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Punto Extra: Lesionados ideales

BRISTOL, Conn. (ESPNdeportes.com)--Comentar y narrar la NFL en Español para ESPN no es un trabajo, es un privilegio que que muchos anhelan, pero que pocos pueden tener. Soy una persona afortunada. Es una gran responsabilidad que implica horas y horas de preparación cada semana. El aspecto más difícil es tener que trasladarme de mi residencia en el estado de Texas, a Connecticut en donde ESPN tiene su sede. Cada temporada de futbol americano recorro aproximadamente 200,000 millas (320,000 kms). Los viajes son desgastantes.

El otro día poco después de subir al avión que me lleva de Connecticut a Texas me quedé profundamente dormido y entré en un profundo sopor. Me imaginaba en un complejo deportivo rodeado de asistentes. Era el gerente general del último equipo de expansión de la NFL. Los dueños eran Álvaro Martín y Eduardo Varela. Aparentemente habían participado en un negocio que resultó jugoso y ambos liquidaron sus intereses al son de 750 millones de dólares, muy listos ese par. No sabiendo qué hacer con tal cantidad decidieron contactar a la NFL para solicitar un equipo de expansión en Austin, Texas, por coincidencia, la ciudad en que resido. Después de un estudio minucioso, la NFL determinó que tanto Álvaro como Eduardo tenían los medios suficientes para construir un estadio y empezar la franquicia. Sobre todo, consideraron que eran lo suficientemente eccéntricos, alegadores y obstinados para congeniar perfectamente entre la fraternidad de dueños de la liga.

Con Nick Saban ya firmado como entrenador en jefe, mi tarea era armar el mejor equipo posible. La NFL y el grupo de dueños decidieron no tener un draft suplemental como normalmente se acostumbra con equipos de expansión. A cambio, ofrecieron a todos los jugadores en la reserva de lesionados y de incapacitados para jugar. Sencillamente, tenía acceso a cualquier jugador que había quedado fuera de acción antes o durante la temporada 2004 con la garantía de que se recuperarían un un 100% de sus problemas.

Dado que me subscribo a la idea de que las defensivas ganan campeonatos, mi primera responsabilidad fue armar mi escuadra defensiva. Toda defensiva empieza con un línea dominante. Investigando a aquellas unidades que hicieron historia en la NFL: la Cortina de Acero de Pittsburgh, los Cuatro Temidos de Los Angeles, los Comehombres Morados de Minnesota y la defensiva del Día del Juicio Final de Dallas, llegué a la conclusión que necesitaba tamaño y fuerza por el centro y rápidez y seguridad por los extremos. Cual fue mi sopresa que estaban disponibles Kris Jenkins de Carolina, Casey Hampton de Pittsburgh y Anthony McFarland de Tampa Bay como tackles defensivos. El problema de mi entrenador sería cuál de los tres sería suplente. Por los extremos mi equipo tendría a Michael Strahan de los Gigantes como ala defensiva izquierda y a Peter Boulware como especialista en presionar a los mariscales de campo. Este grupo podría ejecutar un esquema 4-3 con dos tackles sobre los guardias, o con un guardia nariz y otro tackle en la técnica 3, o cambiar a una defensiva 3-4 usando a Casey Hampton sobre el centro.

El siguiente pase era buscar un grupo de apoyadores. No encontré un apoyador central natural por lo que decidí mover a Peter Sirmon de los Titanes de Tennessee al centro de la defensiva. Esta estrategia le funcionó a Jack del Río con Mike Peterson y con los tackles defensivos a mi disposición, no había razón alguna por la que no habría de funcionar. Sirmon es una de la razones que explican la campaña tan pobre en Tennessee. Sobre el ala cerrada la decisión fue fácil: Julian Peterson de San Francisco. Con ese elemento tengo un jugador que ha jugado cuatro posiciones (ala defensiva, apoyador, esquiner y profundo) y que neutralizó individualmente a Tony Gonzalez la última vez que se enfrentaron. Del otro lado colocaría a Shawn Barber. Barber era una estrella de la NFL hasta que llegó a Kansas City, el equivalente del Triángulo de las Bermudas para cualquier jugador defensivo en la NFL. Para darle estabilidad a esta unidad, ética profesional y para aprovechar la experiencia de múltiples Pro Bowls consecutivos contrataría también a Junior Seau. Además, con cuatro apoyadores podría usar el esquema 3-4 en ocasiones especiales. Estoy todavía en espera de Brian Urlacher quien en cualquier momento podría estar disponible.

En la defensiva secundaria el talento no era de tal nivel, pero tampoco dejaba mucho que desear; pero con mis siete frontales esta unidad no iba a ser problema. No encontré a un esquinero neutralizador. Por más que he esperado el ingreso de Samari Rolle, este parece que sigue inactivo pero no fuera de la temporada. Mi esquinero del lado derecho sería Chad Scott. No es una garatía cubriendo individualmente, pero si fue lo suficientemente bueno para ser titular para Bill Cowher, es lo suficientemente bueno para mi plantel. Del otro lado colocaría a Ahmed Plummer. Plummer no es espectacular pero juega con consistencia, algo necesario en un esquinero. Mis profundos serían Mike Brown de Chicago y Tank Williams de Tennesse. Ambos tackleadores seguros que cubren terreno y castigan a quien osa cruzar su territorio. Los suplentes serían Mike Rumph también de San Francisco y Shaun Williams de los Gigantes. Dos esquineros de San Francisco? Su ausencia es una de las razones por las que los 49's tienen 11 derrotas. Este grupo seguramente emplearía coberturas de zona, pero sería difícil anotarles.

