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Primeras conclusiones

BAHÍA BLANCA -- Argentina no tuvo que transpirar demasiado. En el primer amistoso oficial rumbo al Premundial de Puerto Rico, el equipo de Sergio Hernández jugó a su ritmo en el Osvaldo Casanova y le regaló un triunfo ante Australia por 98-78 a todo el público que llenó el estadio.

Habrá quien diga que este juego no dejó demasiado para ver. Es cierto que un rival demasiado débil deriva siempre en un resultado lógico, con el local levantando el pie del acelerador en varios pasajes del juego. Esta vez no fue la excepción, porque este seleccionado de Australia, a excepción de Joe Ingles y algo de Nathan Jawai, no tiene absolutamente nada que ver con el plantel olímpico nutrido de figuras como Patrick Mills, David Andersen o Andrew Bogut.

Sin embargo, el partido, que sirvió de excusa para homenajear a tres emblemas del seleccionado albiceleste -Pepe Sánchez, Juan Espil y Alejandro Montecchia, con Manu Ginóbili presente- tuvo como atractivo la presencia de muchas caras nuevas en el equipo de Sergio Hernández.

¿Qué trató de hacer el entrenador argentino? En principio, probar variantes. Quedaron fuera de los doce elegibles Sebastián Vega, Leonardo Mainoldi, Juan Manuel Fernández, Matías Sandes y Federico Aguerre.

Hernández inició con el quinteto conformado por Juan Pablo Cantero, Paolo Quinteros, Federico Kammerichs, Luis Scola y Román González. Desde el arranque, alternó defensas estacionadas con presión en todo el campo, y las jugadas de ataque de mitad de cancha siempre fueron de muchas cortinas y movimientos para buscar el juego interno de González y Scola, como así también los lanzamientos a distancia de Quinteros.

Es inevitable decir que la defensa de Australia, que fue bastante floja en todo el encuentro, se encontró con una ofensiva de Argentina llamativamente aceitada, con una mano a distancia de lujo y con mucha energía debajo de los tableros.

La idea de esta entrega, es hacer un análisis breve uno por uno de los jugadores de Argentina en este encuentro. Veremos luego entonces el progreso de cada individualidad en los partidos que se vienen, empezando con el Súper 4 de Rosario, a disputarse del 1 al 4 de agosto en el estadio de Newell's Old Boys.

Juan Pablo Cantero: era uno de los jugadores a seguir de cerca, y estuvo a la altura de las circunstancias. Se mostró seguro, sereno, y si bien no tomó demasiadas decisiones en ofensiva, cumplió en su primer partido. Tendrá que batallar por ganarse un puesto, pero por ahora la balanza de Cantero da positivo.

Paolo Quinteros: si en Beijing 2008 fue un jugador importante, en este equipo será crucial. Fue un asesino a distancia y se nota que el año en la ACB (jugó en CAI Zaragoza) le hizo dar un salto de calidad. Toma responsabilidades, está rápido y cada vez que sale de una doble cortina está listo para lanzar con una mecánica veloz. De lo mejor del equipo: sus 26 puntos le dieron el premio al Jugador Más Valioso del encuentro.

Federico Kammerichs: en Las Vegas fue crucial, en Beijing no jugó. Y en Puerto Rico, volverá a ser importante. Ante Australia se mostró movedizo, sacrificado, batallador. Reúne todas las condiciones que debe tener un alero, porque incluso defiende muy bien. Es bueno verlo jugar de tres, una posición que le sienta muy cómoda, tras una temporada entera jugando como ala-pivote.

Luis Scola: toda la noche fue el jugador que recibió atrapes 2-1 ni bien recibía el balón. Era lógico. Por momentos lo maltrataron bastante y tuvo un cruce dialéctico importante con Adam Gibson. Fue de menor a mayor, pero es claramente el jugador distinto. Está un paso adelante del resto en todo lo que se proponga hacer en la pintura.

Román González: difícil atacar un físico como el de Jawai, pero sin embargo Román se dio maña para llevar adelante su propósito: tirar cerca del aro, moverse en la pintura y sacar faltas. Colaboró con el apartado de rebotes. Es un jugador vital en este equipo, el único centro natural.

Juan Pablo Figueroa: de lo mejor del seleccionado. El base de Atenas jugó un gran partido, tirando al aro lo justo, asistiendo con maestría y defendiendo intenso sobre el pique del armador australiano. Imagino que Pepe Sánchez se habrá sentido orgulloso del juego de Figueroa ante Australia. Mucho más que aprobado.

Diego García: su estilo de juego es similar al de Quinteros: muy buena mano para salir de las cortinas, habilidad para romper hacia el aro y mucha dinámica. Le falta algo de fortaleza física, pero hizo un buen partido. Cuando Hernández lo probó junto a Quinteros, se notó que les costó jugar juntos.

Axel Weigand: hizo un buen partido, se mostró movedizo, inquieto, con muchas ganas. Quizás le falte un poco de físico para batallar en la pintura, pero su voluntad juega a favor. Puso muy buenas cortinas en los movimientos de ofensiva estacionada de Argentina. Un rendimiento interesante.

Leo Gutiérrez: cumplió con algunos tiros a distancia y con su trabajo defensivo, pero el equipo espera más de un jugador de estas características. Gutiérrez tiene experiencia y debe plasmarla en la cancha. Es un dato positivo su polifuncionalidad, ya que puede jugar de tres o de cuatro sin problemas.

Fabricio Vay: jugó de manera aceptable, pero se nota que todavía le falta algo de trabajo físico. Para ser un alero es mucho más pequeño que jugadores como Gutiérrez o Kammerichs. Hay que ver cómo evoluciona en el resto de la preparación.

Juan Gutiérrez: el interno del Granada tiene muchas condiciones, y este es el torneo para convertirse en referente. Jugó un buen partido ante Australia, aunque por momentos le costó para imponerse físicamente en la pintura. Sus movimientos le dan una carta de presentación realmente buena. Hay muchas esperanzas depositadas en él.

Andrés Pelussi: se lo vio un poco lento, con algunos problemas de movimiento. Todavía debe mejorar un poco su dinámica para estar al nivel de selección, lo mismo que su tiro a distancia. Tiene que mejorar en los próximos encuentros para poder quedar en el equipo definitivo.

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