DALLAS -- Para Johnny Jolly, el viaje a Dallas para enfrentar a los Cowboys será uno de los más especiales de su carrera.
Volverá a jugar en su natal estado de Texas, donde vivió una de las épocas más felices de su vida. Pero también donde sufrió una de las peores pesadillas.
Jolly, de 30 años de edad, por fin jugará en el AT&T Stadium de los Cowboys, después de completar esta temporada un improbable regreso a la NFL, de donde estuvo fuera durante tres años.
"Va a ser grandioso", declaró Jolly. "Tengo muchos familiares que planean hacer el viaje a Dallas para ver el partido".
El ala defensiva de los Green Bay Packers egresó con honores de la Universidad de Texas A&M hacia la NFL en el draft del 2006 con los Green Bay Packers.
Fue suspendido de manera indefinida de la NFL en julio del 2010, dos años después de ser arrestado en su natal Houston por posesión de al menos 200 gramos de codeína, con intento de distribución.
Evitó la cárcel por algunas fallas legales, aunque fue puesto en libertad condicional.
Sin embargo, en marzo del 2011 de nuevo fue arrestado cuando la policía encontró 600 gramos de codeína en su vehículo, con intención de vender y escapar.
En noviembre del 2011, Jolly fue sentenciado a seis años de prisión por violación de su libertad condicional e intento de distribución de narcóticos.
Sólo pasó seis meses en la cárcel y fue liberado en mayo del 2012.
Los Packers decidieron darle otra oportunidad, pero como agente libre en el campamento de pretemporada, donde se ganó su sitio y la titularidad.
"Fue difícil quedarme en el equipo", señaló. "Pero tuve a mucha gente que me apoyó, mi familia, el coach Mike [McCarthy, entrenador en jefe].
"Cada una de las partes fueron difíciles. Estar fuera del campo, tenía que recuperar el ritmo".
Jolly reconoció que ahora valora más que nunca la oportunidad de ser jugador profesional del deporte que practica desde los seis años.
"Es una bendición, que ni siquiera puedo explicar", dijo. "Cada vez que llego a entrenar o cuando trabajo los domingos me acuerdo de la bendecido y afortunado que soy de poder jugar en la NFL.
"La mayoría no tiene segundas oportunidades y yo la tengo, con el mismo equipo".
Una de las situaciones más dolorosas durante su tiempo fuera de la NFL fue observar a sus compañeros jugar y ganar el Super Bowl XLV en el entonces llamado Cowboys Stadium, apenas meses después de que fue suspendido.
El entrenador en jefe de los Packers, Mike McCarthy, negó haber tenido problemas con la conducta de Jolly desde que se reintegró al equipo.
Consideró que su ala defensiva aprendió la lección y que ahora se comporta mucho más maduro fuera del campo, que cuando llegó por primera vez al equipo.
"Ahora es un hombre de familia, muy respetuoso y dedicado", expresó el entrenador. "Haberse casado también ayudó en este proceso".
Jolly dijo saber que cada movimiento suyo es cuidado de cerca por la liga y hasta por las autoridades legales.
Negó necesitar consejeros o guardias que ayuden a que recaiga en viejas conductas y comportamientos.
"Ya estoy grande, sé diferenciar lo bueno y lo malo", comentó. "No ha sido difícil para nada. Aprendí la lección y sé ahora cómo manejarme".
Aseguró que ni siquiera siente que ha recuperado por completo el ritmo de juego.
"Aún trato de ponerme en forma", mencionó. "No estoy al 100 por ciento en ritmo. No conozco a nadie que estuvo afuera casi tres años y de inmediato regresó en forma.
"Para ser honesto, mi mente está ahí, pero creo que mi cuerpo aún no está al 100 por ciento".
Este domingo, Jolly espera enfrentar a una explosiva defensiva de los Cowboys, que estará herida después de la paliza que sufrió en Chicago contra los Bears el lunes pasado.
"Tienen muchos jugadores explosivos", explicó. "[Tony] Romo es un buen mariscal de campo, que puede hacer cualquier pase o cualquier jugada, en cualquier momento".
"Dez Bryant es un gran receptor", agregó. "DeMarco [Murray] es un buen corredor y viene de su mejor juego por tierra de la temporada. La línea ofensiva es grande, física y muy rápida. Va a ser un gran reto. Pero ya ansío estar ahí".
En cambio, la ofensiva de los Packers, sin su mariscal de campo titular, Aaron Rodgers, encontrará enfrente una defensiva que viene de uno de sus peores partidos en años y que es la peor de la liga en yardas totales permitidas.
Y para los Cowboys tampoco es una garantía enfrentar al quarterback suplente. Josh McCown, de los Bears, pasó para 348 yardas y cuatro anotaciones en la victoria 45-21 de la jornada anterior, además de que corrió para otro touchdown.
"Sólo tenemos que salir, hacer nuestro trabajo y ejecutar", indicó el mariscal de campo suplente Matt Flynn. "Creemos que tiene una defensiva con talento".
"Los dos equipos necesitamos ganar para seguir en carrera [hacia los playoffs]", agregó. "Tenemos que jugar un partido limpio y concentrados".
Para los Packers será la segunda vez que jueguen en el AT&T Stadium; la primera contra los Cowboys. La única vez que estuvieron en el estadio de Arlington fue para coronarse frente a los Pittsburgh Steelers en febrero del 2011.
Los últimos tres enfrentamientos entre ambos equipos fueron en Green Bay, donde los Packers ganaron los anteriores dos.
Dallas venció a los Packers nueve veces seguidas en casa, antes de clausurar el viejo Texas Stadium.