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Argentina ganó cuestionamientos

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BUENOS AIRES (ESPNdeportes.com) -- Argentina se presentó en el Monumental con varios "partidos" por jugar: ganar, después de la derrota ante Brasil; vencer a Paraguay como local -para romper una racha de 31 años- y reconciliarse con un público que no se identifica con el equipo de Marcelo Bielsa.

Sin embargo, en la tarde otoñal de Buenos Aires, los albicelestes agrandaron sus deudas luego del pálido empate en cero ante el conjunto paraguayo.

El DT Marcelo Bielsa y varios jugadores volvieron a instalarse en el centro de los cuestionamientos. No bastó que el técnico incluyera a Javier Saviola y a Carlos Tévez en el ataque, Argentina volvió a ser un equipo al que le cuesta mucho definir y pierde precisión cuando se acerca al área rival.

El partido empezó con un Paraguay que insinuó jugar de igual a igual pero con el transcurso de los minutos el equipo de Bielsa se hizo claro dominador del juego, con una destacada actuación de Carlos Tévez, moviéndose por izquierda y por derecha y siendo eje de las jugadas de ataque, con Mascherano firme en la mitad de la cancha.

Los de Aníbal Ruiz se cerraban bien atrás en un nuevo dolor de cabeza para Argentina, que tiene muchas dificultades para penetrear las férreas defensas.

Con un Crespo improductivo parado fuera del área para llegar jugando, los locales reincidían en buscar el ataque por el centro de la cancha y las jugadas no prosperaban.

Para Paraguay la fórmula era clásica: esperar en su área y salir de contra buscando la inspiración de José Cardozo y Roque Santa Cruz.

Lo mejor de Argentina llegaba cuando se asociaban Tevez, Sorín, el Kily y Saviola en velocidad. Pero siempre faltaba la puntada final.

En el segundo tiempo, Paraguay se volcó definitivamente a cuidar su arco y levantó una verdadera muralla aunque su arquero Justo Villar terminó siendo de lo mejor del partido.

El público miraba pasar los minutos y cambiaba gritos de apoyo por insultos al técnico, el blanco elegido por los aficionados.

Angel Ortiz fue expulsado cuando iban 15 minutos del complemento y bastó para que Paraguay le pusiera un candado a su arco, con ocho de los 10 jugadores preocupados exclusivamente por defender.

Argentina, frustada por la dificultad de generar peligro colectivamente, optó por las apariciones individuales y estuvo realmente muy cerca de doblegar al arco visitante, que tuvo a un gigante Villar como figura.

El Kily González, Sorín, Tevez, Saviola y Crespo crearon buenas situaciones para abrir el marcador pero el partido terminó sin goles, para el festejo de los paraguayos.

Argentina fue superior pero nuevamente no alcanzó. Seguramente la suerte no esté del lado de Marcelo Bielsa pero tampoco alcanza como explicación, porque al equipo le sigue faltando justeza en las jugadas, claridad para atacar y la presencia de un hombre-gol que capitalice lo generado en ataque.

El camino a Alemania 2006 es largo pero los tiempos para mejorar se acortan. Por eso Bielsa deberá trabajar a contrarreloj para devolverle a Argentina una identidad que invite nuevamente a soñar.

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