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La punta de lanza

MÉXICO -- Las exigencias siempre serán mayores para la Selección Mexicana, cuando el rival es menor en todos los sentidos. La afición, la opinión pública en general, siempre pedirán que no sólo demuestre que es mejor obteniendo el triunfo, como lo hizo ante Nicaragua (2-0), sino que lo haga con propiedad, que arrase en la cancha, que convenza con un futbol bien elaborado.

Bajo dicho parámetro, en su presentación en la Copa Oro 2009 el Tri únicamente cumplió con sumar sus primeros 3 puntos, valiosísimos porque el plan de Javier el Vasco Aguirre y de los federativos mexicanos es quedarse con el título para llegar con los ánimos en alto a la esperada cita del 12 de agosto frente a Estados Unidos, en el estadio Azteca.

En teoría, México debe pasar sobre Isla Guadalupe y Panamá y encontrarse en la final con la escuadra estadounidense. Pero nada está escrito, pues Guadalupe sorprendió al imponerse 2-1 a los panameños. A ver qué pasa.

TODOS SE RASGAN LAS VESTIDURAS
Lo importante es que en este momento y como sea se puso de manifiesto la gran diferencia que existe entre México y Nicaragua, de acuerdo al ranking de la FIFA: lugar 33 y 135, respectivamente.

Qué bueno que ganó el equipo de todos, al margen de que las críticas sigan a la orden del día por su irregular funcionamiento. De no haberlo hecho, hoy los cuestionamientos serían supremos. La lista de posiciones que dicta la FIFA decepcionó a muchos, y más porque adelante se ubican Estados Unidos (12) y Costa Rica (30). Y eso que cuando México se encontraba en los primeros lugares nadie le daba crédito, pero hoy que ocupa el peor lugar en su historia todo mundo salta y añora los tiempos cuando se codeaba con los grandes de Sudamérica y de Europa. Llegó a estar ¡en el cuarto casillero durante varios años!, ni más ni menos.

Recordemos que el Tricolor apareció por vez primera en el ranking después de haber obteniendo el subcampeonato en la Copa América de Ecuador, en 1993. Con toda razón presumió de ser el mejor 14 del mundo, luego de su debut histórico en un torneo sudamericano.

Dorados años aquellos, de la mano de Miguel Mejía Barón. De allá a la fecha la Selección Mexicana ha tenido altas y bajas, aunque lo que más duele ahora es ver que ha caído en un estancamiento que con tanta presión, con tantas exigencias, difícilmente se levantará a corto plazo.

DAR PASO HACIA ADELANTE
Mientras otros avanzan, como Estados Unidos, Costa Rica, El Salvador y los mismos clubes mexicanos, el Tricolor se queda atrás, esperado quién lo saque del hoyo. Ojalá que esa persona sea el Vasco Aguirre, quien, por cierto, ya experimenta el otro lado de la moneda.

Si su arribo al timón de México mereció una grata bienvenida de propios y extraños, hoy su entorno ya es pesado, y el hombre empieza a poner una barrera con la prensa, según los reporteros que siguen al Tri en la Copa Oro. Es que lo que lee y lo que escucha no le gusta nada, pues sabe que de alguna manera le afectará a sus pupilos que lo que más necesitan es tranquilidad y apoyo.

Pero dejarse llevar por el enojo, por la molestia, no le traerá nada bueno al técnico nacional. Hoy debe surgir en él la bravura, el orgullo y dar la cara en cualquier momento, como el líder que es del Tricolor. Parte de su misión es ser el ejemplo de los suyos, y cerrarse ante la realidad no es recomendable.

El Vasco debe tener claro que la Copa Oro podría ser la punta de lanza para conseguir lo que todos quieren: que la Selección Nacional dé pasos hacia adelante, aunque cortos, pero que los dé, a pesar de sus rivales de poco nivel en la primera fase y de que, quizá, muchos de los jugadores que hoy están no los veamos el 12 de agosto con la playera verde. Pero éste ya es otro tema.

Si bien sería preferible enfrentarse a contrincantes fuera de la Concacaf para dejar los sitios de abajo, hoy el calendario ponen enfrente a Nicaragua, Isla Guadalupe y Panamá. Por lo tanto, el torneo de naciones es lo que podría darle al Tri el ánimo para empezar a buscar la cura de sus males.

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