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Se van poniendo grandes

BUENOS AIRES -- Piden pista. Cada uno a su manera, con sus virtudes, con sus estilos, con una juventud que abre grandes ilusiones y con un enorme hambre de gloria, el brasileño Thomaz Bellucci y el uruguayo Pablo Cuevas son tenistas que progresaron mucho este año. Y ese salto de calidad les permite soñar despiertos, insertados en el segundo pelotón de los sudamericanos, detrás de las principales figuras de la región.

El 2009 será siempre recordado por ambos, porque despegaron y se instalaron entre los 50 mejores del ránking mundial. Fue más fructífero para Bellucci, de 21 años, quien llegó a su primera final en el circuito mayor de la ATP y luego se dio el placer de conquistar su único título en singles. En tanto, Cuevas, de 23, llegó dos veces a semifinales, tras una experiencia en el 2008, y también empezó a sumar más victorias contra colegas más destacados y experimentados.

En América Latina, la actual estrella del deporte blanco es el argentino Juan Martín del Potro, quien viene de ganar el US Open, el cuarto y último Grand Slam del calendario. Al 5° del ránking lo siguen el chileno Fernando González (11°), el ahora inactivo argentino David Nalbandian (27°), quien se recupera de una operación, y el también albiceleste Juan Mónaco (30°). Detrás, aparecen Bellucci y Cuevas, con el argentino José Acasuso (48°) entre ambos.

Este breve repaso por la clasificación nos muestra dónde están parados estos jóvenes, que están dando pasos muy importantes en el tenis de sus respectivos países, con accesos a las ruedas decisivas de diversos torneos, con el plus de que ya no sólo lo hacen en sus aliadas canchas de arcilla, sino también en algunos sobre superficies rápidas y bajo techo. Eso es lo que les permite creérsela, en el mejor de los sentidos.

UN ZURDO PELIGROSO
Bellucci cumplirá 22 años a fines de la temporada y viene mostrando avances muy interesantes, siendo uno de los mejores jugadores latinoamericanos. De hecho, en febrero pasado avanzó por primera vez a una final de ATP, en Costa do Sauípe, siendo el primer brasileño disputar la definición del Abierto de su país desde que lo hiciera Gustavo Kuerten en el 2004.

Si bien después no pudo hilvanar semanas tan felices como esa, sin dos victorias consecutivas en torneos oficiales, superiores a los challengers, se destapó ganando a principios de agosto su primer título grande, en Gstaad. Ese triunfo en Suiza, sobre arcilla, fue el primero de un brasileño en el circuito mayor en casi cinco años, desde que Ricardo Mello se adjudicó el campeonato de Delray Beach, en septiembre del 2004.

Sin dudas, desde el retiro del gran Guga Kuerten, ex N° 1 del mundo, tricampeón de Roland Garros y una vez dueño del Masters, en Brasil el tenis dejó de ser un deporte proveedor de alegrías seguidas y de primera línea. Ahora, de la mano de Bellucci, está recuperando algunas sonrisas y eso ya es bastante decir. Apoyado en su saque y su zurda, endiablada, con mucho top-spin, este joven que se siente más a gusto en canchas lentas es la nueva esperanza.

En principio, esta temporada empezó a dejar de ser una promesa para convertirse en realidad, aunque mucha gente espera mucho más de él. Va por el camino correcto y de hecho empezó a derrotar a rivales de otra categoría y a ser una buena noticia, aunque con intermitencias. Este año lo arrancó siendo el N° 85 del ránking internacional y hace una semana se instaló 45°. Y con el acceso a las semifinales de Estocolmo dio otro salto y se ubicó 43°.

Hasta ahora, Bellucci jamás había ganado dos partidos seguidos en un certamen sobre superficie rápida. Lo hecho en Suecia fue muy positivo para él, ya que arribó a su primera semifinal en canchas rápidas y, para colmo, bajo techo. Ganó tres partidos, cediendo apenas un set, y dejó escapar una gran oportunidad de ser finalista al perder en tres parciales con el talentoso pero muy irregular belga Olivier Rochus (87°).

El brasileño fue el mejor sudamericano de la semana, siendo el único en meterse en semis en un torneo de ambos circuitos. Y consiguió un éxito de esos que se valoran más por el tipo de rival y las condiciones de juego. Es que Bellucci eliminó al gran sacador sueco Joachim Johansson, ex top-ten mundial, un rival peligroso en una cancha tan veloz e Indro. Además, le dio de su propia medicina, al conectar 18 aces, cinco más que el anfitrión, un especialista en ese rubro.

