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El partido del Siglo XXI

BUENOS AIRES -- Ya no eran los Harriott, los Heguy y los Dorignac, pero las camisetas eran las mismas y aunque las tribunas no desbordaron como en el lejano 1 de noviembre de 1975, que quedó registrado como el primero de los cruces entre dos equipos con handicap perfecto; esta vez la gente se acercó con más sentimiento de añoranza por aquellos colores.

Aquella vez los verdaderos actores de Coronel Suárez y Santa Ana, jugaron el denominado Partido del Siglo, para conmemorar los 100 años del primer partido oficial de polo en la Argentina, y mezcló a los rivales históricos, más Gonzalo Tanoira, con los nombres de Venado Tuerto y El Trébol, equipos del primer gran clásico en este deporte.

Esta vez la excusa para reunir a los ocho mejores jugadores de la temporada Argentina, fueron los 40 años de aquel encuentro.

Al repasar la historia y ver como entre 1961 y 1982, Coronel Suárez y Santa Ana disputaron 17 finales de Parlermo, no fue raro entender el porque de la elección de esos nombres y como al llegar a los palenques o al podio final los actores de hoy le rendían tributo a las glorias de ayer, y como Cambiaso o Miguel Novillo Astrada miraban con admiración a un Juancarlitos Harriott, que manejó 600 km para ver este nuevo duelo.

"En Palermo esta camiseta juega sola, yo solo me puse", diría el ex capitán de La Aguada tras el partido, o "Es un honor formar parte de un partido que quedará en la historia del polo. Los que jugamos somos unos privilegiados porque va a quedar para siempre", comentó Mac Donough. "No había ni nacido. No sé mucho. Sé que fue histórico", agregó sobre el choque del '75.

En rigor de la verdad, el anunciado Partido de 80 Goles, fue imperfecto. Finalmente Facundo Pieres, no vio acción aunque si estuvo en el evento. El back se desgarró el hombro izquierdo hace ocho días, en la final del Abierto de Hurlingham, y si bien su intención es tomar parte, evitó tomar el riesgo de resentir la zona, con miras al inminente Argentino Abierto.

Sin embargo, la baja del nuevo back, terminó siendo un tributo a una de las familias más emblemáticas del polo, como los Heguy. Eduardo, jugó para Suárez. Así, el "Ruso" después de ver tantas batallas de su padre Alberto Pedro y su tío Horacio, defendió los colores del club más ganador en la historia del Abierto Argentino.

De alguna manera también fue un doble reconocimiento. El primero al apellido Heguy, y el segundo al propio Eduardo, que junto a "Pepe" su hermano, en este 2015 alcanzarán la marca record de 30 temporadas disputando Palermo, algo que los convierte en la bisagra entre las generaciones de La Espadaña, Indios Chapaleufú, La Aguada, La Dolfina y la primera y la nueva Ellerstina.

Cómo era de esperar el partido pactado a seis chukkers no supo de brusquedades, ni reclamos y la tarea fue sencilla, casi decorativa para otros dos ex 10 goles como Ernesto Trotz y Juan Ignacio Merlos, que actuaron como referees; para un partido donde todo lo recolectado fue a beneficio de Scholas Ocurrentes, el proyecto mundial del papa Francisco para fomentar la integración social y la cultura del encuentro vinculando la tecnología, el arte y el deporte.

Por primera vez en la Argentina desde el 2011, quedaron enfrentados los cuatro hombres de La Dolfina: Adolfo Cambiaso y David Stirling, junto a Miguel Novillo Astrada y Eduardo Heguy jugando por Suárez. Pablo Mac Donough y Juan Martín Nero, junto a los hombres de Ellerstina, Pablo, Gonzalo (h.) y Gonzalo Pieres, vistiendo los colores de Santa Ana.

Una vez que las acciones se pusieron en marcha, fue Suárez quien pegó primero y tomo una ventaja de 3 a 1, si embargo en el cierre del tercer chukker Santa Ana, en una gran jugada combinada de Nero, Mac Donough y Polito Pieres, hizo que se fueran al half time igualados en 5.

Las intenciones no cambiaron en lo que vino. Juego abierto, varias corridas para deleitar al público y con los Suarenses tomando la iniciativa. Ya casi en el final David Stirling, puso el encuentro 9-8 y como una semana atrás en Hurlingham, el aporte del uruguayo parecía ser decisivo. Sin embargo a Santa Ana le quedó literalmente la última jugada. Juan Martín Nero, con el reloj de frente observó que sólo eran 8, los segundos que faltaban para la campana final y arriesgo desde lejos un tiro con mucha potencia que decretó el 9 a 9 final.

El partido pasó. Hubo podio y medallas conmemorativas para todos los jugadores que alcanzaron los 10 goles de handicap. Mezclados entre ellos se distinguían las figuras de dos mujeres María Luisa y Jesús. Una la esposa de Gonzalo Tanoira, la otra la hija de Gonzalo Heguy, fui allí donde los aplausos sonaron con más fuerza y los recuerdos se permitieron mezclarse con las emociones. Todo formando parte de una tarde distinta en Palermo.

La historia, de parabienes.