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Ejemplos de reconstrucción

NEW ORLEANS -- Cuando los Ravens de Baltimore buscaban entrenador en jefe por última vez, su primera opción fue Jason Garrett, quien rechazó la oferta.

Para sorpresa de muchos, los Ravens voltearon a ver entonces a su segundo candidato, John Harbaugh, quien nunca había tenido siquiera experiencia como coordinador ofensivo o defensivo.

Harbaugh era entonces entrenador de equipos de los Eagles de Philadelphia.

Cuando los 49ers de San Francisco buscaban entrenador en jefe por última vez, decidieron darle la oportunidad a Jim Harbaugh, cuya experiencia como destratega en la NFL era nula.

Y su carrera como entrenador, después de jugar 15 años en la NFL, era de seis temporadas, incluidas sólo dos como asistente en el futbol americano profesional y cuatro como dirigente en el colegial.

Además de ser hermanos ¿Cuál es el común denominador de los 49ers y los Ravens al momento de elegir al siguiente entrenador que los llevaría al Super Bowl?

Sí, la capacidad de reconstruirse a si mismos; de abrirse y cambiar la manera de hacer las cosas que habían funcionado poco durante una década o más, sin miedo al fracaso.

Para los 49ers será su primer Super Bowl desde 1995; para los Ravens desde el 2000.

"Este es un equipo con historia", dijo el ala defensiva Aldon Smith. "Desde que llegué por primera vez y vi todos esos trofeos me di cuenta a dónde había llegado".

Sin embargo, equipos como los Dallas Cowboys se niegan a aceptar el cambio; a darse cuenta de que las cosas ya no funcionan de la misma manera en que alguna vez sí trabjaron.

Los Cowboys verán el domingo su Super Bowl 17 consecutivo por televisión, desde que en enero de 1996 vencieron a los Pittsburgh Steelers para ganar el quinto campeonato de su historia, el tercero en cuatro años durante la década de los noventas, bajo el mando de Jerry Jones.

El entonces nuevo dueño de los Cowboys había encontrado la innovadora manera en que los equipos de la NFL deberían ser manejados: como empresas corporativas y no como negocios familiares.

Para mala fortuna de los aficionados de los Cowboys, Jones se estancó desde entonces; regresó a la época en que los equipos se administraban como tienda de abarrotes familiares, con toma de decisiones viscerales.

Garrett es el entrenador en jefe que él considera tiene el talento y la brillantez para serlo, a pesar de que muchos analistas consideran que recibió la oportunidad sin merecerla y que hace tiempo debió dejar el cargo.

El reclutamiento de jugadores, draft y agencia libre, es liderado por el dueño, quien se autonombró gerente general hace buen tiempo.

El vicepresidente de operaciones de futbol americano de los Cowboys es el hijo del dueño del equipo, igual que el de mercadotécnia y asuntos comunitarios.

Jones nombra asistentes y después le avisa al entrenador en jefe. Sólo habrá que preguntarle a Wade Phillips, quien fue contratado antes que su coordinador ofensivo, Garrett.

Este mes, el propietario de los Cowboys firmó coordinador defensivo y algunos asistentes más y sólo se lo comunicó a Garrett.

Y Jones reitera cada vez que es cuestionado sobre su manera de manejar al equipo es que "si alguna vez funcionó, tendrá que funcionar otra vez".

Desde 1997, los Cowboy tienen marca en temporada regular de 128-128 y sólo han ganado un partido de postemporada.

"Creo que estamos cerca otra vez (del Super Bowl)", dijo Jones hace pocos días en su programa de radio en Dallas. "Esta temporada, pudimos vencer a los Ravens en Baltimore, nos quedamos a un gol de campo que fallamos".

"La campaña anterios, vencimos a los 49ers en San Francisco", añadió. "Es parte del proceso".

Pero ese proceso, como también reitera hasta el cansancio Garrett, parece no tener culminación.

Del equipo del 2012, sólo seis jugadores titulares resultaron de los cinco drafts más recientes; ninguno del 2008 y 2009, años en que eligieron a 18, de los que apenas cinco estaban en el roster de la temporada que termina el domingo.

Así que para Jones y sus Cowboys más vale que entienda que es renovarse o morir. O pasarán décadas antes de que festejen una oportunidad más de ganar el sexto campeonato de su historia.

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