"Saqué muy bien y resistí la presión, lo que me deja muy feliz. Ahora mi confianza crece más", admitió. Ese partido, indudablemente, no fue uno más en la trayectoria personal de Bellucci, porque si bien no se trató de un adversario de gran jerarquía es uno de esos adversarios difíciles por jugar en su casa y estar en pleno operativo retorno. Y haberle ganado en una cancha tan rápida le abre nuevas y alentadoras esperanzas.

Así, el brasileño quedó con un registro de 21-18 en la temporada. Ya el año pasado venció a rivales del nivel de Nicolás Massú y Tomas Berdych y en el 2009 superó a Juan Carlos Ferrero, Stanislas Wawrinka, Igor Andreev y Nicolas Kiefer. Una muestra cabal de que su zurda está bien encaminada. Claro que necesita mayor contención y solidez con el revés y tener un mayor control con su zurda, pero tiene cuerda para intentar seguir en ascenso.

UN DIESTRO QUE PROMETE
Cuevas, quien cumplirá 24 años en el inicio mismo del 2010, tiene particularidades diferentes al brasileño. Es que el uruguayo ya avisó el año último, cuando en compañía del peruano Luis Horna obtuvo la corona de dobles de Roland Garros, siendo el primer título de Grand Slam para un jugador de su país. Como si fuera poco, participó en el Masters final de esa especialidad y eso también le dio mucho roce y confianza.

Este año, Cuevas comenzó siendo el 141° de la clasificación y venía de insertarse por primera vez entre los top-50, justo una semana antes de su participación en el Abierto de Rusia. Llegó a Moscú como 52° y subió al 49° lugar gracias a su trepada a los cuartos de final, siendo la primera ocasión en la que ganó dos encuentros al hilo fuera de las canchas lentas y además tuvo claras chances de avanzar a las semifinales.

Cuevas perdió con el kazajo Mikhail Kukushkin (157°), proveniente de la fase clasificatoria, siendo sin dudas un adversario accesible. Fue una pena, porque el uruguayo iba 4-1 en el tercer set y se vino abajo, perdiendo cinco games al hilo y así el partido. De haber sorteado ese choque, habría conseguido otro paso en positivo y pudo a avanzar aún más en el ránking de la ATP.

Nacido en Argentina, Cuevas fue nacionalizado uruguayo y es conducido por el coach argentino Daniel Orsanic desde hace un año y medio. Ya había logrado meterse en semis de Viña del Mar en el 2008 y esta temporada se instaló dos veces en semis, también en canchas lentas, nuevamente en Viña del Mar y luego en Hamburgo. De a poco sigue creciendo y consolidando su patrón de juego, buscando mayor solidez desde la base.

Al igual que Bellucci, Cuevas prefiere moverse en polvo de ladrillo, aunque sus puntos fuertes son el revés y la consistencia desde el fondo. En su tierra, los fans del tenis esperan que pueda igualar e inclusive superar a los recordados Diego Pérez y Marcelo Filippini. El primero llegó a situarse 27° en el mundo, en 1984, y logró un título individual. El segundo fue 30°, en 1990, conquistó cinco torneos y cayó en otras tantas finales.

El punto muy favorable que muestra Cuevas es su versatilidad en el dobles, al punto de haberse coronado ahora en Moscú, junto con el español Marcel Granollers. Esa prueba le permite mejorar en golpes ofensivos, en el servicio y la devolución y en la movilidad en la red, lo que lo ayuda a la hora de actuar en superficies rápidas. No por casualidad sigue mostrando notorios progresos y escaló a los cuartos en Rusia.

El año pasado superó a nombres como Guillermo Coria y Fernando Verdasco, pese a que no estaban en su plenitud, y en el 2009 se impuso a Nicolás Lapentti, Jurgen Melzer, Philipp Kohlschreiber y Nicolás Almagro, todos con mayores pergaminos y experiencia. Además, sumó confianza al lograr el challenger de la Copa Petrobras en Montevideo, como local, donde venció a Gastón Gaudio y a Nico Lapentti. Ahora su récord individual es de 18-12 en esta temporada.

Así, Bellucci y Cuevas, cada uno a su manera, se sigue abriendo paso en este deporte tan competitivo. Ya no sólo son noticia en canchas lentas y eso les abre otro panorama. Por eso, cuando los Del Potro, los González y los Nalbandian no participan en el circuito, ya tienen vecinos que les cuidan las espaldas y hacen de las suyas. Bienvenidos sean.