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¿Defensa o ataque?

A pesar de que en los últimos años una gran mayoría de los equipos del fútbol mundial ha puesto más atención en el arco propio que en el adversario, los antecedentes indican que sólo con tener una buena defensa no alcanza para ganar la Copa del Mundo. Es casi más necesario tener una capacidad goleadora más que digna.

A medida que se acerca el gran torneo, los planteles van tomando forma y los debates por conocer qué jugadores pueden darle goles a su equipo y cuáles pueden prevenir que les conviertan se multiplican entre los hinchas.

Entonces, surge la pregunta: ¿Cuánto de cada uno de esos elementos precisa una Selección que busca quedarse con el título? Para la sorpresa de nadie, una mirada en los Mundiales pasados revela lo que se espera de cualquier conjunto con aspiraciones serias: un campeón necesita tener efectividad en ambos aspectos del juego para ganar el Mundial.

En el frente ofensivo, la habilidad para poder promediar dos goles por partido es vital. Trece de los 19 campeones lo lograron (68 por ciento), y además todos anotaron al menos 1,6 tantos por encuentro, salvo uno: el último. España en 2010 se convirtó en la excepción que confirma la regla: con 8 goles es el campeón menos efectivo de la historia, aunque como sus seis antecesores, logró marcar al menos dos tantos en dos partidos de la fase de grupos.

En la ronda de eliminación directa, un equipo sencillamente debe poder marcar más de un gol por encuentro. Desde que se implementó el sistema de juego actual, en 1986, cinco de los siete más recientes campeones han tenido al menos dos partidos con más de un gol, y los siete han tenido al menos uno. Sin sorpresas en ese frente: un equipo no puede ganar si no hace goles.

SITUACIÓN OFENSIVA

Partidos con más de un gol por campeones mundiales desde que comenzaron los octavos de final, en 1986:

Si tomamos estos números y los comparamos con las estadisticas de las Eliminatorias, podemos ver cuáles son los equipos que deberían elevar su nivel de juego. Ocho Seleccioados estuvieron por debajo de los 1,6 goles por encuentro durante la etapa clasificatoria: Ecuador, Uruguay, Nigeria, Camerún, Croacia, Grecia, México y Honduras. El nombre más pesado de esa lista es Uruguay, semifinalista de la última Copa del Mundo que debió sufrir en el repechaje y allí consiguió un 5-0 sobre Jordania que lo clasificó.

La defensa provee otra marca para determinar a un posible campeón. Quince de los 19 ganadores han permitido menos de un gol por partido, y sólo uno ha dejado que le marquen más de 1,3 tantos por encuentro. Se trata de Alemania Federal que en 1954 sufrió un impresionante promedio de 2,5 tantos en contra por juego (Hungría le hizo 8 goles en un sólo partido de la fase de grupos). Claro que marcar más de cuatro goles por cotejo ayudó al equipo germano a quedarse con su primer título. No es una coincidencia que esta fuera la única Copa del Mundo en usar ese extraño formato en el que cada miembro preclasificado de un grupo jugaba solamente con los dos equipos no preclasificados.

Si ponemos de nuevo el foco en la fase de clasificación para Brasil 2014, veremos que cada equipo se probó defensivamente durante su campaña. Ningún seleccionado permitió más que los 1,56 tantos por encuentro que les convirtieron a Uruguay y a Chile, y sólo otros dos Selecciones dejaron que les anotaran un tanto por encuentro: Alemania y Ecuador. Sorprende la presencia del conjunto alemán, que siempre se caracterizó por tener una defensa muy firme pero que en estas Eliminatorias sufrió el poder ofensivo de Suecia en los dos juegos.

Cuando comienza la etapa de eliminación directa y la presión crece, una defensa sólida es aún más valorable. Desde que se implementaron los octavos de final, en 1986, todos los campeones lograron finalizar al menos dos veces sin goles en contra en sus cuatro partidos finales. Y el último ganador que pudo permanecer menos de dos juegos con valla invicta fue Brasil, en 1970. En ese sentido, el último campeón España es un verdadero ejemplo: ya que logró superar sin goles en contra sus últimos cuatro partidos, desde octavos hasta la final.

LA DEFENSA NUNCA DESCANSA

Partidos con valla invicta de los campeones mundiales desde que comenzaron los octavos de final, en 1986:

Históricamente, la habilidad para marcar es más decisiva que cualquier otr. Dieciocho de los 19 campeones han quedado entre los seis mejores equipos del torneo en cuanto a cantidad de goles por partido. Brasil '94 fue la excepeción ya que quedó noveno. La cosa cambia cuando se habla de goles recibidos: "sólo" 14 de 19 ganadores quedaron en el Top 5 de goles en contra por encuentro. Otra vez, el peor de estos casos es Alemania Occidental de 1954, que apenas terminó octavo en el campeonato. Aquí se puede ver con claridad cómo es "más importante" marcar que evitar goles.

Sin embargo, está claro que la diversidad es necesaria para ganar una Copa del Mundo. Suiza no permitió ningún gol en contra en 2006, e igualmente tuvo que volverse a casa en los octavos de final. Por el contrario, España terminó entre los tres equipos más goleadores en la fase de grupos en 1998, 2002 y 2006, pero sólo logró llegar a cuartos de final en una ocasión en esas tres Copas.

Reconocido por su buen manejo de pelota, el campeón reinante ejecutó un plan perfecto en 2010, e hiló cuatro partidos seguidos con la valla invicta. A la Roja le alcanzó marcar un gol y luego manejar el balón a su antojo. Para ganar en Brasil, en este 2014, lo más probable es que se necesite -otra vez- un equipo completo, capaz de ser fuerte en el costado ofensivo y de sostener defensivamente sus esfuerzos cuando los partidos más importan.