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Barbosa es la gran figura en el perímetro de Brasil, pero estará muy bien acompañado
BUENOS AIRES -- El sólo hecho de pensar en esos apellidos tiene que despertar sensaciones opuestas. En tierras brasileñas, un clímax agradable, de comodidad, del hombre que está seguro y no tiene que comer hoy pensando cómo ganar el pan de mañana. En el resto de los países del continente, a excepción de los jerarcas estadounidenses, pensar en Leandrinho Barbosa, Anderson Varejao y Tiago Splitter, todos ellos juntos, tiene que provocar escalofríos.
"Qué hice yo para merecer esto", dirá algún entrenador nacional de turno en el banco de suplentes, cuando tenga el azul y amarillo al otro lado del canal.
Y no estará nada mal caer en esa reflexión. Quizás lo más preocupante tendrá que ver con la comparación pensamiento-hecho concreto: lo que parece temor, no parece ser exagerado en la cruda realidad. Todo esto, diagramado en los papeles, forma parte del terreno de la lógica. Y cuando es la lógica la que gana en la balanza, nosotros también nos vemos obligados a aceptarla.
El monstruo de tres cabezas. Ese es el calificativo que mejor le cabe a este equipo brasileño que se prepara para jugar -y ganar, claramente- el Premundial de Puerto Rico 2009.
Barbosa es un correcaminos estelar, que ha crecido muchísimo en la NBA en los últimos años y que tendrá en esta temporada con los Phoenix Suns un rol mucho más protagónico. Es un estupendo penetrador y lanzador a distancia. Cuando está Leandrinho en cancha, los equipos corren, se hacen vertiginosos, siempre juegan al límite en ofensiva.
Por el lado de Anderson Varejao, no descubrimos nada si decimos que se ha convertido en una referencia defensiva, pero que en torneos FIBA también sabe cómo lastimar en ataque. Es versátil, aguerrido, y tiene una energía poco común. Viene de renovar por varios años con los Cavaliers. Atentos a su tiro de corta y media distancia, muy desarrollado en la temporada pasada junto a Mike Brown y compañía.
Tiago Splitter, en tanto, es uno de los internos más destacados del básquetbol europeo. Tiene muchísimos fundamentos para jugar debajo del aro y no necesita llegar a la NBA -fue drafteado por los Spurs en 2007- para exhibir sus condiciones. En el Tau Cerámica (hoy Caja Laboral), Splitter dominó el poste bajo e hizo una dupla estelar con el argentino Pablo Prigioni, hoy en Real Madrid. Incluso, es recordado también el tándem en la pintura junto al también albiceleste Luis Scola.
Por lo tanto, la zona de internos de Brasil será de lo mejor del torneo. No hay equipo en el Premundial que pueda contar con una opción tan talentosa como Varejao-Splitter, en los dos costados de la cancha, a excepción de Charlie Villanueva-Al Horford en Dominicana, y quizás Luis Scola-Román González en Argentina.
Pero más allá de estos hombres estelares, Brasil tendrá un esquema de juego de la mano del español Moncho Monsalve. Si bien tiene posibilidades de jugar como un equipo europeo, con ofensivas estacionadas frecuentes, sus jugadores lo llevan a ser un roster con estilo caribeño: mucho ataque en transición, tiros rápidos, verticalidad como arma principal. La misión de correr será primaria. Habrá que ver si lo hacen de manera inteligente, sobre todo cuando se crucen con algún rival que le proponga algo distinto.
En la base del equipo, encontramos a Duda Machado, un especialista defensivo con una gran lectura de juego, y al veterano Marcelo Huertas, un armador con mil batallas con la camiseta verdamarelha y todo un líder para este plantel.
Pero no podemos dejar de lado aquí al estelar Alex García. El armador zurdo es un histórico de Brasil y una verdadera amenaza, tanto a la hora de penetrar, asistir como lanzar a distancia. Podemos considerarlo un escolta, pero no es descabellado pensar en Alex como una opción de traslado.
"Después de tres semanas de entrenamientos y amistosos me siento mucho mejor físicamente y mas adaptado al esquema del técnico Moncho Monsalve. Cada día el grupo tiene mas química y las jugadas son mejor ejecutadas", dijo el alero Guilherme Giovannoni a FIBAamericas.com.
Guilherme es un francotirador peligrosísimo, de estatura, que cada vez que está cerca del balón se convierte en una amenaza. Y lo más curioso es que Brasil, en ese puesto, también tiene al hermano de Duda, Marcelinho Machado, un asesino de redes implacable, que en los últimos años ha sido figura trascendental de su selección.
Como se ve, un equipo plagado de luces.
NO ESTÁN COMPLETOS
Hemos visto que Brasil es un equipo nutrido, de muchísimas variantes en todos los sectores de la cancha. Pero sin embargo, podría haber sido aún mejor.
La gran ausencia de este seleccionado es Nené Hilario, centro estrella de Denver Nuggets, quien renunció a la selección hace unos días para prepararse de lleno con su franquicia de cara a la temporada NBA, que comienza a fines de octubre.
También faltará, entre otros estelares, el ex NBA Rafael Araujo, quien sufrió una tendinitis en su rodilla izquierda y no podrá jugar por lesión.
Pese a estas dos bajas, el equipo brasileño es gran candidato a ganar el título en el Premundial. Entre los otros favoritos, figuran Argentina, República Dominicana y el organizador Puerto Rico.
De todos modos, el monstruo de tres cabezas, junto a un grupo de colaboradores notable, ya dio de qué hablar: se llevaron el Súper 4 de Río de Janeiro con mucha comodidad y aplastaron a Argentina 91-76 en su debut en la Copa Tuto Marchand.
Indicios alentadores. Aunque claro, no deben cantar victoria: por los puntos, siempre es otra cosa.
Siempre.