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Ofensiva en serie

En Seattle, las lesiones no causaron el impacto sobre la plantilla como ocurrió con otras franquicias. AP

BRISTOL -- Cayó el telón de otra temporada de la NFL, una que nos dejó con recuerdos de momentos inolvidables, frustrados por tantas lesiones, preocupados por el futuro del deporte y ansiosos del comienzo de la postemporada.

En el 2013, tuvimos el honor de ver jugar por última vez a Tony González, sin duda, el mejor ala cerrada en la historia de la NFL, y uno, en mi opinión, de los diez más grandes jugadores de todos los tiempos. Sobre todo, fue una gran persona, siempre fue abierto y respetuoso con los medios de comunicación al igual que con sus compañeros y rivales.

Fuimos testigos de otro duelo entre Tom Brady y Peyton Manning en un partido que fue épico en su desarrollo con un Denver tomando una ventaja de 24 puntos sólo para verla disipada y remontada, empatada y vuelta a perder. Minnesota y Baltimore nos obsequiaron con un final de partido que ni Hollywood consideraría factible en el que se anotaron cinco touchdowns en poco más de dos minutos.

Manning recuperó su marca de más pases de anotación en una temporada al lanzar para 55, eclipsando la de 50 establecida por Tom Brady en el 2007, pero se puede debatir que lo hecho por Nick Foles al lanzar 27 pases de touchdown con sólo dos intercepciones habiendo sido titular en sólo diez partidos, califica como la mejor actuación de un mariscal de campo este año.

Tuvimos el derrumbe aparatoso de dos favoritos de muchos para enfrentarse en el Super Bowl. Houston tendrá la primera selección del draft en 2014, después de perder catorce partidos consecutivos. Atlanta firmó a Matt Ryan por 123 millones de dólares pero tuvo que hacer limpia en el equipo, y no les alcanzó el talento para evitar quedar en el sótano de su división. No considero decepciones a Washington ni a los Gigantes de NY; jugaron en realidad de acuerdo al nivel del talento de sus respectivos planteles. Lo mismo se puede decir de Baltimore, y Chicago, pero no de los Vaqueros de Dallas que por tercer año consecutivo perdieron la oportunidad de avanzar en la última semana.

Los "Caballos Negros" volvieron a hacer acto de presencia, todos con entrenadores en su primer año al frente de sus equipos. Nadie tuvo mejor esfuerzo que Arizona, un equipo con un pasador mediocre y una línea ofensiva parchada, pero que fue capaz de ganar diez partidos jugando en la división más dura de la NFL. Con Andy Reid, Kansas City se levantó de la lona y amenazó con ganar su división. Quedaron detrás de Denver, pero calificaron a la postemporada con once victorias. Filadelfia mantuvo la racha de equipos que pasan del último lugar de su división al campeonato de la misma. Había preguntas al inicio de la temporada si el sistema de Chip Kelly funcionaría en la NFL. Hubo altibajos, pero sin dudas, Filadelfia se estableció como serio contendiente con un mariscal de campo joven y capaz en Foles, una defensiva que vino de menos a más y el mejor ataque terrestre de la NFL.

Otro "Caballo Negro" pero no con entrenador novato fue Carolina, que ganó su división con la mejor defensiva de la liga.

Pocos equipos escaparon el impacto de las lesiones, pero quizás el más afectado fue Green Bay. Vimos como un equipo pasó de ser uno de los mejores en la NFL, si no el mejor, a ser un equipo del montón. Los Empacadores perdieron a su mejor jugador en Aaron Roders por siete partidos. Tampoco contaron la mayoría de la temporada con su mejor jugador defensivo en Clay Matthews, y dos jugadores peligrosos en Jermichael Finley y Randall Cobb. Lograron calificar de manera dramática a los playoffs venciendo a Chicago, pero los huecos a la defensiva son quizás demasiado grandes de tapar.

Las lesiones son parte innegable de la NFL. Los equipos con buenas organizaciones están mejor preparados para sobrellevarlas. De los doce calificados, Seattle, Carolina, San Francisco y Kansas City no tuvieron un impacto tan significativo en este departamento. Esto se refleja en sus marcas con once ó más victorias. Nueva Inglaterra, Cincinnati, San Diego, Kansas City, Indianápolis y Denver buscaron la manera de salir adelante supliendo a jugadores clave, sobre todo en las líneas ofensivas y/o defensivas. Green Bay, Nueva Orleans apenas calificaron, pero llegan con defensivas diezmadas y con líneas ofensivas que ponen en peligro la salud de sus respectivos pasadores.

