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Bajo nueva administración

SARASOTA, Fla. -- Al menos no necesitarán un guía turístico para encontrar la tercera base.

Afortunadamente para Miguel Tejada y Placido Polanco, estará enclavada exactamente donde ha estado durante los últimos 165 años.

¿Pero jugar la tercera base?

Esa es la nueva excelente aventura que confrontan ambos esta primavera.

"Yo adoro el campocorto", dijo Tejada, quien ha jugado 1.846 partidos de las mayores en el campocorto -- y cero en la tercera base. "Pero yo adoro más el jugar béisbol".

Plácido PolancoAP

Tirar a primera podría ser el ajuste más difícil

"No es gran cosa, mudarse a tercera", dijo Polanco, quien pasó los últimos cuatro años como Guante de Oro de la intermedia con Detroit. "Yo he estado ahí antes. Y me gusta".

Pero cuando jugadores tan establecidos en las mayores como Tejada y Polanco realizan un cambio así de significativo, entonces sí se trata de un asunto importante -- al menos para sus equipos, en todo caso.

Los Filis tomaron la sorprendente decisión este invierno de rechazar la opción de un mago defensivo de la tercera base -- me refiero a Pedro Feliz -- y comprometieron tres años y $18 millones de su futuro con Polanco.

Lo hicieron a pesar de que Polanco tendrá 37 años de edad cuando culmine el contrato. Más significante aún, lo hicieron a pesar de que no ha iniciado un solo partido en tercera base desde el 3 de agosto de 2005.

"Cuando nosotros miramos a los antesalistas que estarían disponibles, para ser honesto contigo, el único que en realidad me resaltaba era Polanco", dijo Charlie Manuel, manager de los Filis. "Yo adoro a Pedro Feliz. … Pero en términos generales, hemos mejorado, porque yo te diré quién es Polanco. Él es un jugador de béisbol".

Los Orioles, mientras tanto, dejaron ir a Miguel Mora tras seis años de servicio en tercera base. Y tan reciente como hace seis semanas, todavía no estaban seguros de quién lo sustituiría.

Sus intentos de hacer un cambio por Kevin Kouzmanoff no funcionaron. Y claramente no estaban muy emocionados con la idea de contar con el recién firmado Garrett Atkins en tercera. Pero, quién lo diría, Tejada permanecía como miembro prominente en la larga fila del desempleo del béisbol durante la tercera semana de enero.

Así que el 23 de enero, los Orioles lo firmaron por un año y $6 millones -- para que jugara en la posición a la que la gente ha pensado por años que debería mudarse. Y no es coincidencia que la gente que ha pensado eso por mucho tiempo incluía a su ex patrono -- los Orioles.

"Yo de hecho hablé con Miggy [Tejada] antes de que lo cambiáramos [a Houston, luego de la temporada del 2007]", dijo el presidente de operaciones de béisbol de los Orioles Andy MacPhail. "Nosotros nos reunimos antes de que terminara la temporada … y yo hablé con él sobre una mudanza a tercera. Pero él no creía que era el momento todavía. Él pensaba que todavía le quedaban algunos años en el campocorto. Y hay que darle el crédito, se fue a Houston, y fue un campocorto estelar por dos años. ¿Así que quién puede decirle que no tenía razón?"

Pero luego algo curioso sucedió este invierno: Desempleo. Y ante esa fría realidad, Tejada rápidamente cobijó la idea de que si él realmente quería seguir como jugador titular, le había llegado el gran momento de mudarse unos 50 pies a su derecha.

Érase una vez, otro campocorto del que tal vez hayas escuchado algo -- un tipo llamado Calvin Edwin Ripken Jr. -- realizó la misma mudanza en la misma ciudad tras jugar 2.302 partidos en el campocorto. Otros dos jugadores en la era de juegos divisionales -- Alex Rodríguez y Tony Fernández -- también siguieron esa ruta tras jugar más de 1.000 partidos en el campocorto. Así que puede ser una mudanza rara, pero al menos no carece de precedentes.

