DALLAS -- Si alguien hubiera dicho en la pretemporada que los Houston Texans llegarían a la Semana 14 de temporada con marca de 2-10 y racha de 10 descalabros consecutivos, es probable que hubieran dudado de su salud mental.
Sin embargo, es la triste realidad para los aficionados de Houston, que este jueves verán el enfrentamiento contra los Jacksonville Jaguars con su equipo sentado en el peor lugar de la NFL.
"Esto es como una pesadilla", dijo el ala defensiva J.J. Watt en teleconferencia. "Es como una bola de nieve que crece. Es increíble cómo cambian las cosas de una temporada a otra. Ahora parece que todos nos sale mal".
Los Texans comenzaron la campaña como uno de los favoritos para coronarse en la Conferencia Americana, después de dos campeonatos divisionales consecutivos y con un equipo que en pretemporada lucía fortalecido.
Regresaban importantes jugadores lastimados de una de las más feroces defensivas de la liga, que se unían a agentes libres y reclutados en el draft que parecían mejorar la unidad en todas las áreas.
La ofensiva por tierra y aire en el papel de nuevo era una de las más potentes. Y los equipos especiales una fortaleza.
De hecho, si se revisa cada área por separado de los Texans, más increible parece su récord. Cuentan con la tercera mejor defensiva total, aunque 27° en puntos permitidos. La ofensiva es la décima que más yardas genera, pero sin traducirlo a puntos (29).
"Cuando un equipo permite muchos puntos y anota poco, el resultado es fácil", agregó Watt. "El equipo pierde 10 partidos consecutivos, supongo [...]".
El entrenador Gary Kubiak consideró que una semana corta de trabajo, después de perder el décimo encuentro apenas el domingo pasado, 34-31 ante los New England Patriots, es buena para sus Texans.
"Hay menos tiempo para lamentarse o torturarse mentalmente", indicó. "Competimos bien el domingo y vimos que tenemos con qué[...]. Sólo se trata de evitar esos pequeños errores que al final de los juegos son la gran diferencia".
Los Texans enfrentarán a los Jaguars apenas 11 días después del primer juego entre ambos rivales divisionales; algo que según Kubiak hace menos complicada la preparación.
"Tenemos una buena idea de qué traen [los Jaguars]", mencionó. "Tenemos que estar preparados. La preparación mental es mi responsabilidad; la física en su mayoría es de los jugadores".
Los Jaguars derrotaron 13-6 a los Texans el 14 de noviembre pasado, cuando permitieron 333 yardas totales, incluidas 118 por carrera. Fue la primera de dos victorias consecutivas con las que llega Jacksonville al partido de esta tarde, tercera en la campaña.
"Hay que trabajar duro pero seguimos positivos", dijo Kubiak, quien nunca había experimentado un sendero de 10 descalabros al hilo; ni como jugador o entrenador.
Por cuatro partidos ya es la peor racha en la historia de la franquicia, que nació en el 2002.
"He hablado mucho con los jugadores sobre tener que seguir batallando y tratando de seguir lo más positivos que podamos", explicó. "Probablemente mi mensaje más grande es que, todo lo mal que se sienten y lo difícil que es para ellos, también es para este 'niño grande'".
"Me siento peor que ellos", añadió. "Es mi responsabilidad tenerlos preparados para jugar y en ocasiones parece que no ha sido así".
Aun con la peor marca de la NFL, los Texans ni siquiera están eliminados de manera matemática de los playoffs; una palabra que parece ya un recuerdo lejano en el campamento de Houston.
"El otro día alguien me dijo eso y pensé que era una broma de mal gusto", dijo Watt. "Nadie en su juicio en este equipo puede poner atención a eso. Nuestro objetivo es ganar, volver a ganar, aunque sea otra vez [...]".
Owen Daniels fue descartado para enfrentar a los Jaguars. El ala cerrada no ha participado desde la primera semana de octubre por una fractura de pierna.
Los Texans tenían esperanzas de que volviera este jueves, la primera semana de elegibilidad para que salga de la lista de lastimados, quien ya entrenó desde el martes.
Los únicos que están en duda para el encuentro en Jacksonville son el esquinero Jonathan Joseph y el fullback Greg Jones, quienes salieron golpeados el domingo pasado.