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No todos los equipos se reforzaron eficientemente en la agencia libre

El gerente general Reggie McKenzie se encuentra bajo el mocroscopio en Oakland. AP

BRISTOL -- El diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.) tiene tres definiciones de lo que es "Lealtad":

1. Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría también.
2. Amor o gratitud que muestran al hombre algunos animales como el perro y el caballo.
3. Legalidad, verdad y realidad.

Es aparente que nadie relacionado con la R.A.E. está consciente de que existen los aficionados de los Raiders de Oakland. De conocerlos, seguramente habría una cuarta o quinta definición de lo que es "lealtad", por ejemplo, "Amor desmedido e ilógico a una causa perdida con pocas esperanzas de resurgimiento". "Querer a una camiseta, o en este caso a un jersey, en la buenas y en las malas, aunque hayan escasas buenas y un titipuchal de malas".

Entiendo el amor de los fans de Raiders a su equipo, y más que nada, lo respeto. Desde su incepción hasta la temporada del 2002, pocos equipos tuvieron el éxito de los Raiders en los emparrillados. Su tradición era la excelencia, junto con una reputación de ser los chicos malos de la liga. Aún después de once años de temporadas mediocres, están entre las diez franquicias más ganadoras en la historia de la NFL. En resumen, su marca total en temporada regular es 434-375-11 (53 por ciento) en temporada regular y 25-18 en postemporada. Esto incluye tres campeonatos de la NFL, tres de la AFL y 17 títulos de división. Catorce miembros son parte al Salón de la Fama de la NFL como Raiders, incluyendo al recién designado Ray Guy. La cifra subiría a 22 si se incluyeran a jugadores que formaron parte de Raiders pero que ingresaron al Salón de la Fama bajo otros equipos.

Si con esto no pudiera entender la pasión por el Negro y Plata, las frustraciones de mi hermano, Raider de corazón, aportan la mejor explicación.

Los Raiders también han ganado fans jóvenes, que no vivieron las épocas de gloria, debido al colorido y estilo del equipo. Por la pasión que siente su afición, ningún directivo llegó a la agencia libre con más presión que Reggie McKenzie. En su primer año al frente del equipo no tuvo mucha libertad para conseguir jugadores. Hubo que despedir a muchos al heredar un equipo con problemas con el límite de nómina, y no tuvo selecciones en las primeras dos vueltas del draft del 2012. El 2013 no fue bueno para McKenzie. Hizo el canje por Matt Flynn, a quien tuvieron que dar de baja, y de diez jugadores seleccionados en el draft sólo Sio Moore fue titular, aunque D.J. Hayden contribuyó. Para el 2014, se proyectan en este momento sólo cuatro jugadores seleccionados en el draft por McKenzie como titulares.

Este año la situación fue diferente. Los Raiders entraron a la agencia libre con cerca de 70 millones de dólares para gastar en la agencia libre y con la presión de tener la quinta selección global. Como mencioné antes del inicio de la agencia libre, éste sería el período en el que McKenzie se consagraría como gerente general o en el que se quemaría. De acuerdo a los comentarios de fans de Raiders por Twitter, McKenzie va en camino a convertirse en cenizas.

McKenzie no pudo retener a sus dos mejores agentes libres, Lamarr Houston (Chicago) y Jared Veldheer (Arizona). En lugar de Veldheer, los Raiders firmaron a Roger Safold por 42.5 millones de dólares y cinco años, con 21 garantizados. Obtuvieron también a Austin Howard de Jets por 40 millones en cinco años. Por su parte, la oferta de Arizona a Veldheer fue de 37.5 millones de dólares por cinco años con 17 garantizados. En poco más de 24 horas después de la transacción, Saffold "reprobó" su examen médico y regresó a San Luis en donde firmó por cinco años, y fue dado de alta por el grupo médico de los Carneros. McKenzie declaró la semana pasada que no llegó a un acuerdo con Veldheer porque éste ya no quería jugar con Raiders, comentario que Veldheer desmintió públicamente. A fin de cuentas, Oakland firmó a Donald Penn, despedido por Tampa Bay, como tackle izquierdo. Penn fue jugador de Pro Bowl en 2011, pero vino a menos los dos últimos años. Con Penn y Howard, los Raiders tienen deficiencias en ambas posiciones de tackle.

Oakland reemplazó a Houston con Justin Tuck y firmó además a Antonio Smith. A pesar de jugar lesionado, Tuck tuvo 11 capturas con Gigantes en 2013. Smith fue un jugador productivo con Houston. Llega también LaMarr Woodley, otro que fue productivo en su momento, pero que al igual que Tuck, no se ha podido librar de lesiones.

Otra decisión que ha sido criticada por los fans de Raiders fue la de retener a Darren McFadden y dejar ir a Rashad Jennings. Posiblemente McFadden tenga más talento, pero Jennings demostró en 2013, ser más productivo promediando 4.5 yardas por acarreo contra 3.3, y teniendo más del doble de recepciones. Esperan que la combinación de McFadden y el recién firmado Maurice Jones-Drew, sea la respuesta. Ambos jugadores tienen talento de sobra, pero faltaron a un total de 21 partidos los últimos dos años, 11 MJD y 10 McFadden.

