Dave Cameron 14y

Cambio de medidas

El escenario

Desde que Michael Lewis escribió "Moneyball" en 2003, las franquicias han sido demarcadas en cuanto a su apoyo o rechazo de las filosofías que presenta ese libro. Los Atléticos de Oakland eran señalados como la franquicia modelo, el equipo que pudo ganar al hacer caso omiso de las tradiciones del béisbol y hallar valor en los bienes subvalorados -- el más prominente de ellos en aquel momento era los jugadores lentos y poco atléticos con largas carreras de ligas menores que conseguían muchos pasaportes y no hacían muchos outs.

Matt Stairs
Getty Images

Si tú quieres ser el próximo Matt Stairs, ahora no es el momento

El gerente general Billy Beane ganaba con equipos llenos de jugadores que los viejos cazatalentos odiaban. Desde John Jaha hasta Matt Stairs, los A's eran el destino selecto para los tipos que podían correr casi tan bien como el aficionado promedio en las gradas. Donde otros equipos veían una pobre velocidad del bate, inhabilidad para jugar defensa y cuerpos que podrían degradarse a la edad de 30 años, Beane vio la habilidad para construir una ofensiva que anotaría más carreras por medio de conseguir un par de pasaportes y un jonrón.

Este tipo de béisbol en particular, llamado el estilo "Moneyball", era despreciado por aquellos que aprendieron que el béisbol debe jugarse con buena defensa, toques de sacrificio y haciendo las cosas pequeñas que ayudan a tu equipo a ganar. Pero ahora, en un intento por capitalizar sobre los bienes subvalorados de la actualidad, las fichas han cambiado. Los equipos que utilizan la estrategia estadística que popularizó Oakland han abandonado a los zoquetes que batean con poder para favorecer a los defensores atléticos que pueden correr como el viento.

Los equipos "Moneyball" ahora construyen rosters que encajarían perfectamente con el béisbol presabermétrico. Tal vez ningún equipo ejemplifica mejor este cambio de filosofía que los Medias Rojas de Boston.

La evidencia

Con un gerente general educado en la Ivy League que contrató al experto Bill James como consultor, los Medias Rojas han sido uno de los equipos sabermétricos más visibles en el béisbol recientemente. Ellos construyeron equipos alrededor de David Ortiz, J.D. Drew y Kevin Youkilis, y demostraron que valoraban las mismas características que los Atléticos a principios de la década. Cuando Boston finalmente se cansó de las aventuras de Manny Ramírez, arreglaron un cambio entre tres equipos para conseguir a Jason Bay, otro jugador que se ajusta a ese molde en particular.

Sin embargo, cuando el gerente general Theo Epstein evaluó cómo mejorar un roster que culminó en segundo lugar en el Este de la Americana y perdió en la primera ronda de los playoffs en 2009, su conclusión no fue que necesitaba más bateadores de poder para recargar la ofensiva. Al contrario, dejó que Bay firmara con los Mets de Nueva York y luego reinvirtió el dinero sobrante en las firmas de Mike Cameron y Adrián Beltré -- a pesar del hecho de que el dúo pegó menos jonrones en conjunto que Bay el año pasado.

Ni Cameron ni Beltré pueden igualar la producción de Bay en el plato, pero sí pueden correr mucho más que él en el terreno. La defensa fue donde Epstein vio una oportunidad para mejorar de la manera económica más efectiva, así que le dijo adiós al toletero fuerte de poco alcance y le dio la bienvenida a un par de bateadores del promedio cuyo estrellato se mide con las joyas del guante.

Epstein y James han cambiado el porcentaje de embasamiento por ultimate zone ratings, convencidos de que el mercado se ha sobregirado al devaluar la habilidad de un jugador para salvar carreras en el terreno. Ellos no son los únicos -- los Rays de Tampa Bay , Marineros de Seattle, y sí, hasta los Atléticos de Oakland de Billy Beane se montaron en el autobús.

¿Y cuáles son los resultados de este cambio hacia la prevención de anotaciones? Los equipos "Moneyball" se enfocan en el tipo de jugadores sólidos que los cazatalentos han codiciado por años. Tampa Bay, Oakland y Boston figuraron entre los primeros cinco equipos en bases robadas entre los equipos de la Liga Americana en 2009. Seattle terminó octavo y luego ganó la subasta por el especialista en velocidad y defensa Chone Figgins este invierno. Los Marineros también lideraron la liga en toques de sacrificio, y eso no cambiará ahora que Figgins se ha unido al club y el equipo reemplazó el bateador de poder e inicialista Russell Branyan con el defensivo Casey Kotchman.

Igualmente, los A's presentarán una novena fundamentada en el juego de ofensiva compacta, especialmente con la suma de Coco Crisp a un cuerpo de jardineros que ya cuenta con Rajai Davis y Ryan Sweeney. Beane ahora cree que el contar con tres jardineros centrales para recuperar los elevados compensará por el hecho de que sus tres patrulleros titulares pegaron 12 jonrones como conjunto en 2009.

La conclusión

La era de los hermanos Giambi ha terminado. Seguro, a estos equipos todavía les encantaría tener un macetero en medio de la alineación que pueda llegar a las bases y batear la pelota 500 pies con regularidad, pero ellos no van a pagar el precio del mercado para obtener dicho poder cuando pueden conseguir un valor similar con descuento de otra manera. La compra de mayor sentido económico ahora es una que emule a los Cardenales de San Luis de 1985, un equipo con defensa superior encabezado por velocistas que trotaron hasta la Serie Mundial a pesar de la ausencia crasa de bateadores de poder.

Whitey Herzog, quien fue dirigente de aquel equipo de los Cardenales, nunca hubiese sido confundido como seguidor de la disciplina de "Moneyball". Pero si Herzog todavía estuviera configurando equipos en el 2010, los equipos que más se parecerían a lo que él quisiera son los equipos que utilizan el análisis estadístico en la toma de decisiones. Lo viejo es nuevo otra vez, y el 2010 será el año en que los cazatalentos y los sabermétricos finalmente llegarán a un acuerdo sobre cómo se debe construir un equipo.

Dave Cameron es editor de FanGraphs.

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