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Cowboys se declaran unidos

IRVING -- Los Dallas Cowboys aseguran estar más unidos que nunca.

Sin embargo, a veces cuesta trabajo creerlo, sobre todo cuando comienzan los gritos, los reclamos y las culpas por todos lados.

El domingo pasado, por ejemplo, el corredor DeMarco Murray salió del campo aventando casco, gritando cualquier cantidad de improperios y golpeando las bancas, después de que su mariscal de campo Tony Romo fue interceptado por segunda vez. El receptor Dez Bryant se fue al vestidor, antes de que terminara el partido. Y Romo insistió el domingo que había intentado pasar, en vez de correr para terminar el tiempo cuando aún estaba en ventaja, porque temía entregar el balón cuando su defensiva no podía detener a los Green Bay Packers.

"Estamos juntos como siempre", dijo Bryant. "Hay épocas más difíciles que otras, pero aquí trabajamos todos en equipos. A veces es difícil asimilar la derrota; es frustrante. Pero ganamos y perdemos todos, como equipo".

Murray negó que estuviera molesto con alguien en particular tras la intercepción; dijo que estaba muy enojado con la situación y más porque sus oportunidades de correr el balón se redujeron de manera sensible en la segunda mitad, cuando Green Bay comenzó su ataque. El corredor de los Cowboys tuvo 18 acarreos; sólo siete en la segunda mitad, incluidos tres en el cuarto periodo.

"A la línea ofensiva y a mí nos hubiera gustado tener la oportunidad de cerrar el partido", explicó Murray, quien logró 134 yardas por carrera contra los Packers. "Pensé que habíamos tenido una muy buena tarde corriendo y que pudimos seguir igual".

Murray dijo que no había platicado al respecto con los entrenadores, quienes tampoco se habían acercado a él.

El entrenador en jefe, Jason Garrett, dijo el lunes que en la jugada de la primera intercepción a Romo, habían enviado jugada por tierra, pero su quarterback había decidido cambiarla a pase y ejecutó mal. SIn embargo, respaldó a Romo, quien dijo pensó sería más probable conseguir el primer intento y 10 por pase que por carrera, para evitar darle el balón a los Packers.

Bryant y Murray aseguraron que aún tienen plena confianza en su quarterback. De hecho, la mayoría de los jugadores en el vestidor del campamento en Valley Ranch este miércoles coincidió en que Romo era uno de los mejores mariscales de campo y que algunas situaciones del equipo, como la mala defensa, la peor en yardas permitidas en la liga, obligan a que tome decisiones arriesgas.

"Tony es nuestro líder en este lugar y todos estamos con él", dijo Murray. "Hay ocasiones en que parece que comete errores, como todos. Pero son mucho más las buenas jugadas que las malas. Por él estamos generalmente en posición de competir".

El entrenador Garrett coincidió con Murray.

"Tony es un gran quarterback, pero no es perfecto", afirmó. "Nadie juega perfecto en esta liga".

Por lo general, Romo sólo atiende a la prensa los jueves y después de cada partido.