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La propuesta Mabubh

MÉXICO -- Para referirnos al mediocre desempeño que tuvo México en el empate sin goles ante Guatemala debemos hablar de otro tema: La importancia que tiene el foguearse con los grandes, más allá de la mentalidad triunfadora que tengan o no los jugadores mexicanos.

Más allá, también, de si el equipo que dirige Javier Vasco Aguirre está preparado para arrancar la Copa Oro 2009, pues el encuentro amistoso del domingo, en Estados Unidos y el anterior frente a Venezuela tenían ese objetivo: Que el técnico nacional conformara al mejor conjunto, capaz de ganar el trofeo del torneo de naciones de la Concacaf.

Para algunos, al Tricolor le sigue faltando roce internacional para que su nivel futbolístico deje de ser inestable y se mantenga en una línea siempre ascendente.

Pero un roce con los grandes del mundo, no con rivales que en vez de ayudarle le haga mostrarse acomplejado, inseguro, pequeño, cuando las estadísticas pudieran decir otra cosa. Así se vio el Tricolor ante el representativo guatemalteco: Chato, sin una mejor propuesta para imponerse al de enfrente, aún teniendo más tiempo el balón.

La actitud de los pupilos de Aguirre fue de lucha, de garra constante, como lo pide el propio entrenador, pero falto de argumentos técnicos, de talento para dar el último toque. Por momentos se le vio insistente y otras veces resignado, casi, casi con las piernas atadas al ver que no se puede ganar sólo con esfuerzo.

Y las comparaciones surgen de inmediato. Contra Venezuela, el Tri fue implacable, certero, seguro de sí mismo. ¿Acaso por tratarse de una Selección de la Conmebol, aunque tenga un bajo nivel futbolístico? Quizá.

En ese encuentro que ganó México 4-0, los jugadores se crecieron. Se propusieron cerrar bocas y lo lograron, sin importarles que solamente hayan sido convocados para la Copa Oro y que pocos de ellos repitan en el partido eliminatorio del 12 de agosto ante Estados Unidos.

Se mostró determinación y seguridad en sí mismos. Caso contrario a como le jugaron a un humilde Guatemala que se empeñó en hacerle la vida imposible al otrora gigante de la Concacaf y lo consiguió.

En menos de una semana, el Tricolor enseñó las dos caras de la moneda; dos rostros que ya nadie quiere ver. La afición mexicana desea una sola Selección fuerte, que de una vez por todas dé el último paso y que sus directivos por vez primera en su historia vean el lado deportivo antes que el económico.

La mejor manera de evolucionar en cualquier orden es codearse con los poderosos, con los rivales a los cuales se les aprenda, a los que exigen en la cancha y no sinodales comparsa que a todo le dicen que sí.

LA PROPUESTA MABUBH

Para que el fútbol mexicano tome un rumbo seguro, luego de tantos intentos en los que han tenido más importancia los miles de dólares, Víctor Manuel Mabubh, presidente de Pumas, tiene una propuesta interesante. Primero, que la Selección Nacional deje de ser eterna inquilina de las canchas de Estados Unidos.

Cruzar el charco es lo que pide el directivo. Qué México juegue en Europa o hasta en África, pero fuera de casa, con el objetivo de que se encuentre con otras exigencias y mida su potencial a todos los niveles, y que aprenda, por supuesto.

Mabubh asegura que hace dos años, en una junta de presidentes de la Primera División le propuso a la Federación Mexicana de Fútbol hacer un frente común y en conjunto comprar un club en Europa, ya sea en España, en Inglaterra o en otro país de altura futbolística. (¿Sueño guajiro?)

La idea de adquirir "un equipo mexicano de todos" en el extranjero tiene un simple propósito: que los jugadores nacionales se fogueen, pues está visto que no es suficiente competir en torneos sudamericanos ni enfrentarse a rivales, en su mayoría de medio pelo, en plazas estadounidenses.

Y el presidente universitario se topó con pared. "Quizá mi idea no prendió porque propuse que esta unión fuera comandada por Pumas", revela Mabubh, quien tiene claro que los intereses en el fútbol mexicano están a la orden del día. Por ello, ese bien que busca para el fútbol mexicano tratará de conseguirlo únicamente para Pumas. Dice que antes de dejar la presidencia del equipo internará que la institución compre un club aunque sea de Segunda División en España o en Inglaterra para que los universitarios se fogueen y sean un aporte importante al fútbol nacional.

Buenos deseos de un directivo al que también le interesa que haya dinero de por medio -confiesa-, pero sobre todo calidad deportiva.

¿Quién más se apunta? Antes ya lo hizo Jorge Vergara, pero con otros parámetros. Para el dueño de Chivas lo económico es lo más importante; prueba de ello es que tiene un equipo en la MLS de Estados Unidos (Chivas USA) y otro más en Costa Rica (Saprissa), futboles que en teoría son menos competitivos que el mexicano.

En 2007, el empresario rojiblanco quiso adquirir un club de Primera División en España o en Alemania. Ese equipo sería una plataforma para que los futbolistas mexicanos mostraran su talento, "sin tener que regalar sus cartas a equipos europeos que no los valoran", señaló en aquel tiempo Juan José Frangie, otrora director general de Chivas. Al final todo quedó en veremos, y sin proyectos firmes tampoco hay resultados.

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