Rugby
Por Maximiliano Ludueña 8y

Marcos Kremer: "Lo esperaba, pero no sé si tan temprano"

BUENOS AIRES--La historia de Marcos Kremer son de esas que tiene todos los condimentos a pesar de sus jóvenes 18 años. Aventura, diversión, esfuerzo y alegrías se fusionan en Concordia, dejan su huella en Rosario y llegan hasta Argentina XV que se encuentra en Estados Unidos a la espera del inicio del America's Rugby Championship.

Oriundo de Concordia, Entre Ríos, su vida con la ovalada se empezó a construir hace cuatro años cuando con 14 primaveras un amigo del colegio le insistió para ir a jugar al rugby. “Me cambié de colegio en segundo año y me encontré con un amigo de fútbol y él hacía las dos cosas y me invitaba todos los días, hasta que un día me cansé y fui. Ahí arranque y no paré más”.

Se inició en Los Espinillos y dos años después pasó a Salto Grande, ambos de Concordia. Luego de un año recaló en Rosario para estar en Atlético del Rosario donde ya lleva una temporada. “No jugué porque cuando fiché a principio de año no podía hacerlo para Plantel Superior ya que tenía 17 años. Cumplo años en junio así que a mitad de año me fiché en la Unión de Rugby de Rosario y jugué todo el año en la M19”.

Becado en la UAR, con Los Pumitas estuvo desde mitad del año pasado en adelante en todas las concentraciones que hubo y jugó el torneo Cuatro Naciones M18 con Argentina. También dijo presente en el Sudamericano M19 contra Uruguay, después continuaron las concentraciones hasta fin de año y ahora llegó la convocatoria para Argentina XV, el gran desafío de este año.

-¿Te sorprendió el llamado?
-La verdad es que no me lo esperaba pero sabía que iba a venir por el trabajo que venía haciendo. Supongo que lo venía haciendo bien. Lo esperaba pero no sé si tan temprano.

-¿Se vive con mucha ansiedad toda la previa del torneo?
-La ansiedad juega mucho, lo único que me estuvo salvando un poco fueron los días de pretemporada con el PlAR que me descargaba un poco. La ansiedad juega.

-¿Pasaste a ser el orgullo de Concordia?
-Puede ser, pero tampoco me voy a poner a pensar en eso, sino que tengo que seguir pensando en triunfar en mi carrera, no conformarme con nada. No tener un techo cercano sino no voy a tener la fuerza para llegar más lejos.

-¿Qué te propusiste como meta para el torneo?
-Que me vaya muy bien, que me vean los entrenadores y cuando tenga la chance de una concentración más arriba seguir demostrando y que se den las cosas.

-¿En un año tan cargado de rugby para la UAR te ilusionás con un salto a otro equipo de la Unión?
-Obviamente. Uno piensa en eso por eso cuando entro a la cancha trato de dar todo para que los entrenadores me tengan bien visto para que el día que falte uno o puedan llegar a necesitar a un jugador más me llamen.

-Te definen como segunda o tercera línea. ¿Dónde te sentís más cómodo vos?
-Yo me siento más cómodo de tercero línea, como octavo. Me gusta más esa posición pero si hace falta alguien en la segunda línea no voy a tener problemas en meterme y dar una mano.

-¿Cómo asimilás estas experiencias siendo tan joven?
-Estas experiencias las tomo para crecer y para que me ayuden en la vida. Me tuve que ir de Concordia para Rosario, conocer gente nueva y terminar el último año del colegio, haciendo nuevos amigos, la mayoría del rugby.

Con el bolso cargado de ilusiones y en silencio Marcos Kremer alimenta el sueño. Ahora se empieza a codear con jugadores de primer nivel y ya conoce de viajes, pero de esos que se hacen solos a puro esfuerzo. Él no se hace problema, “todo lo que hago lo disfruto mucho. Si no lo disfrutara ya lo hubiese largado”, cuenta y se despide para vivir una nueva aventura.

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