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Día de palizas

Nalbandian regresa a la alta competencia Fotobaires.com

BUENOS AIRES -- El argentino David Nalbandian y el chipriota Marcos Baghdatis tuvieron una noche inspirada en el segundo día de competencia de la Copa Peugeot Argentina de tenis. El cordobés brilló en su primer duelo del torneo frente al mallorquín Carlos Moyá, mientras que el europeo -también debutante- dejó sin chances al chileno Fernando González.

Los dos ex top ten ganaron en sets corridos, demostraron un nivel altísimo y entregaron un espectáculo notable que la cálida noche de Buenos Aires les agradeció con ovaciones.

Los dos, a su manera, comenzaron un regreso: Nalbandian, tras una lesión en la cadera, empieza a volver al ruedo; Baghdatis, tras un bajón tenístico, busca un retorno a su nivel real, y a un ránking acorde con su historia.

DAVID, IMPECABLE
Hay algunas cuestiones que, aunque repetidas, no dejan de generar sopresa: sorprende, por ejemplo, ver al Lawn Tennis vestido de carpeta, aún cuando esta Copa Argentina cumple nueve años y se va haciendo cada vez más tradicional. Sorprende también el lleno total del estadio, aunque sea viernes y sea de noche. Y sorprende el griterío escandaloso para ovacionar a David Nalbandian, aunque prácticamente no lo hayan visto pisar una cancha durante 2009.

Pero todas estas cuestiones dejan de sorprender cuando la pelota se pone en juego: con un rendimiento notable, un juego contundente y una cabeza de hierro, el cordobés derrotó al español Carlos Moyá por 6-2 y 6-4. Y eso tampoco sorprende.

El juego resultó una muestra de lo que es capaz de hacer el unquillense, ex número tres del mundo y hoy en el escalón 64 del ránking mundial. Ídolo por naturaleza en esta tierra, justificó desde la primera bola su condición: estuvo preciso con el revés, sólido con el drive, extremadamente potente con todos sus golpes, particularmente decidido a la hora de ir a la red y muy desequilibrante -como siempre- en la devolución. Quebró apenas comenzó el partido para quedar 2-0, y ya en el tercer game había tirado una "gran willy" que levantó a la grada completa.

Aunque los dos tenistas estaban parejos en su historial de enfrentamientos (Nalbandian llegaba al duelo arriba 4-3), no hubo paridad en el desarrollo del encuentro. El ex número uno y ex campeón de Roland Garros no les encontró la vuelta a los ataques permanentes de Nalbandian, y siempre estuvo abajo en el marcador.

Aquel quiebre temprano, más otro que logró cuando estaba 5-2 arriba le alcanzaron al local para asegurarse el primer set. En el segundo, Moyá logró quebrar gracias a una doble falta de su rival para acomodarse arriba 3-2. Pero David respondió de inmediato y el español devolvió gentiliezas (en un game que incluyó un punto fenomenal del argentino en defensa): selló su pérdida de servicio con una doble falta propia y Nalbandian recuperó la paridad.

Desde allí, no hubo dudas: buenas aperturas, tremenda velocidad de pelota y un trándisto tranquilo hacie el triunfo.

También quedó espacio para un par de puntos de circo que la tribuna agradeció como pocas otras cosas en la noche.

El mallorquín, hoy 448 en el escalafón mundial, pareció sentir el cansancio físico de su larga victoria frente a Gaudio, estuvo bastante impreciso en defensa y tuvo problemas con su desplazamiento lateral, cuestión que benefició bastante al argentino.

"Estoy feliz de volver a divertirme. Estos encuentros vienen bien para agarrar ritmo de competencia, porque un partido nunca es lo mismo que un entrenamiento, tiene otros condimentos. Por suerte me estoy sintiendo cómodo y no siento ningún dolor en la cadera, lo que es fundamental", aseguró Nalbandian, que está jugando sus primeros encuentros tras una inactividad de casi siete meses.

"Sé que este es un momento para tomar confianza. Yo estoy tratando de buscar un poco más de ritmo, aprovechar para sentir la intensidad de un peloteo, de jugar puntos y de sumar partidos. Si ando bien físicamente, el tenis va venir solo", sostuvo el unquillense tras la victoria.

"Las exhibiciones las jugás un poco más relajado y tratás de buscar cosas que venís entrenando en la pretemporada. Pero al mismo tiempo buscás jugar en serio porque en 20 días estamos compitiendo en Australia. Hoy me sentí bien, creo que mejoro día a día y que jugué un gran tenis", finalizó.

Este sábado se enfrentará ante un Gaudio que también está volviendo, y que perdió en el debut del viernes frente a Moyá. En ese duelo, el cordobés tendrá en sus manos la posibilidad de conseguir una victoria que le permita quedarse con el grupo.

Si juega como hasta ahora, no habrá lugar para sorpresas.

BAGHDATIS, UNA TROMBA
En el segundo turno, el chipriota Marcos Baghdatis demostró que está en plena levantada y dejó sin chances al chileno Fernando González: lo venció sin mayores inconvenientes por 6-2 y 6-2.

La verdad sea dicha, Feña no encontró nunca la manera de jugarle a un rival que llegó inspirado, se movió muy cómodo en la superficie y pareció disfrutar de un ambiente que lo vitoreó sin timidez.

En el primer set, el de Chipre arrancó con todo: consiguió dos quiebres muy temprano para ponerse 4-0 y después sólo tuvo que mantener su ventaja desde la potencia y solidez de su saque. Para el sudamericano no había presición del lado de la derecha y, por lo tanto, faltaba desequilibrio.

Baghdatis sorprendió con su movilidad y con tiros muy arriesgados que acortaban los puntos. Cerró esa manga con un 6-2 a favor que hacía plena justicia al desarrollo del juego. Lo del chileno eran arrestos, apenas: mucha potencia pero mal administrada.

La segunda manga arrancó de manera idéntica: con quiebre de un Baghdatis que aprovechaba su slice, tomaba la cancha y no dejaba resquicios en defensa. Fernando logró algunos juegos sólidos con su servicio, pero no inquietó prácticamente el saque rival (de hecho tuvo apenas un break point en el partido).

El transcurso del encuentro no revirtió la tendencia dominante del isleño. González no ajustó su mira, falló demasiado y aunque intentó pelear sufrió la contundencia de su oponente. Baghdatis volvió a quebrar para quedar arriba 5-2 y el partido tuvo su final cantado.

Fue una victoria prometedora para el gran Marcos de cara al futuro inmediato. A base de muy buenos tiros de fondo (apabulló, por ejemplo, y seriamente, con su drive invertido), el finalista del Abierto de Australia 2006 dejó claro que buscará un protagonismo perdido en estas últimas temporadas. Es que, aunque supo ser número 8 en el ránking mundial, el europeo -hoy pupilo del argentino Eduardo Infantino, lo que explica su extravagante presencia en el país- no tuvo una buena temporada en 2009. Sin embargo terminó bien el año: ganó en Estocolmo su último título.

"Me sentí muy bien, me sentí fuerte y eso es lo más importante. Creo que Fernando no jugó un gran partido y yo pienso que tampoco estoy en mi mejor forma, pero creo que estuve sólido", aseguró Baghdatis después del partido.

"Quiero agradecer al público, fue un placer jugar con una audiencia como ésta. Estoy muy contento de haber venido a Argentina, el torneo parece un ATP, la organización es fantástica y nos tratan muy bien", comentó.

En este grupo del campeonato, todo se definirá el último día. Será en el duelo de vencedores de Feña: Juan Mónaco ante el propio Baghdatis. Promete lujo. Promete calor. Promete tenis.