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Cambio de guardia

BRISTOL -- La era moderna de la NFL empezó en 1970, el año en que los equipos de la AFL se incorporaron oficialmente a la NFL, creándose las conferencias Americana y Nacional.

A partir de entonces, la supremacía de conferencias en la NFL ha sido por ciclos. En la década de los '70s dominaron primordialmente los equipos de la AFC, ganando siete Super Bowls repartidos entre Pittsburgh (4), Miami (2), Kansas City (1) y Oakland (1). Dallas se coló por ahí ganando en '71 y '77. Dallas y Minnesota eran de buen nivel, pero los equipos fuertes en la liga estaban en la Americana.

En los '80s los Raiders ganaron Super Bowls en '80 y '83, pero en 1984 vimos el comienzo de una racha de 13 victorias consecutivas en el Super Bowl por equipos de la Nacional. Los equipos dominantes eran y sus victorias en Super Bowls eran San Francisco (4), Washington (3), Dallas (3), Gigantes (2), Chicago (1) y Green Bay (1). La conferencia Americana fue el patito feo durante ese período. Los mejores equipos eran Buffalo, Denver y Cleveland, pero su nivel era marcadamente inferior al de los equipos fuertes en la Nacional.

Denver rompió el hechizo en 1997 sorprendiendo a Green Bay en el Super Bowl XXXII y repitiendo un año después. Con la excepción de campeonatos de St. Louis en 1999, Tampa Bay en 2002 y los Gigantes en 2007, la conferencia Nacional estuvo siempre dos pasos atrás de la Americana. Cuando se listaban a los mejores equipos de la NFL, el mejor de la Nacional no aparecía hasta como el quinto o sexto puesto atrás de Nueva Inglaterra, Indianápolis, Pittsburgh, San Diego y Baltimore.

Este año, la balanza parece inclinarse una vez más hacia la Nacional.

Después de dos semanas no se ve un equipo dominante en la conferencia Americana. Los trabucos que dominaron los últimos años como Nueva Inglaterra, Pittsburgh e Indianápolis muestran serias carencias al igual que Baltimore, San Diego y Tennessee.

Empecemos por ese order.

En Nueva Inglaterra es claro que Tom Brady no ha recuperado el nivel de 2007 después de la lesión que sufrió en la rodilla izquierda en el partido inaugural de 2008. Se ve fuera de ritmo como sus receptores y falto de precisión en sus envíos. Parece no tener la confianza suficiente a la hora de lanzar el balón comprometiendo su depurada técnica individual. La situación se complica por la lesión de rodilla de Wes Welker. Como es costumbre con los Patriotas, no han comunicado el nivel de gravedad. Otros receptores no han sido la respuesta como es el caso de Joey Galloway quien ha tenido problemas aprendiendo el esquema. Aunque la defensiva se vio mejor contra los Jets, todavía tiene carencias y no sabemos tampoco cuándo regresará Jerod Mayo a los emparrillados.

Por semanas consecutivas, Pittsburgh se ha visto inconsistente a la ofensiva, sin consistencia en el juego por tierra y permitiendo mucha presión sobre Ben Roethlisberger. Contra Chicago la defensiva falló en el momento de la verdad permitiendo 10 puntos en el último cuarto, algo que no se veía en el pasado. Es posible que con el regreso de Troy Polamalu recuperen la supremacía en la conferencia, pero corren el riesgo de rezagarse peligrosamente dentro de su división.

Indianápolis tiene nuevo entrenador en jefe y nuevo coordinador defensivo, pero siguen con los mismos problemas con una defensiva que es rápida, pero que puede ser dominada físicamente. Peyton Manning no tiene ya tres receptores de primer nivel como era el caso de otros años. Ahora con la lesión de Anthony González, no tiene ni siquiera dos y el juego por tierra sigue sin ser factor. Los Potros sufrieron para vencer a dos equipos con limitaciones ofensivas como es el caso de Jacksonville y Miami.

Baltimore, mi candidato a ganar la conferencia, extraña a Rex Ryan y a los jugadores que éste se llevó a los Jets, principalmente a Bart Scott. La defensiva es sólida, pero no se compara con la de los últimos dos años. Tienen serias carencias en la posición de esquineros y son vulnerables a pases profundos como se vio contra San Diego. Joe Flacco es buen QB pero carece de receptores de calidad. Aún así, ha sabido llevar a su equipo a dos victorias sacándole agua a las piedras, osea, maximizando el rendimiento de su ofensiva que cuenta con una línea poderosa y buenos corredores.

San Diego tiene a Norv Turner. ¿Necesito explicar más? Phillip Rivers tiene mucho talento, pero se ve frustrado por la falta de un ataque terrestre por lo menos de nivel promedio y trata de ganar los partidos él solo forzando sus pases. Su defensiva ya no es la de hace cuatro años cuando dominaban físicamente a sus rivales, y se vuelve más floja todavía al perder a Jamal Williams el resto de la temporada.

En Tennessee extrañan a Albert Haynesworth y a Jim Schwartz. Lograron cuatro capturas de Big Ben la primera semana, pero eso ya no es un gran logro contra una línea ofensiva como la de Pittsburgh. Contra una línea decente, pero de ninguna manera espectacular, de Houston, se fueron en blanco en capturas. Después de dos partidos tienen la peor defensiva de pase a pesar de que tienen a tres jugadores de Pro Bowl patrullando el perímetro.

La sorpresa del año han sido los Jets. La mejoría de este equipo se veía venir desde la pretemporada. Un calendario brutal las primeras cinco semanas ponían en peligro su clasificación. En mi análisis de la AFC antes de la temporada mencioné que si ganaban dos de los primeros cinco partidos les veía posibilidades de avanzar a los playoffs. Con una gran defensiva, y un ataque sobrio pero efectivo, se ven como el equipo más completo en la división Este.

Falta mucho camino por recorrer y los equipos cambian a través de 16 partidos. Los Jets, Baltimore y Pittsburgh, asumiendo que Polamalu, regresa en dos semanas más como se anticipa, deberán de pelear por la supremacía en la conferencia, pero no los veo al nivel de Nueva Orleans, Filadelfia (con Donovan McNabb de QB), los Gigantes y Minnesota (hasta que se le acabe la gasolina a Brett Favre).

La NFL es una liga en donde mandan los QBs y los mejores --Brady, Peyton Manning, Roethlisberger y Rivers, sin contar aquí a Drew Brees-- siguen todavía en la Americana. Eso eventualmente inclinará la balanza a favor de esta conferencia en el futuro, pero por lo pronto este año se perfila para la Nacional.