BRISTOL, Connecticut (ESPNdeportes.com)--Entrando al último mes y medio de la temprorada regular, se calientan las peleas por la clasificación a los playoffs. Y como de costumbre, arden las batallas por los comodines tanto en la Liga Nacional como en la Americana.
Hace 11 años, el comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig, presidió una de las mejores medidas en la historia reciente: La implementación del mencionado comodín (Wild Card), como parte de la ampliación de las divisiones a partir de la campaña de 1994.
Con ocho plazas de playoff en vez de cuatro, desde 1995 la temporada de béisbol conserva el misterio y el interés de quién clasificará, ya que con más equipos con oportunidad, más fans tienen la oportunidad de ver si su escuadra favorita podrá o no llegar a la postemporada.
Este año no ha sido la excepción. Tanto en la Nacional como en la Americana, hay fuertes batallas que parecen tener su resolución reservada para el final de septiembre.
En la Nacional, los Cachorros y los Padres están en una lucha tú a tú por el mejor récord entre los equipos de segundo lugar, sin dejar muy atrás a los Gigantes de San Francisco.
La gran ventaja de Chicago, como muchos lo saben, es su sólido pitcheo abridor. Con la rotación entera de Kerry Wood, Mark Prior, Greg Maddux, Carlos Zambrano y Matt Clement saludable por fin, existen la profunidad y la calidad necesarias para triunfar en la recta final de la temporada. Ahí están las piezas en su lugar; ahora sólo es cuestión de que rindan de la manera esperada. Si no falla la salud física de Wood, Maddux y Clement, y si se mantiene la salud mental de Prior y Zambrano (recuerden la falta de control de los emociones de éstos dos en juegos recientes), este equipo debe considerarse como el favorito.
San Diego, de su parte, ha jugado una pelota sólida a lo largo de la campaña, con nombres como Phil Nevin, Ryan Klesko y Brian Giles al bate, además de Sean Lawrence, David Wells y Adam Easton en la lomita. Pero vemos difícil que los Padres se mantengan en la lucha con los "Ositos" de la Ciudad de los Vientos.
OJO: Jamás se puede descartar a los Gigantes; mientras cuenten con un Barry Bonds y un Jason Schimdt, además de la dirección del maestro Felipe Rojas Alou, San Francisco siempre está en le pelea.
En la Americana hay una fuerte competencia también. Los Medias Rojas encabezan la lista, seguidos de cerca por los Serafines y los Vigilantes. También aspiran a la postemporada los Indios y los Medias Blancas, cuyas mejores posibilidades están en la conquista de la Central, ya que están más cerca del líder de dicha división, Minnesota, que del conjunto de Boston.
Mi favorito allí es Boston. Pedro Martínez, Curt Schilling, David Ortiz y Manny Ramírez respresentan razones de sobra, además de la adición de Orlando Cabrera y Doug Mientkiewicz en el cuadro.
Anaheim puede darle algunas dificultades a los Medias Rojas, con el poderíó de Vladimir Guerrero y compañía. Pero la diferencia ahí es que en la primera mitad de la temporada, no rindió el dominicano Bartolo Colón; si el dominicano hubiera lanzado de abril a junio como lo está haciendo ahora, tal vez los Serafines estarían en mejor posición para liderar el comodín o hasta su División del Oeste, encabezada ahora mismo por los Atléticos.
Los Vigilantes han sido la sorpresa más agradable del año; Alfonso Soriano y los demás jóvenes se han combinado con una nueva actitud del dirigente Buck Showalter y el coach de pitcheo Orel Hershiser para crear un ambiente ganador en el Estado de la Estrella Solitaria. Pero no le veo suficiente profundidad al pitcheo abridor de este conjunto para agosto y septiembre, que es cuando se separan los muchachos de los hombres.
Definitivamente, el comodín ha sido una de las novedades más exitosas de la última década en el béisbol. Lástima que cuando yo jugaba de los Indios en 1994 hubo huegla; de lo contrario, hubiéramos sido el primer representante en la postemporada del comodín en la Liga Americana.
Pero volvamos al 2004. Para este año, esperen a los Cachorros y los Medias Rojas, siempre peligrosos en octubre, como ganadores del comodín.