Tejada ahora dice que él realmente pensó en la mudanza desde el año pasado. Y, de hecho, le llegó a decir a los Astros durante el otoño que si lo querían de regreso como tercera base, él estaba dispuesto a hacerlo. Pero mientras reflexionaba sobre sus oportunidades limitadas de empleo este invierno y se hizo aparente que la mejor de esas oportunidades vendría en una oferta para jugar tercera base, "Yo dije que estoy listo y dispuesto".

"Yo soy un poco más viejo ahora", dijo Tejada, quien sabemos -- desde que quedó aclarado el pequeño misterio de su certificado de nacimiento -- cumplirá 36 años en mayo. "Así que yo pienso que, para mi carrera, es mejor mudarme ahora".

Si tiene o no razón en cuanto a esto es algo que no podremos evaluar con seguridad de aquí a siete meses. Pero en la otra mitad de este relato, no hay duda de que Polanco todavía podía jugar segunda base. El año pasado con Detroit, ganó su segundo Guante de Oro en tres años, cometió dos errores en toda la temporada con 731 oportunidades y lideró las mayores en Registro de Zona Máxima (UZR, por sus siglas en inglés). Así que obviamente, la contestación a la pregunta es: Sí, él podía.

Pero para Polanco, también, esta mudanza era un avance en su carrera, no una obsesión con la posición.

Cuando salió al mercado de agencia libre, sólo había cuatro equipos en busca de intermedistas (Mellizos, Dodgers, Nacionales, Diamondbacks), y ninguno de ellos estaba interesado en comprometerse por más de un año.

Los Filis, mientras tanto, estaban cargados en segunda, con un tipo de apellido Utley. Pero cuando le ofrecieron a Polanco un contrato de tres años para jugar tercera, concluyó el debate de segunda o tercera inmediatamente.

De acuerdo a Elias Sports Bureau, en la historia de las votaciones por el Guante de Oro Polanco será sólo el quinto jugador de cuadro interior que gana un Guante de Oro en segunda, tercera o campocorto en un año que luego juega primariamente otra de esas posiciones el año siguiente. Pero él será el primero que gana un Guante de Oro como segunda base para luego convertirse en antesalista titular al año próximo.

Miguel TejadaAP

Tejada tenía que mudarse para poder seguir en el béisbol

Así que esto podría ser un debate gigantesco -- si Polanco no hubiese pasado tanto tiempo de su carrera ya en la tercera base. Él jugó tercera base a nivel universitario. Ha fichado 321 partidos ahí en las mayores. Y tuvo dos temporadas (2001 y 2002 en San Luis) en las que jugó más de 100 partidos en tercera base antes de registrar una temporada con más de 100 partidos jugados en segunda.

Pero esto "no es como correr bicicleta", dijo Polanco. "Yo no quiero pensar así. … Yo he jugado ahí anteriormente, pero no he jugado ahí hace cuatro o cinco años. Así que tengo que acostumbrarme".

Sí, esta no es una mudanza que pueda lograr sin trabajo duro esta primavera -- así como Tejada tampoco vislumbra una primavera suave y refrescante. Tomemos nota de sus mayores retos:

El tiro

Este no es un gran problema para Tejada, quien ha tirado la esférica desde el campocorto durante toda su vida. Pero es el mayor ajuste que tendrá que realizar Polanco, quien durante los últimos cuatro años ha trabajado con un tiro a menos de la mitad de la nueva distancia. Así que él quiere estar más que seguro esta primavera de preparar su brazo con cuidado y consistencia.

"Tú sabes qué será difícil para Polanco", dijo Brandon Inge, su viejo compañero y tercera base en Detroit, "es que cuando tú juegas segunda base, tú tienes un poco de tiempo extra. Yo conozco a Polly. A él no le gusta cometer errores. Pero cometerá algunos errores este año. Esos rodados que recogía al cruzado para luego tirar suavemente a primera, ahora él tiene que acomodarse y tirar. Polly es uno de los mejores defensores con los que he jugado. … Pero hay veces en tercera base en que no te colocas encima de todos tus tiros. Hay veces que tienes que tirar de lado. Y le tomará tiempo acostumbrarse a eso".