Con una gran defensiva el siguiente paso es formar a una ofensiva que controle el ritmo del partido y anote dentro de la yarda 20. La clave es una línea ofensiva dominante. Por el centro tendría a Mike Flannagan de Green Bay, a Zach Piller de Tennesse como guardia izquierdo y a Kendall Simmons de Pittsburgh por el lado derecho. Estos tres serían duros y un poco marrulladores pero eso sí, dentro de lo permitido por el reglamento. Mi tackle derecho, Tom Ashworth, fue titular con Nueva Inglaterra en el último Super Bowl y neutralizó a Julius Peppers. Como es la costumbre, había escasez de tackles izquierdos. Estaban disponibles Mike Pearson de Jacksonville y Barry Stokes de los Gigantes, pero ambos había perdido su puesto titular a principios de la temporada. Pensaba cambiar a Jon Jensen de Washington del lado derecho al izquierdo cuando quedó disponible LJ Shelton de Arizona esta semana quien se quedó con el puesto.

Mi corredor titular es todavía el líder en TDs de la NFL a pesar de haber faltado a cinco partidos. Nadie tiene la paciencia para esperar que se habrán los huecos, ni la visión de terreno de Priest Holmes de Kansas City. Lo más importante, nadie tiene su habilidad para visitar las diagonales. Para no agotar a Priest, decidí también contratar a Stpehen Davis de Carolina. De esa manera, cuando las defensivas hicieran el ajuste a un ataque técnico por el perímetro, les mandaríamos a Davis por el centro para desgastarlos. Obviamente ambos necesitarían un corredor que fuera gran bloqueador, pero que supiera atrapar pases desde la línea de corredores y mi selección fue John Ritchie de Philadelphia.

Mi receptor sería Steve Smith, también de Carolina. La temporada pasada demostró con no sólo tiene velocidad sino que también tiene el valor de correr sus trayectorias por el centro y dividir los esquemas de zona como lo hizo en el partido de playoff contra San Luis. Ronald Curry de los Raiders se ganó el puesto de ala abierta con la recepción para TD que tuvo ante Denver en la nieve. Tiene tamaño, velocidad y recientemente, seguridad para quedarse con el balón. El tercer receptor sería Peter Warrick de Cincinnati quien junto con Steve Smith, me darían la opción de usarlos para regresar patadas.

Con mis alas cerradas tendría múltiples opciones. Para correr usaría a Dan Campbell de Dallas quien también ha demostrado la habilidad de recibir pases. Tendría también a Kellen Winslow Jr. de Cleveland quien ,aunque no tiene gran experiencia en la liga, tiene el atleticismo para vencer a jugadores de la secundaria con su corpulencia o a apoyadores con su velocidad. Con Jim Kleinsasser de Minnesota tendría la opción de un H-back, el híbrido, para crear formaciones especiales y confundir a los oponentes.

Al mando de este grupo estaría Rich Gannon. El jugador más valioso de la liga en 2002 había recobrado su nivel hasta que se le ocurrió ponerse al tú por tú con Derrick Brooks lo cual le costó una fractura en una vértebra. El suplente sería Rex Grossman de Chicago. En su segundo año en la NFL estaba demostrando su habilidad hasa que cayó víctima de la superficie deplorabe el Metrodomo en Minnesota en donde se tronó el ligamente anterior cruzado de una rodilla. Grossman aprendería un año de Gannon y después tomaría las riendas del equipo. Al igual que Urlacher, es posible que Steve McNair esté disponible antes del final de la temporada. De darse esta situación, pondría a los jugadores más valiosos de la NFL en 2002 y 2003 a mi disposición.

Mis especialistas serían peligrosos. Eddie Drummond de Detroit regresando patadas. Con cuatro TDs en regresos esta temporada amezaba romper el récord de la NFL. En caso de emergencia sabía que Steve Smith y Peter Warrick podrían entrar al rescate. Mi pateador sería Joe Nedney quien tiene certeza y distancia en sus goles de campo y profunidad en sus patadas de salida. Despejando tengo la estabilidad de un veterano como Tom Rouen de Seattle. No tendríamos un gran promedio, pero habría pocos regresos y muchas despejes dentro de la yarda 20.

Mi equipo iba a ser un trabuco. Me relamía la cantidad de anillos de Super Bowl que coleccionaríamos cuando una turbulencia me despertó. En ese momento me di cuenta que mi equipo estaba $100 millones de dólares arriba del tope salarial. Una lástima, pero no tan pronunciada como la que tenemos los aficionados a la NFL al privarnos esta temporada de ver a estos, y muchos otros jugadores lesionados, en acción. La liga debe investigar las razones de tantas bajas y determinar si existe alguna causa que se pudiera evitar.