<
>

Las claves del Super Bowl XLVIII

NEW YORK -- El Super Bowl XLVIII ofrece el mejor enfrentamiento posible en cuanto a lo colectivo se refiere, al poner a la mejor ofensiva de la NFL, la de los Denver Broncos, en una ruta de colisión en contra de la mejor defensiva de la liga, la de los Seattle Seahawks.

Sin embargo, el juego pinta para ser mucho más complejo en el rubro de los enfrentamientos individuales. Y al final del día, los jugadores son quienes ganan los encuentros, no las estadísticas.

Es momento de hacer un recorrido línea por línea para conocer los enfrentamientos individuales claves del Super Bowl XLVIII.

CUANDO LOS BRONCOS TIENEN EL BALÓN

No es ningún secreto que todo lo que hace ofensivamente Denver gira en torno al mariscal de campo.

Peyton Manning confeccionó en el 2013 la mejor temporada estadística para la posición de campo en la historia de la NFL, imponiendo nuevas marcas de la liga en yardas aéreas (5,477 yardas) y pases de touchdown (55). En dos salidas de postemporada, ante los San Diego Chargers en la Ronda Divisional y New England Patriots en el Juego de Campeonato de la AFC, Manning fue igualmente efectivo, esencialmente liquidando ambos cotejos en las primeras mitades.

"Todo comienza en la posición de mariscal de campo", estimó el receptor abierto de los Broncos, Eric Decker. "Cuando se cuenta con un mariscal de campo tan grandioso, como Peyton Manning, lanzando el ovoide, quieres estar descubierto... Hemos tenido una gran oportunidad este año de amoldarnos juntos, no ser nada egoístas, y hacer cosas que nadie había hecho en la historia de la NFL. Con esa mentalidad, fuimos capaces de lograr esas cosas".

Sin embargo, Manning no trabaja en solitario.

Gran parte de la extraordinaria campaña que disfrutaron los Broncos comenzó adelante, con la línea ofensiva, y en particular el interior de la misma.

"Cuando Denver tenga el balón y Seattle esté a la defensiva, tienes a un Brandon Mebane, a un Clinton McDonald, que necesitan desesperadamente mover al liniero más pesado de la NFL, que es Louis Vasquez y a su 'cuate', que es Manny Ramírez", expresó Álvaro Martín, analista de la NFL para ESPN. " Ese choque entre lo que es una verdadera fortaleza para los Broncos, --Ramírez y Vasquez a un costado-- contra Mebane, McDonald y el resto de las variantes defensivas de los Seahawks, es interesante".

Denver fue el equipo que permitió menos capturas durante la temporada regular, apenas 20. Y en dos partidos de playoffs, Manning no fue derribado detrás de su línea de golpeo en intento de pase.

Dan Quinn, coordinador defensivo de Seattle, entiende que Manning es difícil de capturar por el gran trabajo de su línea ofensiva, aunado a un rápido desprendimiento del ovoide una vez que ha tomado la decisión de hacia dónde lanzará el pase. Pero Quinn sabe que las capturas no lo son todo al momento de presionar a los pasadores.

"Me comentaba hoy Dan Quinn, 'A mí no me preocupa tanto el brazo de Peyton Manning; me preocupan mucho más sus piernas. Si yo puedo hacer que sus piernas no entren en su ritmo usual, tengo la batalla ganada'", relató Martín. "Otro tema interesante que mencionó Quinn es que ellos rotan a los linierios para dejar a los mejores hasta el final. Los guardan y los rotan para ese punto, que en el final del partido vengan los mejores --en la función necesaria-- disponibles y descansados".

Aun cuando Manning logre deshacerse del ovoide en tiempo y forma, todavía quedará la segunda parte de la batalla pendiente. La defensiva secundaria de los Seahawks, identificada por el apodo colectivo de "Legion of Doom", es una unidad de élite.

"Toda su defensiva constituye una fortaleza", admitió el receptor abierto de los Broncos, Wes Welker, al hablar de los Seahawks. "Por eso no la defensiva Nº 1. Obviamente, su línea final está definitivamente en lo más alto. Hacen un gran trabajo en todas las áreas de jugar una defensiva muy limpia en el aspecto técnico y se mantienen en control. Así que definitivamente tenemos las manos llenas".

Quizás ninguno de los duelos personales, cuando los Broncos decidan poner el ovoide en el aire, será más determinante, que cuando el receptor abierto primordial de Denver, Demaryius Thomas, alinee frente al mejor esquinero de la NFL, Richard Sherman.

"[Sherman] es muy alto, es muy fuerte, le gusta hablar y es muy bueno cuando hay cobertura personal; cuando es por zona es cuando se pierde", expresó el analista de la NFL de ESPN, Eduardo Varela. "Demaryius Thomas es un jugador rápido, muy fuerte, muy alto, y la ventaja usualmente es para el ofensivo. Pero aquí, yo creo que Richard Sherman va a tener la ventaja porque creo que hará viento el día del partido y no va a ser fácil para Peyton Manning lanzar el balón, así que yo creo que esa será la ventaja para el equipo de Seattle".

Una de las fortalezas en el juego de Sherman es una comprensión de la posición a la que le toca neutralizar gracias al hecho de que él mismo pasó por ahí.

"Sherman es un esquinero muy alto que entiende muy bien a los receptores porque él se inicio como receptor", explicó Varela. "De hecho, él no se fue a USC [como jugador universitario] porque Pete Carroll lo quería utilizar como defensivo, no como receptor. Y mira lo que son las cosas: Ahora está jugando para Pete Carroll, como defensivo".

