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A borrar al 'Guille'

Por JOSÉ LUIS LÓPEZ SALCIDO

GUADALAJARA (Récord) -- Héctor Reynoso comienza a plantear la estrategia para intentar maniatar el sábado al jugador más importante del Monterrey en el actual torneo: Guillermo Franco.

El defensa central de Chivas reconoce que el 'Guille' es altamente significativo en el sistema ofensivo del 'Piojo' Herrera. Menciona que si el balón no pasa por sus pies, los Rayados 'se borran' y que habrá que entrarlo duro, para que desde un principio sienta el peso de Chivas y el Estadio Jalisco.

"Franco es su hombre más peligroso, la ofensiva de su equipo se basa mucho en él, si no pasa el balón por sus pies se borra un poco el equipo.

"Es un jugador que siempre está peleando, que si tiene una la mete y no podemos confiarnos, hay que darle con todo y que sienta que viene de visita", mencionó el jugador rojiblanco.

Reynoso indicó que el equipo rayado es muy completo y deberán extremar precauciones ante ellos, pero no por el hecho de temer a la ofensiva de los regios, sino por la simple y llana razón de que no pueden dejar ir puntos, debido a su actual situación en la clasificación general.

"Hay que extremar cuidados, pero sobre todo porque no podemos perder el partido, no tanto por lo peligrosos que ellos sean.

"El partido será atractivo por lo que ambos estamos peleando en esta etapa del torneo, nosotros tenemos que ganar y no tenemos otras opciones", refirió Reynoso.

Una derrota podría significar para Guadalajara despedirse de manera prematura de sus aspiraciones, pues los rivales de grupo siguen sumando, no ceden.

"Tenemos que empezar a ligar triunfos, tenemos que alargar la racha positiva, tenemos dos partidos sin perder y ahora debemos pensar en sumar tres puntos y jugar mejor de lo que lo hemos venido haciendo", reconoció.

HA DICHO
Hay que darle (a Franco) con todo y que sienta que viene de visita"

Héctor Reynoso
Defensa de Chivas

Práctica en la Cañadas
Una intensa práctica tuvieron ayer los Rojiblancos en el Club de Golf Las Cañadas; bajo las órdenes de Daniel Ipata y la cercana supervisión de Benjamín Galindo, los jugadores fueron sometidos a un trabajo físico extenuante . Más de alguno sintió el rigor del trajín. Fueron casi tres horas.