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El clima se puso espeso

Fossati se va si su equipo cae en la Libertadores Fotobaires.com

BUENOS AIRES -- El director técnico de la Liga Deportiva Universitaria de Quito, Jorge Fossati, acusó al auxiliar de Lanús Armando "La Urraca" González de haber agredido al capitán de su equipo, Neicer Reasco, y de provocar un incidente mayor entre los dos planteles en el entretiempo del partido correspondiente a la Copa Sudamericana.

"Un hombre del cuerpo técnico de (el entrenador "granate", Luis) Zubeldía fue a empujar a Reasco cuando estaba hablando con el árbitro, al término del primer tiempo. Entonces le dije que no le correspondía estar ahí y tuvimos un cruce de palabras", comenzó a explicar Fossati.

"Después -continuó-, había mucha gente en el túnel que no debía estar allí y eso generó un inconveniente sobre el que no voy a dar detalles".

González se encontraba a cargo del banco de suplentes en el cotejo que dejó a Lanús afuera de la Sudamericana en octavos de final, ya que Zubeldía había sido expulsado en el encuentro de ida, que se desarrolló en Quito.

Según trascendió, el entredicho entre "La Urraca" y Fossati derivó en un forcejeo que tuvo lugar en el camino a los vestuarios e involucró a jugadores, cuerpos técnicos y hasta a la policía.

Con respecto al trámite del encuentro en sí mismo, el conductor de los visitantes afirmó que "tenía bien claro que Liga debía jugar con inteligencia sin relajarse, pero no me cabía en la cabeza la posibilidad de quedar afuera".

Un dirigente de Lanús recibió una trompada en la boca durante una pelea entre jugadores y allegados del equipo argentino y la Liga Deportiva Universitaria de Quito, al cabo del primer tiempo.

El golpe sobre Miguel Acha, intendente del estadio de Lanús, se consumó en la antesala de los vestuarios en medio de un revuelo que hizo imposible individualizar al agresor.

El incidente, trasladado a ese sector, se originó dentro del campo de juego cuando González, ayudante de campo del técnico Luis Zubeldía empujó a un jugador ecuatoriano que conversaba con el árbitro venezolano Juan Soto al término de la etapa inicial.

Los jugadores de Liga reaccionaron contra la actitud del colaborador de Zubeldía y algunos de ellos se mofaron de sus rivales por los cuatro goles convertidos en el partido de ida jugado en Quito.

La cargada produjo un forcejeo generalizado en la manga y la antesala de los vestuarios hasta que la policía logró controlar el incidente.