ESPN.com 10y

La importancia de la experiencia

No se puede ganar si no se ha estado al menos una vez en esa situación límite. Los jugadores veteranos estabilizan un equipo. El Mundial es un torneo diferente. Los jóvenes ganan partidos, no torneos. Todos estos lugares comunes ponen de manifiesto la relevancia de la edad y la experiencia como dos criterios clave para triunfar en cualquier campeonato.

La Copa del Mundo no es la excepción. Como anécdota, todo el mundo recuerda la batalla entre Francia e Italia en la final del Mundial 2006. Dos de los cinco equipos con promedio de edad más alto llegaron a la definición. Esta observación toma importancia cuando se mira las estadísticas de la FIFA en los últimos cinco torneos.

A lo largo de los cinco Mundiales más recientes, los Seleccionados que clasifican a cada ronda se van haciendo progresivamente mayores. Es cierto que algunas de estas diferencias son muy pequeñas. Una diferencia de menos de tres semanas por jugador en el promedio de edad probablemente no sea el factor determinante para que un equipo logre superar la fase de grupos. Sin embargo, una diferencia de seis meses entre los eliminados en octavos de final y los finalistas sí es notable.

La tendencia se termina en el último partido, ya que las últimos cinco finales han sido ganados por los equipos más jóvenes.

A la hora de analizar los candidatos a ganar en Brasil con respecto a la experiencia histórica de cada Seleccionado, los sospechosos de siempre entran en escena. Los máximos favoritos han ganado ya una Copa del Mundo. Holanda, que jugó tres finales, es la excepción.

La historia confirma esta lógica. En los últimos 50 años, sólo Inglaterra en 1966, Argentina en 1978, Francia en 1998 y España en 2010 han ganado una Copa Mundial por primera vez, y sólo la Roja lo consiguió fuera de casa, emulando a Brasil en Suecia 1958.

Mirándolo estadísticamente, en los últimos cinco torneos, el promedio de las anteriores apariciones en Mundiales de cada clasificado a segunda ronda se ha incrementado. Como era de esperar, esto indica que los poderes tradicionales tienden a dominar, incluso si el equipo es relativamente inexperto. Por ejemplo, en 2002 Brasil fue campeón cuando era el octavo plantel más joven en el torneo, y Francia ni siquiera logró clasificarse para la Copa Mundial de 1994 antes de ganar la corona de 1998.

Los números también reflejan esta supremacía de los equipos más importantes. Desde 1966, siempre llegaron a la final las mismas seis Selecciones. En el último torneo, España rompió el molde gracias a un equipo que venía jugando junto desde mucho tiempo antes.

Sin embargo, al igual que en cualquier otro torneo, siempre se producen sorpresas en el Mundial. Tres de las cuatro últimas Copas del Mundo han producido al menos un semifinalista sorpresa (Turquía y Corea del Sur en 2002, Croacia en 1998, Suecia y Bulgaria en 1994). Pero el panorama general indica que los peces gordos son los favoritos de siempre por una razón. En pocas palabras, tienen la edad y la experiencia necesarias para ganar la Copa del Mundo.

A pesar de todo esto, en la última Copa del Mundo se vio una excepción a la regla. España ganó su primer trofeo después de llegar por primera vez a la final y hacerlo con un plantel joven: el promedio de edad era de 25,9 años, el quinto más bajo de todo el torneo. Es decir que aunque la experiencia y los antecedentes jueguen un papel importante, siempre hay espacio para que un equipo fresco y juvenil logre el objetivo.

^ Al Inicio ^