Nuevamente el mundo de la lucha libre se viste de luto con la muerte de uno de los ídolos de finales del siglo XX, Lizmark, el “Geniecillo Azul” que tantas alegrías dio a la afición desde su debut el 14 de marzo de 1976.
Nacido en Oaxaca el 18 de septiembre de 1949, pero radicado en Acapulco desde muy joven, decidió incursionar en el pancracio después de que uno de sus tíos lo llevara a entrenar boxeo, sin saber que el cuadrilátero de la lucha libre sería el que lo llevara al éxito.
Como muchacho que se desarrolló en lugares cercanos al mar, tomó su nombre de un acorasado alemán llamado Bismarck, cuya historia le llamó la atención desde niño, y la decisión de usar la máscara la tomó debido a que quería ocultar su identidad ante sus compañeros del Hotel Hilton de Acapulco, donde trabajaba en ese entonces.
El diseño de su máscara, inspirado en la cola de un pescado, llamó la atención desde su aparición, pues el fondo azul y el antifaz plateado pronto se posicionaron en el gusto del público.
Cabe señalar que también trabajó un tiempo como clavadista en La Quebrada, que le ayudó a convertirse en innovador en la lucha aérea y movimientos vistosos que predominan actualmente, pero que en la década de los 80 causaron sensación en los aficionados.
Entre los logros que tuvo en su carrera está el Campeonato Nacional Welter que le ganó a Américo Rocca, así como el Campeonato Mundial Welter de la NWA que conquistó tras vencer al Supremo.
Una de sus batallas más memorables se dio ante Daniel López “El Satánico”, cuando retuvo el campeonato Semicompleto en una emocionante lucha.
Brilló en las empresas en las que apareció, sin importar cómo se llamaran, pues en la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL) en el Consejo Mundial (CMLL), Triple A, empresas de Japón y Estados Unidos, siempre puso el nombre de México en alto, y a pesar de que tuvo fuertes rivalidades contra hombres como Sangre Chicana, Satánico, El Faraón, Américo Rocca, entre muchos otros, incluso a finales de su carrera tuvo grandes encontronazos con LA Park.
Entre sus trofeos destacan las cabelleras de Mario Valenzuela, El Invasor, Mr. Lancer, Américo Rocca, El Musulmán (junto a Centauro), y El Faraón. Mientras que conquistó máscaras que no eran de gran renombre como las de El Insólito, El Tiburón, El Ciclope, El Norteamericano y The Animals (haciendo pareja con Atlantis).
“El ídolo de la Quebrada” fue exaltado al Salón de la Fama de la publicación de lucha, Wrestling Observer en 2001, dos años después de su retiro de los cuadriláteros debido a problemas del corazón, que al final lo dejaron espaldas planas este 16 de diciembre, fecha en donde murió el gladiador, pero nació la leyenda.
Un dato curioso es que la muerte de Lizmark, el “Geniecillo Azul” con antifaz plateado, se dio exactamente 15 años después de la muerte de otro ídolo del pancracio que también usaba equipo azul y plata, Blue Demon.