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El "Ñiño de Oro" sigue creciendo

CARACAS (ESPNdeportes.com) - No tuvo un pasado amateur tan glamoroso como el de Oscar de la Hoya. Y, mucho menos, la enorme publicidad con la que el "Golden Boy" contó antes de volverse profesional.
Sin embargo, en silencio, el venezolano Jorge Linares parece seguir sus pasos.

Radicado en Tokio, Japón, donde dio sus primeros pasos profesionales bajo el ala del promotor Akihiko Honda, en poco más de un año y sólo ocho combates Linares se ha convertido en una de las mayores promesas del boxeo latinoamericano.

Como dijimos hace algún tiempo, Linares se quedó pronto sin rivales en Asia. Aún cuando cuenta con sólo 18 años de edad y muy escasa experiencia en el terreno rentado, nadie quiere saber nada con subirse a un cuadrilátero con el venezolano en esa parte del mundo.

Ni siquiera para sesiones de guanteo.

Es que Jorge es una máquina de destruir rivales.

Al punto que tuvieron que llevarle spárrings mexicanos para que entrenara en el Teiken Gym de Tokio.

Sin embargo, hasta hace algunas semanas, Jorge tenía por delante una prueba de fuego, de la cual podría salir consolidado con el mejor prospecto de los últimos años o, simplemente, como una más de las tantas esperanzas que van quedando en el camino.

El rival era el argentino Hugo Rafael Soto, ex campeón de los moscas de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Soto, actual número 4 en la clasificación de los gallos de la Organización Mundial (OMB) tenía nada más y nada menos que 62 peleas más de experiencia sobre sus hombros, además de incontables títulos.

Por si fuera poco, además de un rival de fuste a quien vencer, Linares tenía otra prueba de fuego: hacía el debut en su país, y en el ya legendario estadio Poliedro de Caracas.

"Siempre uno tiene cierta preocupación cuando va a enfrentar a un rival de la experiencia de Soto. Al principio fue un poco difícil la semana previa. Pero nos quedamos en un lugar que nos permitió concentrarnos totalmente en la pelea. Y me sirvió de mucho", dice Jorge, unas semanas más tarde.

"Cuando entraba al estadio, me sorprendí por la cantidad de público. Era la primera vez que peleaba ante tanta gente. Y la primera vez que mi madre estaba entre el público. Todo eso era como yo lo había imaginado. El reconocimiento que recibí me emocionó mucho", continúa recordando.

Lo cierto es que una vez que sonó el primer campanazo, los nervios y las presiones desaparecieron por completo.

Y, entonces, afloró el enorme talento del "Niño de Oro". Sin desesperarse en ningún momento, arrinconó a Soto con un boxeo fluido y agresivo. Y si no noqueó fue, simplemente, porque Linares no es un pegador, sino un boxeador que demuele por acumulación.

LOS QUE SABEN HABLAN DE ÉL
Está claro, todavía tiene mucho por mejorar. Y quién mejor para aconsejarlo que Félix "Tito" Trinidad, quien aquella tarde estuvo en la primera fila del ring side, invitado especialmente por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Inmediatamente después de la pelea, "Tito" llamó a Linares y, como si fuera un hermano mayor, le dijo al oído "te falta mayor efectividad cuando acorralas a tu rival contra las cuerdas. En esos momentos, no te desesperes buscando velocidad, tienes que encontrar precisión. Si corriges eso, serás campeón del mundo".

Como el buen niño que es, a Jorge le brillaron los ojitos de alegría al escuchar esas palabras de parte de una leyenda como Trinidad.

Otro referente - aún más importante, desde ya - en la carrera de Linares es el japonés Sendai Tanaka, su entrenador, además de uno de los principales colaboradores de Marco Antonio Barrera.

"Creo que Jorge hizo una excelente pelea ante Soto. Cumplió a la perfección el plan de pelea que habíamos trazado. Inclusive, durante el combate supo cambiar el rumbo, boxeando, en lugar de fajarse. Para un chico de 18 años y sólo ocho peleas, esto es admirable", nos cuenta.

"Cada vez tengo más confianza en mí mismo. Pero también tengo en cuenta que las próximas peleas serán cada vez más fuertes. Siempre hay boxeadores más fuertes y experimentados, pero tengo mucha confianza", señala Linares.

La gran pregunta, para muchos, es si Linares ya está preparado para un combate mundialista. No para nosotros, aún teniendo en cuenta que se trata de un prodigio del boxeo.

Pero veamos lo que piensa él mismo.

"La verdad es que ya me siento preparado para disputar un título mundial. Me gustaría enfrentar al francés Mahyar Monshipour (monarca supergallo de la AMB), quien hace poco derrotó a mi compatriota Jairo Tagliaferro. Pero primero quiero coger más experiencia", reflexiona.

Por otro lado, Jorge también tiene que definir en qué peso continuará su carrera.

"Haber ganado mi primer título (el supergallo Fedelatin) es un gran honor. Y la verdad es que me sentí muy cómodo en las 122 libras. Para mí fue muy importante haberle ganado ampliamente a un ex campeón mundial como Soto. Pero tenemos que sentarnos con mi equipo a pensar qué es lo más conveniente para el futuro", sostiene.

Por el momento, Jorge disfruta de unas merecidas vacaciones en Barinitas, su pueblo natal, donde se reencontró después de más de un año con familiares y amigos.

"Disfruto mucho estando con ellos. Mis amigos son un gran apoyo para mí. Por ejemplo, pude volver a jugar al básquet en las calles de mi pueblo y eso representa mucho para mí. Pero no pierdo mi objetivo y ya me estoy moviendo en el gimnasio de mi padre, junto a él y mis hermanos", cuenta.

"Tengo previsto volver a Japón el día 18 de febrero y allí comenzaré a prepararme para mi próxima pelea, que creo será en mayo", dice con respecto a su futuro.

Por último, queda su anécdota junto al presidente venezolano, Hugo Chávez.

"Fuimos a visitarlo y estuvo hablando un ratito con nosotros. Me dijo que había visto mi pelea con Soto y que le había gustado mucho mi actuación. Me prometió su ayuda. Y lo más lindo fue cuando le regalé la faja. Se sorprendió mucho", relata con la candidez de un "Niño de Oro" que día a día descubre un mundo nuevo a su alrededor.