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Las madres no mienten

BUENOS AIRES --

-- Mutu es inocente.

-- ¿Quién?
-- Adrian Mutu, el rumano que juega en la Fiorentina.

-- ¿Qué pasó?
-- ¿Prefiere que se lo cuente cronológica o lógicamente?

-- A ver... cronológicamente.
-- Bien. El 10 de enero le hicierona Adrian Mutu un control antidoping, del que resultó presencia de sibutramina (un estimulante que sirve para anular los efectos del hambre y que, naturalmente, se utiliza para adelgazar). El Tribunal Antidopaje del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) anunció entonces su suspensión.

-- Pero usted dice que Mutu es inocente. ¿Y en qué se basa para afirmar eso?
-- En que lo ha defendido alguien que posee la más alta autoridad y cuya palabra es indecente poner en duda...

-- ¿Quién?
-- Su madre.

-- ¿Su madre?
-- Sí. La madre de Mutu dice que las pastillas que consumió Adrian eran suyas, que Mutu nunca toma pastillas adelgazantes, pero que dejó el frasco tirado por ahí, tranquila porque en el prospecto decía que se trataba de un producto natural, sin una gota de sibutramina.

-- ¿Y usted le cree?
-- Perdón: ¿usted se atreve a poner en duda la palabra de una madre?

-- Sí, ¿por qué no?
-- Porque una madre no puede mentir.

-- ¿De dónde sacó eso?
-- Soy hijo, sé de qué hablo.

-- Yo también soy hijo, todos lo somos, pero jamás se me ocurriría afirmar con semejante entusiasmo que una madre no puede mentir.
-- ¿Su madre alguna vez le mintió?

-- Bueno, no recuerdo que me haya mentido a mí, pero no podría asegurar que no le haya mentido a nadie...
-- Una madre no miente.

-- ¿Pero de dónde sacó eso?
-- Una madre no miente, porque una madre que miente es algo... algo... que escapa a las leyes naturales...

-- ¿Usted no cree que la madre de Mutu puede estar tratando de cubrir a su hijo?
-- No, definitivamente no. Una madre puede tratar de cubrir a un hijo, estoy de acuerdo, pero no en una causa sobre doping. En ese caso la madre en cuestión pediría a los gritos que su hijo fuera internado en un instituto de rehabilitación, no trataría de cubrirlo. Si la madre de Mutu dice que las pastillas eran de ella, eran de ella.

-- El suyo es un razonamiento tremendamente infantil.
-- En absoluto. Infantil es creer que alguien consumiría sibutramina para jugar al futbol. ¿No sabe acaso que en los controles antidoping saltan componentes que, por ejemplo, están presentes en las gotas nasales?

-- Sí, y tengo un recuerdo bastante triste sobre eso...
-- Yo también. Mutu es inocente, el CONI debería cerrar el caso, sepultarlo. Pueden darle, si quiere, una pena simbólica, para que la próxima vez que quiera llevarsae una pastilla a la boca lo piense mejor. Pero la palabra de la madre de Mutu es la garantía de que Mutu es inocente.

-- Perdón, pero este Mutu no es el mismo que en el 2004 le dio positivo un control antidoping porque había consumido cocaína antes de un partido?
-- El mismo.

-- ¿Y tan fresco me lo dice?
-- Sí, se lo digo fresquísimo. Hace seis años cometió un error. Y entonces su madre no abrió la boca.

-- Eso es cierto.
-- Mutu es inocente y su madre es una santa.

-- Bueno, una santa... ¿Cómo la sabe?
-- Ninguna mujer declararía abiertamente que está excedida de peso, si para evitar que su propio hijo fuera condenado a la silla eléctrica. Esa mujer está diciendo la verdad, se lo aseguro.

-- Si usted lo dice.

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