Enrique Rojas 15y

Llegan a la cifra mágica

WASHINGTON -- Con el debut el martes del lanzador Pedro Viola, de los Rojos de Cincinnati, República Dominicana alcanzó la significativa cifra de 500 representantes en la historia de su participación en las Grandes Ligas de los Estados Unidos.

Viola entró a lanzar en la sexta entrada del partido que Cincinnati perdió 3-1 ante los Rockies de Colorado. El zurdo de 26 años permitió dos hits y una carrera en dos entradas.

El derecho Víctor Marte, de los Reales de Kansas City, había acercado el histórico conteo a los cinco quintales el domingo con su debut frente a los Angelinos de Los Angeles.

La lista 500 de República Dominicana incluye a varios hijos de quisqueyanos que nacieron en Estados Unidos (Moisés Alou, Ron Belliard, Alex Rodríguez, José Jiménez, Alex Arias, Angel Salomé, Emmanuel Burriss, Humberto Sánchez y Julio Borbón), pero no al dominico-curazoleño Hensley Muelens, el dominico-venezolano Felipe Paulino ni a los cubanos nacionalizados quisqueyanos Kendry Morales y Juan Miranda.

Muelens, Paulino, Morales y Miranda están registrados oficialmente como representantes de sus otras nacionalidades. Paulino nació en Santo Domingo, pero se nacionalizó venezolano, mientras que Muelens es hijo de una dominicana y nació en Curazao, aunque jugó toda su carrera como nativo en la pelota quisqueyana.

Mientras en Dominicana se le considera un hijo genuino, Muelens está fichado como uno de los pocos representantes curazoleños que ha tenido el béisbol organizado.

El antesalista Osvaldo Virgil fue el primer dominicano que accionó en las Grandes Ligas cuando vistió la camiseta de los Gigantes de Nueva York en el partido contra los Filis de Filadelfia el domingo 23 de septiembre de 1956 en el estadio Polo Grounds de Manhattan.

En 1958, Virgil fue el primer negro que jugó con los Tigres de Detroit, el último equipo de las ligas mayores que quebró la barrera racial.

Pero fue con la llegada del jardinero Felipe Alou y el lanzador derecho Juan Marichal, ambos con los Gigantes que ya se habían trasladados a San Francisco, que comenzó el desfile de estrellas quisqueyanas en la gran carpa. Alou y Marichal recibieron el bautizo de fuego durante la temporada de 1958.

En lo adelante, y facilitado por la erradicación del béisbol profesional en Cuba, la República Dominicana se convirtió en el principal suplidor de talento extranjero al béisbol norteamericano, condición que sigue manteniendo en los momentos actuales.

Puerto Rico, con 270, es el segundo en la lista de todos los tiempos de peloteros llevados a las Grandes Ligas, mientras que Venezuela, el país como mayor crecimiento en los últimos 10 años, alcanzó la cifra de 245 con el debut de Carlos Carrasco, de Cleveland, el martes de la semana pasada.

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