En resumen, Raiders perdió a siete jugadores en la agencia libre, retuvo a cinco y hasta el momento han firmado a diez jugadores de otros equipos. Llega también Matt Schaub por el cual McKenzie cedió una sexta selección en el siguiente draft. De los recién arribados, sólo Tarrell Brown, Smith y James Jones pasan por un buen momento.

Pocos son los equipos que se consolidan a través de la agencia libre. Es difícil para un entrenador integrar a diez jugadores a un plantel y lograr que sean productivos. Las franquicias que han sigo ganadoras en los últimos años lo han hecho a través del draft y firmando agentes libres que vienen del fútbol americano colegial. Esto les da la oportunidad de desarrollar a estos jugadores dentro de la mentalidad y el esquema del equipo. En este momento, no veo una mentalidad ni un esquema definido ni por McKenzie, ni por Dennis Allen, el actual entrenador en jefe.

Falta el draft, en el que Raiders tendrán seis selecciones. Es probable que McKenzie canjee su quinta selección global y obtener por lo menos dos más. Como dice la Ley de Boyle, "la presión es directamente proporcional a la temperatura" y para Reggie McKenzie, la temperatura aumenta cada día.

Otros equipos también sufrieron en la agencia libre. Nueva Orleans se vio forzado a deshacerse de jugadores que habían sido importantes en su esquema: Lance Moore, Jed Collins, Malcolm Jenkins, Jabari Greer y Roman Harper, y traspasar a Darren Sproles por una quinta selección a Filadelfia. El lugar de Jenkins, quien había sido inconsistente como safety, lo tomará Jarius Byrd en un cambio que se puede considerar positivo para los Santos. El progreso de Kenny Stills propició la salida de Moore, y la llegada de Erik Lorig de Tampa Bay contrarresta la salida de Collins. Sean Payton espera que Khiry Robinson sea el corredor principal y que Pierre Thomas haga las veces de Sproles. Hay pocos jugadores como Sproles en la NFL y Drew Brees seguramente lo extrañará. Está pendiente la situación de Jimmy Graham. En este momento Graham es jugador franquicia. El equipo lo quiere designar como ala cerrada y el argumenta que debería de ser como receptor para lograr un promedio de salario más alto. Es probable que lleguen a un contrato a largo plazo antes del inicio de la temporada.

Probablemente el equipo más arrasado en las últimas semanas fue Kansas City. La base de un equipo es la línea ofensiva, y Kansas City tenía una de las mejores, pero en cuestión de días perdieron a su tackle izquierdo, Branden Albert, y a sus dos guardias, Geoff Schwartz y Jon Asamoah. Para complicar la situación, no pudieron retener a Dexter McCluster, un jugador con características similares a Sproles. A la defensiva sufrieron las bajas de Akeem Jordan, Jerrell Powe, Tyson Jackson y Kendrick Lewis. De las contrataciones hechas no veo a ningún jugador que sea de impacto.

A diferencia de Oakland, Dallas tuvo problemas para ajustarse al límite de nómina de 2014, que es de 130 millones de dólares. Tuvieron que despedir a jugadores como DeMarcus Ware y Miles Austin quienes se rehusaron a renegociar sus contratos. Ware fue firmado por Denver, mientras que Austin sigue disponible. Parte del problema fue la multa impuesta por la NFL hace un par de años a Dallas y a Washington. Washington se recuperó, a pesar de que su multa fue mayor a la de Dallas, y pocas semanas antes del comienzo del período de la agencia libre tenían cerca de 36 millones disponibles para buscar jugadores. Los aprovecharon. Reforzaron su defensiva asignando a Brian Orakpo como jugador franquicia, y firmando a Jason Hatcher, Adam Hayward, Akeem Jordan, Clifton Geathers, Darryl Sharpton, Tracy Porter y Ryan Clark. Entre los jugadores firmados para mejorar su ofensiva están Shawn Lauvao y Andre Roberts. Por su parte Dallas reemplazó a Hatcher con Henry Melton. Si Melton recupera su nivel sería una mejoría para Dallas. Jeremy Mincey tomará el lugar de Ware como presionador principal y ahí la diferencia negativa es abismal. Firmaron a Brandon Weeden como suplente. Es sólo tres años más joven que Tony Romo, pero sin el desgaste físico. Mientras que sus rivales de división se refuerzan hasta los dientes, Dallas trata solamente de ajustarse a las reglas de la NFL.

Con la excepción de DeSean Jackson, quien hasta el momento de escribir esta nota no ha sido firmado, y de Jermichael Finley quien parece que jugará con Seattle tan pronto lo den de alta, quedan pocos jugadores de impacto disponibles, quizás solamente algunos suplentes que podrían contribuir. Entre estos están Miles Austin, Santonio Holmes, Colt McCoy, Andre Brown, Michael Bush, Charles Brown, Eric Winston, Robert Ayers, Anthony Spencer, Kevin Williams, Terrance Cody, Champ Bailey, Jabari Greer, Corey Webster, Ed Reed, y Rob Bironas.

Esta lista no incluye a los agentes libres con restricciones.

Estando ya prácticamente decidida la posición de los equipos en la agencia libre, el siguiente paso es esperar al draft que empieza el 8 de mayo.