Olímpicos
Eugenio Martínez Ruhl 8y

La gente de Río aún muestra poco entusiasmo por los Juegos

RIO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Río de Janeiro tiene un gran contraste. A una semana del comienzo oficial de los Juegos Olímpicos, la ciudad que los va a albergar vive entre dos polos: Mientras que el logo de Río 2016 aparece en todos lados, la gente por la calle aún no está muy prendida con la "olimpíada", como le dicen aquí. 

Publicidad estática de un canal de TV con la foto de Usain Bolt, una tarjeta de crédito que invita a disfrutar del evento, una marca que dice ser el "neumático oficial" y hasta los carteles de señalización vial muestran el logotipo de los JJOO. Pero al caminar por las calles de la 'Cidade maravilhosa' es difícil ver a alguien con una remera, un gorro o siquiera un pin de los Juegos.

Tal vez tenga que ver con el descontento social imperante que se respira en la atmósfera de esta ciudad costera. Un recorrido por el centro comercial permite comprobar que son ciertos los resultados de las encuestas conocidas hace semanas, que hablaban de un alto porcentaje de la población en contra de que Brasil organice los Juegos Olímpicos en este contexto social y económico. 

Julio tiene un importante puesto de diarios ubicado sobre la calle Rúa Santa Clara y, en diálogo con ESPN.com señala que él "no puede estar contento" con que este evento llegue al país, y asegura que la mayoría de la gente piensa como él. "Son muchos los que pasan hambre aquí y el Gobierno gasta millones en la 'Olimpíada'. Es una locura", asegura con el ceño fruncido. 

"Es lindo que lleguen turistas por los Juegos, pero el problema es que cuando terminen todo va a volver a la normalidad, la de la gente que no tiene nada para comer", refuerza. 

Sobre la Avenida Atlántica, que bordea la costa, se está terminando de instalar el 'Forte de Copacabana', y como parte de él ya está casi lista una seguidilla de tribunas que miran hacia el océano y están asentadas sobre el ancho boulevard que divide la calzada principal de la colectora más cercana a la playa. 

Sobre la vereda de enfrente, de espaldas al mar, está parado Joanicio promocionando su puesto de venta de bebidas. ¿Qué opinión tiene de la llegada de los Juegos Olímpicos a Río?, le pregunta ESPN.com. "La peor", responde serio, y se larga a hablar. 

"La olimpíada es un quebranto económico para el país. No nos va a ayudar para nada. Y encima a algunos de nosotros nos perjudica, porque ya anunciaron que cuando empiecen, a todos los que tenemos locales en esta zona de la playa nos van a obligar a mudarnos para los balnearios del centro (nota del redactor: Eso es porque en el lugar donde están ahora, se va a desarrollar, por ejemplo, el triatlón). Es decir que ni siquiera nos vamos a poder beneficiar del turismo que va a llegar", denuncia. 

Pese a su oposición a Río 2016, Joanicio toca un tema clave, que indudablemente va a ayudar a la economía de la ciudad: El turismo. Y ese es el único tópico que sí genera expectativas de manera generalizada en la gente. 

Se calcula que al menos medio millón de personas arribarán durante el evento a Río de Janeiro, con lo que eso significa en términos de creación de puestos de trabajo y de generación de comercio. Es un punto que en general, los ciudadanos valoran de manera positiva, aunque la mayoría lo hace con reservas. 

Es el caso de José Carlos, vendedor ambulante de remeras, quien señala: "Estoy feliz porque Río 2016 va a hacer que lleguen muchos visitantes, que siempre gastan dinero y eso a nosotros nos sirve. Pero no puedo estar del todo contento, por la situación general del país, porque sé que antes y después de la Olimpíada los brasileños seguiremos teniendo carencias". 

José Carlos saluda y, mientras se va caminando, pocos metros delante de él se enciende con toda su luminosidad una publicidad -ahora de un automóvil- con el logo de Río 2016. Él ni levanta la cabeza para mirarla.

^ Al Inicio ^