Otro aspecto que coloca a Sherman en el estrato más alto entre los esquineros de la NFL, es que no se deja intimidar por la reputación del rival.

"Sigo pensando lo que pensaba antes: es un gran mariscal de campo, realiza un gran trabajo", explicó Sherman a reporteros en la sesión ante los medios de este miércoles. "Pero al mismo tiempo, cuando toma el balón, no lo toma necesariamente de las agujetas todo el tiempo. Pero lanza un pase preciso en función de cómo toma el ovoide, y cumple en tiempo y precisión".

CUANDO LOS SEAHAWKS TIENEN EN BALÓN

Cuando Seattle emprende el ataque, el equipo descansa primordialmente en la producción del juego terrestre y de ahí aprovecha las oportunidades que se pueden crear por aire en los pases con engaño de carrera.

El corredor Marshawn Lynch es el pilar del ataque terrestre de los Seahawks, y su capacidad para librarse de intentos de tacleadas y obtener yardas adicionales después del primer contacto suele inspirar al resto de la ofensiva.

No obstante, el trabajo de Lynch depende en buena medida del trabajo de los cinco linieros que conforman el muro ofensivo. Aquí es donde Denver podría encontrar uno de los duelos personales que más les favorece, al menos sobre el papel.

"Ha sido un problema para [el centro] Max Unger este año bloquear. Este chico fue al Pro Bowl del año pasado. Fue electo al Pro Bowl de este año, pero si examinas los videos, concede muchas penetraciones", advirtió Martín. "No hay nadie mejor para eso que Terrance Knighton en esta postemporada, y creo que es algo que va a ser de cuidado para este equipo. Porque se fundamente Seattle en los acarreos de Marshawn Lynch, y a la vez eso se fundamenta en desplazar la línea a un costado para que él encuentre su grieta y se clave entre los tackles. ¿Qué tal si en ese movimiento lateral le das la oportunidad, le facilitas el trabajo a Knighton, que fue lo que hizo New England? Ese es un problema para Seattle que tiene que resolver. Si está dominando a la 'Bestia' un 'Guisado', Seattle tiene un problema, así que ese será el duelo en el que me estaré enfocando en todo el partido con especial interés".

Finalmente, también existe la posibilidad de que lo que defina al Super Bowl XLVIII no sea cuál de las fortalezas de cada club impone el control. Podría suceder que el Trofeo Lombardi sea para el equipo cuya línea más débil, al menos en esta lectura previa al cotejo, haga lo necesario para no perder.

El choque entre la ofensiva aérea de los Seahawks y la defensiva secundaria de los Broncos podría ajustarse a esa descripción.

"Son quizás las dos partes más débiles con que llegan estos equipos", ofreció el analista de ESPN, Pablo Viruega. "Los Broncos se han tenido que recuperar tras la lesión de Chris Harris, y van a tener que recargarse en el trabajo de Champ Bailey, quizás Tony Carter también. Pero los receptores de Seattle, yo veo en ellos que responden en el momento indicado. No son la pieza fundamental en el ataque de Seattle, pero lo han hecho".

El grupo de receptores abiertos de los Seahawks, conformados por Golden Tate, Percy Harvin, Doug Baldwin y Jermaine Kearse no goza del reconocimiento de su contraparte en la plantilla de Denver. Sin embargo, los Broncos no pueden darse el lujo de caer en excesos de confianza.

"Son un equipo muy capaz", dijo el esquinero de Denver, Dominique Rodgers-Cromartie. Tienen tipos en todas las posiciones que son capaces definitivamente de hacer jugadas".

Además, la habilidad de improvisación del mariscal de campo Russell Wilson para comprar tiempo cuando se encuentra bajo presión, ofrece una enorme ayuda a sus receptores.

"Puede lanzar el ovoide 60 yardas mientras corre, y eso es difícil", explicó Rodgers-Cromartie acerca del juego de Wilson. "Algunos pasadores no son tan precisos en movimiento como él. Eso es duro en contra de los defensivos. Te exige ser más disciplinado".

El hecho de que cuando se hable de las fortalezas de Seahawks o Broncos, no se piense inmediatamente en Seattle como un explosivo ataque aéreo, o en la secundaria de Denver como un cerrojo, existe la posibilidad de que se trate de las unidades que terminen por inclinar la balanza hacia uno u otro lado.

"Yo creo que en este punto están los dos equipos muy parejos, porque es la parte 'débil'", expresó Viruega. "Si habría que escoger cuál de estas unidades va a salir adelante, quizás me inclino por la de los Seahawks, pero eso no quiere decir que vayan a dominar en el juego aéreo, porque la presión de la defensiva de Denver puede ser un factor sobre Russell Wilson".

El choque entre la ofensiva de los Broncos contra la defensiva de los Seahawks se ha robado la mayoría de los titulares en los días previos al Super Bowl XLVIII, y con justa razón. Manning y Sherman han sido las figuras que han despertado el mayor interés entre la prensa que cubre el duelo, con un silencioso Lynch pisándoles los talones en este renglón.

Solamente uno de los últimos cinco Super Bowls se ha decidido por una diferencia en el marcador mayor a un touchdown. Coincidentemente fue el Nº XLIV, la última ocasión --antes de la edición actual-- en que los dos primeros sembrados de cada conferencia se encontraron en el escenario mayor con el triunfo de los New Orleans Saints sobre los Indianapolis Colts, por 31-17.

Ya sea que la disputa del Trofeo Lombardi se decida mediante el choque de las fortalezas de los protagonistas, o sus debilidades, nos espera un duelo que pinta para darle continuidad a la reciente tradición de Super Bowls cerrados y competitivos.