El futuro de la NFL, a pesar de los ratings altos de televisión y partidos emocionantes como los que vimos en la jornada 17, peligra. Son varias las razones. La primera es la ya mencionada de las lesiones. Este fue el tema de una nota que escribí hace unas semanas. No es tan atractivo ver jugar a suplentes contra suplentes como se dio en un gran número de partidos. De vez en cuando un jugador reserva aprovecha la oportunidad y se convierte en estrella, pero los casos son contados. La segunda son los cambios de reglas para "proteger" a los jugadores. El objetivo principal es reducir las conmociones y lesiones a la cabeza, pero se está perdiendo la esencia de este gran juego cuya naturaleza es de una violencia controlada. Cada semana vemos tacleadas falladas por jugadores temerosos de una multa, o lesiones a rodillas para evitar el contacto entre cascos. Finalmente, la razón principal que amenaza el futuro del fútbol americano en general es la investigación acerca del impacto a largo plazo de golpes de rutina. Me refiero al contacto que ocurre durante prácticas y en cada jugada de un partido, y que no se considera de alto impacto. De encontrarse una relación entre este tipo de golpes y lesiones de la cabeza a largo plazo, madres de familia no permitirán a sus hijos practicar este deporte. La solución que he predicado a grito de pulmón es la implementación de exámenes para detectar el uso de hormonas de crecimiento, pero la Asociación de Jugadores sigue arrastrando los pies.

El "Lunes Negro" llegó y se ha llevado, hasta el momento de redactar esta nota, a cuatro entrenadores en jefe: Mike Shanahan, Leslie Frazier, Greg Schiano y Jim Schwartz. Ellos se unen a Gary Kubiak, cesado hace varias semanas y a Rob Chudzinski (¿Domingo gris?). De estos seis, concuerdo con las bajas de Kubiak, Schiano y Schwartz. Un buen entrenador hace que sus jugadores rindan al nivel de sus facultades ó más. Estos tres tuvieron equipos completos en ambos lados de la línea de golpeo. Frazier estuvo al frente de un equipo de Minnesota sin un buen mariscal de campo, una línea ofensiva mediocre y con una defensiva sin talento para defender el juego de pase. El error de Shanahan fue alinear a Robert Griffin III cuando era evidente que no estaba recuperado de su lesión, y haber aceptado trabajar para un dueño como Daniel Snyder que no tiene idea de lo que es el fútbol americano ni lo que implica liderar a un equipo. A Chudzinski no le ayudó que cinco de sus jugadores fueron nominados al Pro Bowl. Su despido sorprendió a muchos porque Cleveland parece ser un equipo que no parecía lejos de ser contendiente.

También de la jornada 17, lamentable que otro error de árbitros que pudo cambiar el resultado del partido entre Kansas City y San Diego. En el gol de campo de 41 yardas intentado por Ryan Succop faltando ocho segundos, los Cargadores presentaron una formación ilegal que no fue cobrada. Succop falló, pero debió haber tenido otra oportunidad cinco yardas más cerca. No sé si Succop hubiera conectado en el segundo intento, pero debió haber tenido la oportunidad, así como los Pats debieron haber tenido una segunda oportunidad al final de su partido contra Carolina. La victoria de Kansas City le habría dado el pase a Pittsburgh. Como estos, hubo muchos errores de las cebras a lo largo de la temporada.

Finalmente, mis candidatos a galardones de la temporada 2013:

Jugador Más Valioso: Peyton Manning. ¿Algún otro candidato?

Entrenador: Bruce Arians. Repite el reconocimiento que recibió en 2012 cuando se ganó la designación al suplir a Chuck Pagano.

Novato ofensivo: Eddie Lacy. Sin Lacy, Green Bay no llega a playoffs.

Novato defensivo: Star Lotulelei: Fue la diferencia entre una buena defensiva y una gran defensiva. Gracias a Lotulelei, Luke Kuechly fue líder de la NFL en tacleadas.

Regreso del año: Tony González. Normalmente se otorga a un jugador que regresó de una lesión seria, o que por alguna razón no había figurado un año antes. Tony no regresó de lesión y tuvo un gran año en 2012, pero su decisión de regresar a jugar para Atlanta, y de brillar a pesar de estar en un equipo sin esperanzas, lo hace merecedor de este reconocimiento. Además ¿a quién se le otorgaría? El año pasado había tres excelentes candidatos: Peyton Manning, Adrian Peterson y Jamaal Charles. Este año pudo haber sido Rob Gronkowski, pero se volvió a lesionar. Otro podría ser Alex Smith de Kansas City, quien tuvo un año sólido pero no extraordinario. Ryan Mathews y LeSean McCoy son otras posibilidades. Darrelle Revis posiblemente lo gane, pero no fue ni la sombra del jugador que fue con Jets. Ninguno me entusiasma mucho.

Les deseo un muy feliz 2014, lleno de salud, logros y satisfacciones.