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Una trágica lista

CIUDAD DE MÉXICO -- Con el fallecimiento del mexicano
Marco Antonio Nazareth este miércoles en Puerto Vallarta, Jalisco,
sigue el drama de boxeadores que pierden la existencia después de
sostener una pelea.

Después de perderse una vida sobre el ring, se hace la polémica
culpandose en varias ocasiones al réferi, a los servicios médicos, al
promotor, a la comisión local o al organismo que sanciona la pelea
titular.

En el caso del Texano Nazareth en el desafío contra su
compatriota Omar Chávez a cuatro rounds en peso superligero en el
Centro de Convenciones de Puerto Vallarta, el pasado sábado 18 de
julio, se trató de un accidente de ring.

La pelea fue pareja, ambos contendientes se conectaron sólidos
golpes hasta el cuarto round cuando el hijo del legendario boxeador
Julio César Chávez conectó sólidos golpes a la cabeza obligando al
experimentado referi Guillermo Ayón a detener la pelea.

El púgil de Jalisco se sentó en el banquillo y se desvaneció,
por lo que fue trasladado de inmediato a un hospital donde fue
intervenido quirúrgicamente de un derrame en el cerebro.

Lamentablemente tres días después fue diagnosticado de muerte
cerebral con sólo el 10 por ciento de funcionamiento de su cerebro y
cuatro días después de la operación falleció.

Este suceso mortal se agrega al del mexiquense Daniel Aguillón
en octubre pasado en la ciudad de México, tras perder por nocaut ante
Alejandro Sanabria en combate realizado en El Foro Scotiabank.

Aguillón dejó de existir cinco días después del nocaut que
sufrió ante "Flakita" Sanabria, en el último suceso trágico de un
peleador azteca en territorio nacional.

Varios mexicanos han estado involucrados en accidentes fatales
sobre el cuadrilátero. En 1980, el campeón mundial de peso gallo,
Guadalupe Pintor doblegó en 12 rounds al galés Johnny Owen, y a raíz
de la golpiza recibida, el europeo pereció el 19 de septiembre.

Francisco Kilo Bejines se sumó a la lista de pugilistas
muertos a causa de un combate sobre el ring, tras perder por nocaut
técnico en 12 asaltos ante el estadounidense Alberto Dávila, el 1 de
septiembre de 1983, por la diadema de peso gallo.

Otro mexicano involucrado en este tipo de sucesos fue Rafael
Ruelas, quien cortó la existencia del colombiano Jimmy García, luego
de la pelea por el título superpluma del CMB, el 6 de mayo de 1995.

El sinaloense Fernando Montiel derrotó al panameño Pedro
Rockero Alcázar en junio del 2002 por el título mundial supermosca
de la OMB en Las Vegas y dos días después de la pelea perdió la vida
el centroamericano por una lesión en el cerebro.

El veracruzano Rey Conejito Hernández también dejó la
existencia tras perder ante Mike Trejo por nocaut efectivo en seis
rounds en noviembre de 1996 en Texas.

Los mexicanos que afortunadamente salvaron la vida fueron el
poblano radicado en Tijuana, Víctor Burgos, tras perder ante el
armenio Vic Darchinyan por el cinturón mosca de la FIB en 2006.
Después de una exitosa operación en Los Angeles, salvó la existencia.

El chihuahuense Rubén Contreras perdió por nocaut técnico en
seis rounds ante el hawaiano Brian Viloria en Los Angeles,
California, en 2005 y después de una intervención en el cerebro quedó
vivo, aunque retirado del boxeo para siempre.

Entre los fallecimientos de extranjeros se recuerda al ex
campeón mundial interino de la AMB, el venezolano Carlos Barreto, a
consecuencia de los golpes recibidos en un combate ante su
compatriota José Luis Valbuena en octubre de 1999.

En su pelea anterior recibió mucho castigo del mexicano Néstor
Garza en Las Vegas, Nevada y en su siguiente salida al cuadrilátero
perdió la existencia por los golpes recibidos en la cabeza.

Entre las muertes que registra la historia, el 24 de junio de
1947, el estadounidense Ray Robinson venció por nocaut técnico a su
coterráneo Jimmy Doyle, en un combate por el cetro mundial de peso
welter. Doyle cayó en coma y nunca logró recuperarse.

Una víctima más fue el cubano Benny Kid Paret, quien falleció
a causa de los golpes recibidos durante la revancha por el campeonato
mundial welter ante Emile Griffith, el 24 de marzo de 1962.

Un año después, el cubano Ultiminio Ramos venció por nocaut
técnico en el décimo round al norteamericano David Moore, por la faja
de peso pluma. Este ingresó al hospital y murió el 21 de marzo de
1963.

El 13 de noviembre de 1982, el estadounidense Ray Boom Boom
Mancini venció por nocaut técnico al surcoreano Duk-Koo Kim, quien
poco después perdió la vida a consecuencia de los puñetazos en
contra, por la corona ligera.

El boxeo es un deporte de contacto, violento y por lo tanto sus
protagonistas seguirán exponiendo su salud y en ocasiones su vida
sobre el ring, en un espectáculo que atrae a millones de aficionados
en el mundo.

Las medidas de seguridad y médicas son impuestas por todas las
comisiones boxísticas del mundo, pero siempre serán insuficientes por
los golpes a la cabeza, al igual que exponen sus existencias los
pilotos de autos, toreros y practicantes de artes marciales.

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