BUENOS AIRES-- Ese soplo de aire fresco que trajo la llegada al país tras una extensa gira por Nueva Zelanda y Japón tuvo un resultado muy esperado para los Jaguares: la victoria vs. Southern Kings.
Pasaron dos meses del último triunfo en el Super Rugby ante Cheetahs, y los argentinos repitieron a más no poder que fue porque “creyeron en su plan de juego”.
“Perder 7 partidos seguidos es algo que no existe”, declaró Martín Landajo sin poder creer la cantidad que eran.
Agustín Creevy fue absolutamente sincero: “Era doloroso y nos poníamos más presión entre nosotros porque peor no se podía estar”.
La figura del match, Leo Senatore, disfrutó como pocos este partidazo pero no se guardó una autocrítica: “Trabajar lo mental y estar concentrado es parte del aprendizaje de este torneo”.
Matías Moroni aseveró que “las derrotas nos tenían bajo presión pero el equipo sabía lo que quería”. Y si pensar a futuro es algo que lo desvela, fue directo: “La tabla está casi imposible así que nos queda jugar y nada más”.
En tanto, el segunda línea Guido Petti dijo lo suyo: “No nos podemos quedar con esta victoria y después del descanso ya hay que pensar en el próximo entrenamiento”.
Es parte del torneo, es parte de la máxima exigencia. Una goleada trae alivio pero no calma todos los males. Sharks ya aparece en el horizonte y hay que trabajar.