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Roger Federer, el héroe discreto

BARCELONA -- Antes los hubo buenos y después los habrá mejores, es ley de vida, pero al hablar de tenis es obligado colocar a Roger Federer en un lugar preferencial. Y, por extensivo, al hablar de deporte, del impacto de un deportista en todo el mundo, pocos pueden considerarse a la altura del suizo.

Vencedor de 17 títulos de Grand Slam, récord absoluto, la trascendencia de Federer se entiende a través de la seriedad y la regularidad en su disciplina. Sólo así se entiende que haya ganado todos los grandes en todas las superficies o que entre 2005 y 2010 disputara 18 de las 19 finales de Grand Slam. Su grandeza, en este sentido, se explica en que fue más noticia su ausencia en la final del Abierto de Australia en 2008 que su presencia en todas las demás.

Medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2008 en dobles, medalla de plata individual en los de 2012 y vencedor de la Copa Davis en 2014, superó a Pete Sampras como número uno durante más semanas consecutivas, alcanzando las 302 para convertirse en una leyenda que ha ido más allá, mucho más allá, del tenis.

De hecho, su figura ha conseguido superar en el tiempo y en la grandeza a otros legendarios tenistas como fueron Jimmy Connors, John McEnroe, Björn Borg o Pete Sampras. Si cada deporte tiene a su figura más destacada y en muchos de ellos ese nombre nos remite a la historia, a tiempos pasados, Roger Federer ha instalado en el presente la leyenda del tiempo.

Ha conseguido, tal cual, instalarse en el Olimpo del deporte mundial para que al hablarse de tenis su nombre aparezca de forma automática entre los deportistas más destacados de siempre. Y eso está al alcance de pocos, de muy pocos.

Si cualquier aficionado se remontaría a los años 80 o 90 del pasado siglo para recordar a Wayne Gretzky, Michael Jordan, Jonah Lomu o Miguel Indurain o debería retroceder más en el tiempo para encontrarse a Muhammad Ali, Nadia Comaneci, Eddy Merckx o Jim Brown, Federer es el presente que se ata a ese pasado glorioso del deporte.

Y que consigue que cualquier persona, en cualquier lugar, sepa de su grandeza en una pista de tenis. Esa grandeza, de hecho, provoca que los ojos de todo el mundo se fijen en un partido de tenis por su sola presencia, por preguntarse y descubrir si será capaz de aumentar su leyenda... Y para acabar contestándose que sí.

Responder que es Federer. Un deportista que trasciende a su tiempo. Y, desde luego, al tenis.

¿Un resumen? Durante cuatro años (entre 2004 y 2007) enlazó los títulos de Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, consiguiendo en ese tiempo también tres veces el Abierto de Australia. Si alcanzó en febrero de 2004 el número uno del ranking, al cabo de una docena de años ha sido capaz de permanecer entre los tres primeros.

Nacido cerca de Basilea en agosto de 1981, Federer domina el francés, el inglés y el alemán de manera fluida y es un deportista nato, que llegó a jugar en las categorías inferiores del Basilea y practica habitualmente el baloncesto, bádminton o tenis de mesa.

Persona de profundas raíces, se casó en 2009 con la ex tenista Mirka Vavrinec tras nueve años de relación y con ella tiene cuatro hijos, gemelos por partida doble.

Más allá del tenis, donde está considerado como uno de los mejores jugadores que han existido en toda la historia, Federer se destaca igualmente por su labor humanitaria, desde que en 2003 creó una fundación que lleva su nombre dedicada a proyectos con niños principalmente de Sudáfrica, país originario de su madre.

En 2005 subastó la raqueta que utilizó en el Open de Estados Unidos para auxiliar a las víctimas del huracán Katrina, de la misma forma que un año antes organizó el 'Rally for Relief', con la participación de varios jugadores, dedicando todas las ganancias de la exhibición a las víctimas del tsunami en el Océano Índico.

En 2010, tras el terremoto de Haití, organizó una exhibición con la participación, entre otros y antes del Abierto de Australia, de Rafa Nadal, Andy Roddick, Novak Djokovic, Lleyton Hewitt o Serena Williams y poco después llevó a cabo el 'Hit for Haiti' con Nadal, Sampras y Agassi.

La magnitud mediática de su personaje le ha llevado a ser imagen de no pocas campañas de UNICEF y por todas las causas en las que se ha implicado fue nombrado por el Foro Económico Mundial 'Joven líder global' en 2010, reconociéndose de esta manera su liderazgo, contribuciones y logros por la mejora de toda la sociedad.

Este es Roger Federer. Un héroe discreto, un personaje que fuera de las pistas de tenis nunca ha sido noticia por escándalos o polémicas y sí por su compromiso por dejar un mundo mejor del que encontró. Tipos así valen la pena.