me preocupo. Se me alivia un poco, vuelvo a seguir jugando y luego él me recrimina un punto y me dice que no se cree que me duela la mano", recordó Almagro.

"Yo le digo que luego la puede ver, que yo no me voy a esconder. Y en el quinto set, cuando hago rotura, él falla una bola, va muy cabreado y dice una cosa que yo interpreto que va para mí. Y yo me paro y le pregunto. Él me dice que no es así y le pido perdón", añadió Almagro.

Almagro dijo que tras el duelo, todo fue normal y "no hay que darle más vueltas porque ahí no ha pasado nada", señaló y confesó que lo pasó "mal" para ganar.

Mónaco había comentado antes que había entendido que el español le había dicho en algún momento del encuentro que le iba "a enseñar a jugar a tenis". Almagro, por su parte, insistió que en ningún momento pronunció esa frase.

"En ningún momento le he dicho eso porque me estaba pegando una soberana paliza", aclaró Almagro, que puntualizó que lo que le dijo es que "le enseñaría la mano al término del partido".

También se mostró satisfecho con su tenis en el cuarto y quinto set. "Yo jugué a un gran nivel", dijo, y también lamentó el estado de la bola "que está muy pesada y con la humedad es más difícil de mover".

Después de hablar con su compatriota Feliciano López para conocer información de su próximo rival, Karol Beck, el murciano dijo que su compatriota le había revelado que el eslovaco "no es un grandísimo sacador".

Preguntado por cómo se siente ahora mismo en este arranque de Wimbledon, admitió, bromeando que "apoteósico, espectacular".

Almagro, que tuvo que recibir tratamiento por una inflamación en la mano derecha, tendrá como próximo adversario al eslovaco Karol Beck, que previamente había derrotado a Feliciano López.

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