El ángulo

Este es otro reto que es más difícil para Polanco. Y lo percibió inmediatamente esta primavera, luego de todos esos años de observar el béisbol desde el centro del diamante: Es mucho más difícil ver a esos bateadores derechos y leer la pelota cuando choca con el bate en tercera.

"Es más difícil hacer un buen salto inicial hacia la pelota", dijo Polanco, "porque cuando hay un bateador derecho en el plato, tú básicamente estás detrás de él. Así que tú no ves bien la bola cuando choca con el bate. Tú tienes que mirar al receptor a ver si está colocado adentro o afuera, para poder acercarte un poco a la línea si es necesario".

El toque

Nada, dijo el instructor de cuadro interior de los Orioles, Juan Samuel, ha preocupado más a Tejada esta primavera que cómo enfrentar los toques (y rodados leves) que definitivamente vendrán en su dirección. Y el tema no es sólo aprender a atacarlas.

"Como tercera base", dijo Samuel, "tú tienes muchas pelotas allá afuera donde tienes que usar una mano. Tú no siempre tienes tiempo para usar las dos. Así que la práctica que hacemos es, él se arrodilla y usa una mano para recoger la pelota. … Y yo quiero que él recoja muchos toques con una mano porque ambos sabemos que van a querer tocar contra él".

La velocidad

Allá, en medio del terreno, hay tiempo. Tal vez no demasiado. Pero tiempo para evaluar, tiempo para ajustar, tiempo para ver el desarrollo de una jugada. ¿Pero en tercera base? La velocidad del juego se duplica. Y eso no sólo hace que el juego sea más rápido. Lo hace más peligroso.

"Tú tienes que estar un poco loco para jugar tercera", dijo Inge. "Yo sé que el buen hombre del piso de arriba me ha cuidado, porque muchos batazos que vienen hacia mí yo sé que viajan a 100 millas por hora. Y en el peor de los casos una pelota podría saltar y pegarme en la cara. Pero cuando una pelota va tan rápido, tú no puedes mirar hacia el otro lado. Tú tienes que estar dispuesto a ponerte frente a ella, a usar tu cuerpo como una pared para detenerla.

"Así que para un tipo como Polly, esas serán las dos partes más difíciles -- el tiro y estar dispuesto a poner el rostro delante de un meteoro a 100 millas por hora".

Cuando le dije eso a Polanco, especialmente la parte de poner la cara al frente de los meteoros a 100 millas por hora, Polanco se rió y movió la cabeza de lado a lado.

"Cuando tú veas a Brandon de nuevo", contestó, "dile que gracias por recordarme eso".

Si no fuera Brandon Inge, sin embargo, sería otro. Y tarde o temprano, los meteoros de 100 millas por hora le entregarán su propia carta de presentación a Polanco y Tejada personalmente. Así que los consejos disponibles están limitados, así como las prácticas diarias.

Lo que quiere decir que la verdadera ruta de aprendizaje comienza ahora -- con los partidos.

"En los entrenamientos de primavera, yo quiero jugar todos los días", dijo Tejada. "Yo en realidad no me preocupo mucho por el bateo. Yo sé que la parte de bateo está bien. Ahora mismo, lo que yo necesito es preocuparme por jugar muchas entradas en tercera base. Yo no quiero esperar hasta el inicio de la temporada. Yo quiero hacer todo lo que tengo que hacer para aprender en los entrenamientos de primavera".

No quisiera ser yo quien se lo diga, pero su manager tiene otras ideas sobre eso de jugar todos y cada uno de los partidos de primavera.

"Yo sé que él necesitará tiempo de juego en tercera", dijo Dave Trembley. "Pero tú también tienes que balancearlo de forma práctica. Es un jugador veterano y mayor. Y estos juegos no cuentan. Tú quieres que esté listo para la temporada".

Bueno, alerta. Esa temporada comienza dentro de un mes. Así que a medida que se desarrollan los campamentos, será la primavera más rápida y más difícil para dos estrellas como Miguel Tejada y Plácido Polanco.

Después de todo, habrá muchas cosas sobre la mesa para ambos jugadores, y una de ellas podría ser un meteoro a 100 millas por hora.